En un año las agresiones contra lugares de culto han aumentado un 350%, mientras que la violencia física contra los creyentes se ha multiplicado por tres.
El Informe Ataques a la libertad religiosa en España que elabora anualmente (por quinto año consecutivo) el Observatorio para la Libertad Religiosa y de Conciencia (OLRC) ofrece datos preocupantes en su edición correspondiente al año 2015.
Así, según este Informe, en España en 2015 se produjeron 187 ataques a la Libertad Religiosa frente a los 91 que tuvieron lugar en 2014. 
Los ataques, según la clasificación realizada por el OLRC, se resumen en los siguientes:
– 3 casos de violencia contra personas por confesar una religión.
– 36 agresiones contra lugares de culto.
– 16 actos de vejación a las personas por creer en una religión.
– 33 casos de escarnio de la religión.
– 99 casos en los que se margina la religión de la vida pública.
El informe de 2014 incluía 91 ataques a la libertad religiosa, por lo que podemos concluir que, durante 2015, el número de agresiones y ataques en España se ha duplicado.
Por tipología, las agresiones contra lugares de culto han aumentado un 350%, mientras que la violencia física contra los creyentes se ha multiplicado por tres. Estos datos son muy preocupantes.
También las vejaciones a personas que profesan una religión se han multiplicado por tres mientras que los escarnios a la religión han aumentado casi un 150% (concretamente un 135%). Además, han aumentado los casos en los que se margina la religión de la vida pública (un 55%).
Al hilo de estos datos, el OLRC recuerda que en el año 2014 no se produjo ningún caso de violencia contra personas mientras que las agresiones a los lugares de culto ascendieron a 8, las vejaciones a personas por creer en una religión fueron 5, los actos de escarnio a la religión registrados ascendieron a 14 y los de marginación de la religión de la vida pública se cifran en 64.
Por su parte, el Informe que recoge los datos del 2015 indica que, de los 187 ataques, 160 se han dirigido contra los cristianos (es decir, el 86% de todos los ataques). Así, 22 ataques han tenido como objeto todas las confesiones cristianas (principalmente ataques contra el crucifijo o la fiesta de la Navidad) mientras 136 se han dirigido contra católicos (es decir, el 73% del total de los ataques) y 2 contra cristianos de otras confesiones.
Respecto a otras confesiones, cabe destacar que 8 de los ataques se han dirigido contra musulmanes y 7 han tenido como objetivo los judíos. Por último, 12 ataques pueden considerarse contrarios a todas las religiones al querer imponer un laicismo radical que intenta eliminar a las religiones del ámbito público.
Por comunidades autónomas han aumentado los ataques a la Libertad Religiosa en Andalucía, Aragón, Cantabria, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Canarias, Baleares, La Rioja, Madrid, Melilla, Murcia, Navarra, País Vasco y Comunidad Valenciana. No obstante, hay que señalar que los casos se han reducido en Asturias y Galicia mientras en Extremadura y Ceuta no ha habido variación en los datos.
María García, presidenta del OLRC, explica que el Informe se realiza a partir de la recopilación y clasificación de noticias aparecidas durante 2015 en los medios de comunicación, así como información obtenida de las páginas web del Congreso de los Diputados, del Senado y de los Parlamentos autonómicos. Por último, se incorporan hechos relatados y contrastados aportados por colaboradores del OLRC.
La presidenta del OLRC ha indicado que, a pesar de los esfuerzos realizados para recabar información, «estamos convencidos de que han tenido lugar muchos incidentes que han pasado desapercibidos y no han llegado a los medios de comunicación».
«Las conclusiones de este Informe», prosigue María García, «reflejan que la Libertad Religiosa está amenazada, ya que el miedo a manifestar las propias creencias crece debido a los diferentes tipos de ataques: desde vejaciones a la persona hasta violencia contra el creyente o los lugares de culto. Además, el laicismo agresivo practicado por sectores minoritarios de la sociedad (sin duda, impulsado también por determinados partidos políticos) provoca que se margine a la religión de la vida pública y se ridiculice a los creyentes».
García ha denunciado que hemos asistido a una verdadera ofensiva contra los símbolos religiosos cristianos, particularmente contra el crucifijo, por parte de determinados partidos políticos. En no pocos municipios se ha desencadenado una obsesiva batalla por desterrar este símbolo de los espacios y actos públicos. También han aumentado los casos de prohibición de asistencia a actos religiosos de responsables municipales, tendencia que continua en 2016.
«Los representantes políticos, elegidos por los ciudadanos, deben tener en cuenta que las creencias forman parte de la identidad de las sociedades. Las manifestaciones públicas de los creyentes son elementos constitutivos “del pueblo” y deben respetarse independientemente de la ideología del partido gobernante. Si hacemos un paralelismo deportivo, sería como si el presidente del Gobierno no acudiese a una final de fútbol en la que juega el Real Madrid porque es del Atlético», ha concluido la presidenta del OLRC.
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