BBVA Research constata que el precio de la vivienda ha dejado atrás el suelo

Informe Situación Inmobiliaria España de BBVA Research

BBVA Research ha publicado una nueva edición del informe Situación Inmobiliaria España, que analiza las principales variables que afectan al mercado de la vivienda en España. El servicio de estudios de BBVA destaca que las perspectivas en torno al sector son positivas. En el escenario central, se espera que la venta de viviendas en 2016 registre un incremento en torno al 10%, y que los visados, ligados a la iniciación de nuevas viviendas, crezcan a una tasa anual del 30%

BBVA Research señala que durante 2016 la economía española crecerá a un ritmo más suave que en 2015, pero volverá a presentar tasas por encima de la media europea. Tanto la evolución del empleo como la renta de las familias tendrán un comportamiento positivo y continuarán estimulando la demanda de vivienda.

En este entorno de mejora del mercado, los precios residenciales han dejado atrás sus valores mínimos y a finales de 2015 ya presentaban revalorizaciones, a nivel agregado, en todas las comunidades autónomas, tanto para la vivienda nueva como para la usada. En aquellas comunidades donde los aumentos comenzaron antes, como Madrid y Baleares, las revalorizaciones ya superan el 10% los valores mínimos de hace dos años. La tendencia indica que en 2016 habrá un mayor número de mercados con revalorizaciones inmobiliarias positivas.

La financiación hipotecaria está jugando un papel relevante en la recuperación del mercado inmobiliario y será clave para el desarrollo del mismo en 2016. Los flujos de crédito a las familias para adquisición de vivienda están evolucionando a buen ritmo y la tendencia indica que esta evolución continuará a lo largo de 2016. La financiación a promotores ya presentó flujos positivos en 2015 y se consolidará suavemente en 2016.

En 2015 las variables más relevantes del sector inmobiliario cerraron en positivo

El servicio de estudios de BBVA indica que en 2015 la venta de viviendas fue un 8,6% más que en 2014, gracias a la solidez de la demanda y la expansión del crédito. Por su parte, los permisos para iniciar viviendas mostraron un impulso del 43% respecto a 2014, si bien, partían de niveles mínimos.

Así, el impulso de la demanda y el paulatino descenso de la oferta actual se están traduciendo en una recuperación de los precios residenciales, que parecen haber dejado atrás su suelo. En 2015, la revalorización del precio de la vivienda fue generalizada, iniciándose un periodo de estabilización. En los mercados más activos, como el litoral mediterráneo y los grandes núcleos de actividad económica, los precios muestran ya repuntes relevantes.

En 2016 se mantienen las perspectivas positivas

Para los próximos trimestres, las perspectivas en torno al sector son positivas. Las previsiones de crecimiento económico y la laxa política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) garantizan la buena evolución de la demanda de la vivienda y del crédito hipotecario en 2016.

Los primeros datos de 2016 son ya alentadores. Tanto las cifras de ventas como las de visados mostraron un crecimiento superior al de los últimos meses del pasado año. Además, las nuevas operaciones de crédito retomaron el crecimiento en el mes de febrero.

Así, en el primer mes del año, las transacciones de viviendas aumentaron el 20,4% respecto al mes de diciembre, una vez corregida la estacionalidad del periodo. BBVA Research subraya que las perspectivas de la demanda para el presente año son positivas dado que los fundamentales de la misma seguirán evolucionando al alza.
Sin embargo, el sector, al igual que el resto de la economía, no está exento de riesgos. Las incertidumbres que existen sobre el crecimiento global y las relacionadas con la política económica en los próximos años en España podrían estar condicionando las decisiones de inversión de hogares y empresas, y terminar afectando tanto a la demanda como a la oferta residencial.

La venta de viviendas crecerá un 10%

En el escenario central, se espera que las ventas de las viviendas en 2016 muestren un comportamiento similar al de 2015, registrando un incremento en torno al 10%.

El servicio de estudios de BBVA también prevé que las viviendas terminadas comiencen a tocar suelo a lo largo de 2016, apreciándose ya crecimiento en algunos mercados. Aun así, los bajos niveles de viviendas terminadas, en un escenario de demanda creciente, favorecen la reducción del inventario en 2106. Por su parte, los visados, ligados a la iniciación de nuevas viviendas crecerán a una tasa anual del entorno del 30%.

Esto, unido al mayor dinamismo que se aprecia en el mercado del suelo, garantiza el avance de la actividad constructora. Se espera que en 2016 la inversión en vivienda vuelva a crecer, elevando su peso en la economía, hasta niveles próximos al 4,5% del PIB.

En cuanto al precio de la vivienda, BBVA Research espera que siga avanzando, apoyado en el aumento de la demanda y en la paulatina reducción de la oferta de vivienda. La previsión apunta hacia un crecimiento del precio en torno al 3% en 2016 en el conjunto nacional.

Productividad del sector de la construcción en España

Asimismo, BBVA Research pone de manifiesto en el informe que, tras al avance de la productividad experimentado por el sector en los últimos años, la reciente recuperación ha vuelto a venir acompañada de un incremento del empleo, pero también de una nueva reducción de la productividad.

El servicio de estudios de BBVA advierte de que el sector debería intentar avanzar por una vía del crecimiento donde el capital tecnológico y la economía del conocimiento tuvieran un mayor peso, y favorecieran el crecimiento de la productividad a medio y largo plazo.

La inmigración como nueva fuente de demanda residencial

En cuanto a la evolución de la demanda de viviendas en el medio y largo plazo, BBVA Research señala que la intensidad de los flujos migratorios que se incorporen a la economía española incidirá satisfactoriamente el número de viviendas demandadas.

El servicio de estudios de BBVA explica que la mejora de la economía está incentivando una menor salida de población del país y supone un nuevo atractivo para la llegada de nuevos inmigrantes. En este sentido, si en el largo plazo, la economía española creciera a su PIB potencial de media, la inmigración será el elemento que mitigue las limitaciones de una población que envejece. Las previsiones indican que se verán saldos migratorios positivos en el corto plazo, lo que será un nuevo incentivo para la demanda residencial.



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