Pozuelo de Alarcón vivió ayer una noche mágica con su Gran Cabalgata de Reyes. Melchor, Gaspar y Baltasar recorrieron las principales calles del municipio antes de visitar las casas de los pozueleros para dejarles sus regalos. Una comitiva real compuesta por 22 carrozas y alrededor de 1.000 personas repartió por todo el itinerario del desfile 8.000 kilos de caramelos sin gluten, además de mucha ilusión.
Desde la salida de la cabalgata, en la carretera de Húmera, esquina con la Vía de las Dos Castillas, no faltaron la música y los espectáculos para animar el paso de sus Majestades por las calles de Pozuelo. Entre las novedades de este año, participó en el desfile un rebaño de ocas que hizo las delicias de los más pequeños.
Durante todo el recorrido se congregó numeroso público para saludar a los Reyes Magos, igual que en la Plaza Mayor, donde ha concluido el desfile. Allí la alcaldesa, Susana Pérez Quislant, acompañada por otros miembros de la Corporación Municipal, estaba esperándoles para darles la bienvenida y agradecerles su visita. La primera edil y los Magos de Oriente se dirigieron a los presentes para transmitirles su agradecimiento por tan caluroso recibimiento y desearles que disfrutaran de la magia de una noche tan especial. Tras su intervención, un espectáculo de música y luces puso el punto final a este tradicional evento con el que concluyen las celebraciones navideñas.
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