El Proyecto Monachus avanza en la recuperación del buitre negro y el quebrantahuesos en el norte ibérico

Gracias a las liberaciones de buitres negros, esta especie cría ya en Pirineos y se espera que pronto lo haga en la Sierra de la Demanda

Quebrantahuesos (izquierda) y buitre negro en un comedero para aves carroñeras del Pirineo. Foto: PRBNC / Buseu Project.

El Proyecto Monachus, lanzado por la asociación naturalista GREFA para recuperar la población europea de buitre negro, catalogado en España como amenazado, está permitiendo el asentamiento de esta especie en dos zonas del norte peninsular donde se había extinguido: el Pirineo y la Sierra de la Demanda.

El objetivo final es conseguir conectar las grandes poblaciones naturales de buitre negro existentes en el centro y el sur de la Península Ibérica con otras más pequeñas que se han creado en tiempos recientes en Europa, por ejemplo en varias zonas de Francia, gracias a proyectos similares en los que GREFA viene participando desde los años ochenta.

En la colonia de buitre negro creada en la reserva pirenaica de Boumort (Lleida), constituida ya por más de medio centenar de aves residentes y con 16 parejas formadas, han logrado volar más de veinte pollos en los diez años de vigencia del proyecto, once de ellos en 2016 y 2017.

“Este éxito deriva de que en los últimos años hemos liberado en Pirineos más de setenta buitres negros procedentes de centros de recuperación y de cría en cautividad ”, afirma Ernesto Álvarez, presidente de GREFA e impulsor de la recuperación de los buitres europeos a través de proyectos de reintroducción. En la actual temporada reproductora ya hay diez parejas incubando en la colonia pirenaica de Boumort y se espera igualar o superar el éxito de los años anteriores.

Una acción similar, destinada a crear otra nueva colonia de buitre negro, se inició en 2016 en la vertiente burgalesa de la Sierra de la Demanda por parte del Proyecto Monachus. Para ello a principios de octubre 2017 se liberaron quince ejemplares tras haber permanecido en un recinto o jaula de aclimatación en el término municipal de Huerta de Arriba (Burgos) durante un periodo de varios meses, que los expertos consideran como óptimo para que las aves se hayan adaptado a la zona de reintroducción. Una segunda remesa de buitres negros ocupa actualmente el mismo recinto, a la espera de ser objeto de una segunda liberación conjunta durante 2018.

“Que dos de los buitres negros ya liberados en la Sierra de la Demanda se hayan emparejado y que hayamos visto en la zona tres parejas de la especie procedentes de otras colonias españolas son muy buenos indicadores”, adelanta Álvarez.

Buitre negro en vuelo con marcas alares, tras ser liberado en la sierra de la Demanda. Foto: GREFA.

Preparando la llegada del quebrantahuesos

Una de las fortalezas del Proyecto Monachus son las alianzas que establece en cada uno de los territorios donde actúa con organismos, entidades, ONG y empresas a los que se invita a liderar o apoyar las acciones desarrolladas, como es el caso de la Generalitat de Cataluña en Pirineos y la Junta de Castilla y León en la Sierra de la Demanda. El proyecto cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente desde 2016, que ha sido decisivo para alcanzar los objetivos previstos.

El Proyecto Monachus lleva parejo en el Sistema Ibérico burgalés la recuperación, además del buitre negro, de otra rapaz necrófaga amenazada: el quebrantahuesos. GREFA ha comenzado a realizar los primeros estudios para evaluar la posibilidad de llevar a cabo la reintroducción de la especie en la provincia de Burgos. El estudio se desarrolla en la ZEPA “Sabinares del Arlanza”, donde se tiene constancia de que la especie estuvo presente hasta la década de los setenta.

“En el futuro esperamos poder realizar en estos montes burgaleses algunas liberaciones de ejemplares que nos permitan facilitar la comunicación de las poblaciones de quebrantahuesos entre los Pirineos y los Picos de Europa, por una parte, y con el sur ibérico (Cazorla), por otra”, explica Álvarez.

¿Qué es GREFA? 

Desde su creación en 1981, esta ONG ha atendido a más de 60.000 animales en su Hospital de Fauna Salvaje, radicado en Majadahonda (Madrid) y considerado el más grande y de más actividad de Europa en su especialidad. En todo ese tiempo, GREFA se ha consolidado también como referencia internacional gracias a sus proyectos destinados a la generación de biodiversidad, con especial atención a la fauna autóctona con más problemas de conservación, a través de un extenso catálogo de acciones, como cría en cautividad, reintroducción o reforzamiento de poblaciones silvestres, seguimiento vía satélite y vigilancia de nidos. Su labor ha sido reconocida por la concesión de dos de los premios sobre medio ambiente más prestigiosos de Europa, el de la Fundación BBVA a la Conservación de la Biodiversidad (2016) y el Fondena (2015).



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