Olvido Macías: “En las historias de ‘Vidas Unidas’ prevalece la valentía y el inmenso amor de unos padres por sus hijos”

La periodista, miembro del equipo de 'Aquí en la onda' de Onda Cero, nos habla de su último libro

Olvido Macías
El próximo lunes 28 de noviembre se presenta en Madrid ‘Vidas Unidas’, un libro de LID Editorial escrito por la periodista Olvido Macías en el que nos cuenta la historia de 22 familias adoptivas que relatan cómo es su vida, cómo fue el encuentro con sus hijos, cómo son los momentos buenos y los menos buenos con ellos en el día a día, pero sobre todo es un libro que trata sobre la post adopción. ¿Qué ocurre en estas familias cuando llegan con el niño a casa? La autora de ‘Vidas Unidas’, madre a su vez de cuatro hijos, dos biológicos y dos adoptados, nos habla de todo ello en esta entrevista.

Pregunta.- Es usted autora de varios libros escritos con anterioridad. ¿Por qué se decidió a escribir éste? ¿Qué cuenta en su libro?

Respuesta.- Decidí escribir Vidas Unidas porque, para mí, era un compromiso personal contar cómo nos va a las familias adoptivas en España, cómo van evolucionando nuestros niños y cuánto de bueno y menos bueno hay en este camino excepcional de ser padres.

En el libro se recogen testimonios  de 22 familias que han prohijado tanto en España como en el extranjero. Es un libro de testimonios reales, de historias de adopción en el que se cuenta con realismo cómo les va a buen puñado de familias. En la post adopción pasa como en el posparto: apenas hay información, se diluye tras llegar con el niño a casa. Pero, ¿qué ocurre cuando llegamos a nuestro hogar? ¿Cómo es la adaptación del pequeño? ¿Qué es el duelo por su país de origen? ¿Estamos preparados los padres para dar algo más que amor? ¿Es la adolescencia peor en hijos adoptados que en hijos biológicos? ¿Estamos preparados para las preguntas sobre sus orígenes?

Los casos reales del libro ilustran éstas y otras muchas preguntas, a partir del testimonio de padres y madres con hijos adoptados en España -en concreto  en Madrid- y en el extranjero.

P.- ¿Quiénes son estas familias? ¿Podemos ponerles ‘cara’?

R.- Entre los testimonios del libro están los de la presentadora Anne Igartiburu, en el prólogo. También los del socialista Jordi Sevilla, la política catalana Pilar Rahola, periodistas como Pilar Cernuda, Anabel Díez y Ángel Expósito o el del padre Ángel García, de Mensajeros de la Paz. También hay historias de gente corriente. Unas y otras están unidas por ese “hilo rojo”, que dicen los chinos, que une a las personas destinadas a encontrarse.

P.- En España se ha escrito mucho sobre adopción. ¿Qué aporta nuevo o qué novedades aporta su libro?

R.- La principal aportación de Vidas Unidas es el testimonio en primera persona de unos padres adoptivos que explican cómo han ido evolucionando sus hijos y ellos, con el paso del tiempo. Hay familias que adoptaron en España, en China, Rusia, Madagascar, India, Ghana y otros países y sus vivencias son variadas. Sobre todo, el libro pretende mostrar esos cambios que se van produciendo, problemas emocionales, físicos, de identidad por el origen, la adolescencia… en España somos muy nuevos en adoptar fuera y echaba de menos que unos padres contaran sus experiencias. La mayoría de los libros sobre adopción finalizan con la llegada del niño a casa o en otros casos, son tratados psicológicos.

P.- Si tenemos en cuenta los países de origen, el grupo mayoritario de niños adoptados internacionalmente en España proceden de China. ¿Por qué?

R.- Para responder a esta pregunta debo explicar que “Vidas Unidas” surgió también tras leer un  sobrecogedor libro ,“ Las hijas del Yang-Tsê”, de la escritora china Xinran. En ese libro entrevista a madres biológicas que explican por qué abandonaron a sus hijas. Una de las razones es que en China se favorece al niño, en la tradición de que cuidará a los padres cuando sean ancianos. Las niñas sirven a sus suegros. Además la política del “Hijo Único” -hace poco abolida- multaba severamente a los padres si tenían más de un hijo. También han sido marginados por la sociedad. Ese libro me hizo pensar que muchos padres que abandonaron a sus hijos, a veces en contra de su voluntad, tal vez querrían saber cómo les fue a sus pequeños.

Este puñado de historias pretende contarles cómo los padres adoptivos tuvieron embarazos administrativos, análisis exhaustivos de psicólogos y asistentes sociales, exámenes económicos y una ilusión sin límite cuando obtuvieron el aprobado. Cómo prepararon el viaje del encuentro, el miedo al rechazo, a las posibles enfermedades del menor, si serían buenas padres… tuvieron que aprender sobre los países de origen de sus hijos, costumbres e incluso palabras. Si todo este proceso se puede resumir en dos palabras serían: mucho amor y mucha paciencia.

P.- El contenido de su libro, que desmonta creencias a veces idílicas o tópicos sobre la adopción, tanto desde ópticas positivas como negativas, ¿desmitifica la visión que se tiene al respecto o nos acerca más a la realidad de lo que supone adoptar?

R.- Creo que el libro nos acerca a la realidad de la adopción. Es verdad que se trata de historias de valientes- los padres y los hijos- con mucho amor. Sin embargo, muchas veces no solo sirve el amor aunque es el pilar fundamental. Necesitamos el apoyo de especialistas- el psicólogo suele ser un miembro más de la familia- aunque también se necesitan otros expertos para hacer frente a los problemas que van surgiendo.

Vidas Unidas_Portada

P.-  Usted misma es madre adoptiva y madre biológica. ¿Qué es necesario aclarar a la gente sobre la experiencia de adoptar o la visión que tienen de estas diferentes maneras de ser madres y padres? Me refiero a lo que se desprende de comentarios como “no es lo mismo” una u otra vía, valorándose como mejor la maternidad biológica, o idealizándose la adoptiva, etc. ¿Con su bagaje y experiencias, qué mensaje trasladaría a la sociedad al respecto?

R.- No es fácil explicar esta pregunta, estamos hablando del mayor sentimiento, del más sublime y más desinteresado que puede experimentar un ser humano. En principio, te diré que tú quieres a quien crías, da igual que tus hijos sean biológicos o adoptados. Quizás en la adopción, el hecho de tener un embarazo burocrático largo y estar preocupados por el futuro niño del que desconocemos todo haga que en el encuentro, los sentimientos “exploten” de golpe. Son niños muy deseados, igual que los biológicos pero el plus de dificultad les añade un sentimiento muy especial.

P.- Recientemente alguna autora ha escrito sobre “madres arrepentidas” de serlo, refiriéndose a las biológicas. ¿Se ha encontrado usted con padres o madres adoptivos arrepentidos?

R.- Sí conozco un caso sobre padres arrepentidos y varios que tienen sentimientos encontrados por los graves problemas que están pasando. En Vidas Unidas hay un testimonio desgarrador de unos padres que adoptaron tres hermanas biológicas de Rusia, es el caso de una familia que se desintegró y que titulo con una frase del padre “Ni un momento de felicidad”.  Otros casos del libro nos llevan a niños conflictivos que no saben controlar esos “demonios” surgidos del abandono, pero que tienen la suerte de contar con padres que aunque vacilen, saben que estarán siempre con ellos.

P.- ¿Hay alguna historia o cuestiones que ha conocido al escribir el libro que le hayan removido por dentro o le hayan emocionado especialmente?

R.- Las que me han revuelto por dentro son los casos de los niños que luchan contra los “demonios” del abandono. Otros casos me han emocionado por su dureza y por el avance que esos  superniños van realizando. Son las historias de una pequeña con problemas de corazón que ha logrado remontar de su grave enfermedad, un niño adoptado ya mayorcito y que es el claro ejemplo de que con el amor de una familia se puede salir adelante o el caso de esos padres que luchan contra muchas dificultades burocráticas para conseguir a sus hijos  y se ponen “el mundo por montera”.

P.- ¿Podemos profundizar un poco más en las historias del libro?

El libro comienza con las dos historias de adopción de Blanca Rudilla, que dirige una de los organismos acreditados por adopción (OAS) más veteranos. Ella tiene cinco hijos, tres biológicos y dos de China. Blanca es “la madre” de muchos de nuestros niños de China, Filipinas, Vietnam… La historia de su hija pequeña, Yoyó es tremenda. Enferma del corazón, vino a España a operarse para después regresar a China. Sin embargo, Blanca logró no solo que se haya recuperado con cuidados médicos y familiares sino que se haya quedado en España. Sus dos hijos son de “Pasaje Verde”, niños con necesidades especiales que engloba a pequeños con enfermedades crónicas o recuperables.

De China es también la historia de Daniel, un niño que fue encontrado en un basurero y que se salvó de morir de milagro. Nació con sindáctila (le faltaban algunas falanges) y a los doce años fue adoptado por una estupenda familia que ya tenía dos hijas biológicas. Daniel rompe el tópico de que los niños mayores adoptados dan más problemas que las adopciones hechas de bebés.

Jordi Sevilla optó por la adopción nacional, en Madrid. Tres hijos, hermanos biológicos en dos tandas distintas. Él cuenta que no sabían ni poner pañales. Jordi ha sido pionero en conciliar vida familiar y trabajo. Cuando era ministro de Administraciones Públicas dejaba el trabajo todos los días a la misma hora, para bañar a los niños.

María Marvizón adoptó también en Madrid aceptó dos casos difíciles: una niña prematura y un bebé con síndrome de Down.

Hay familias muy valientes como la de Cristina Camas que adoptó a cuatro hermanas biológicas de Madagascar y que mantienen el contacto con su familia de origen. También fue valiente Rubén Manso que en Bulgaria prohijó a tres hermanos biológicos.

Otras familias aún son más fuertes porque tienen que luchar contra la adversidad. No solo el amor vale, hay que echar mano de especialistas de todo tipo para sacar adelante a los niños. De todos, el psicólogo es el más requerido, es uno más de la familia.

Entre las familias con mayores problemas, y que aparecen en el libro, están las que han adoptado en países de la antigua Unión Soviética. Muchos de sus niños padecen el Síndrome de Alcoholismo Fetal, una enfermedad desconocida hasta hace poco, en España y que se debe al consumo de alcohol en las madres biológicas. Es el caso de Montse Roca que es una de las fundadoras de una asociación que engloba a padres con hijos que sufren los efectos de ese mal.

Pilar Rahola, sin embargo, tiene una hija de esa zona del mundo, Ada, y aunque vino muy mal de salud ha salido a flote y ahora mide ¡1´80! Su otro hijo, Noé, lo adoptó en España pero es de origen magrebí.

En resumen, “Vidas Unidas” es un libro muy real, con experiencias buenas y otras menos buenas, pero en donde prevalece sobre todas las cosas, la valentía y el inmenso amor de unos padres por sus hijos.

LA ADOPCIÓN EN LA COMUNIDAD DE MADRID*

  • La bolsa de adopción en la Comunidad se abrió el año pasado y estuvo dos meses abierta. Hacía cuatro años que estaba cerrada por exceso de demanda.
  • Hay entre  50 Y 100 adopciones al año en nuestra Comunidad y más de 1.500 solicitudes ya en  la bolsa.
  • En toda España, el número medio de adopciones nacionales es de 770.
  • Perfil del adoptado: recién nacidos, principalmente.
  • Adopción especial: siempre está abierta. Engloba a niños mayores o con alguna discapacidad o enfermedades crónicas. Faltan familias que los quieran.

MÁS DATOS DE ESPAÑA**

  • Nuestro país ocupa en la actualidad el quinto puesto mundial en adopciones. En 2004 éramos los segundos después de Estados Unidos (según un estudio del profesor Peter Selman, de la Universidad de Newcastle, Reino Unido).
  • Las adopciones internacionales han caído en España el 85%, en los últimos diez años debido a los cambios legislativos en los países emisores y a la situación económica en ellos y en los receptores (crisis económica, pérdida de empleo…)
  • El tiempo de espera ha hecho que mucha gente desista de adoptar: ahora está entre 4 y 8 años, según la CORA (Coordinadora de Asociaciones en Defensa de la Adopción y el Acogimiento).
  • Entre los años 2005-2010 el tiempo de espera era de 2 años.

*Datos recopilados y aportados por Olvido Macías

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