Apoteosis de piano en los próximos conciertos de Ibermúsica

Evgeny Kissin con Chopin, Schumann, Debussy y Scriabin y Javier Perianes con Beethoven

Evgeny Kissin interpretará a Chopin, Schumann y Debussy

El piano y sus geniales intérpretes son los protagonistas de los próximos conciertos de Ibermúsica en el mes de febrero en el Auditorio Nacional de Música de Madrid. El día 12 a las 19:30h. Evgeny Kissin, de quien el New York Times ha dicho: “Sin duda, es un pianista extraordinario, profundamente intuitivo y sensible” ofrecerá un recital con tres de los Nocturnos de Chopin, la Sonata para piano núm. 3 de Schumann, los 8 Preludios de Debussy y la Sonata para piano núm. 4 de Scriabin.

Kissin se ha convertido en uno de los más destacados pianistas del panorama mundial no por casualidad. A la edad de dos años, Evgeny Kissin comenzó a tocar piezas en el piano de oído e improvisar. Cuando tenía diez años, hizo su debut con el Concierto para piano de Mozart en Re menor K. 466, seguido de su primer recital en solitario un año después. En 1988, el pianista nacido en Moscú fue invitado a tocar ante Herbert von Karajan, quien se comprometió de manera espontánea con el joven de 17 años para el concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Berlín.

Elogiado siempre por su poética musicalidad y su exquisita precisión es de los pocos artistas que puede presumir de haber ofrecido hasta quince bises en los teatros más exigentes del mundo. Como bien predijo Herbert von Karajan, Kissin ha sabido transformar a la perfección su precoz virtuosismo en interpretaciones cálidas y profundas llenas de generosidad y entrega. Ha estado en el ojo público durante tanto tiempo que es fácil olvidar que todavía tiene solo 46 años. Sigue siendo un enigma, con su combinación de una técnica ferozmente brillante y una notable claridad de pensamiento. Con una técnica impecable y una visión personal, cada trabajo, cada concierto del virtuoso pianista habla por sí mismo.

Un género romántico

Los nocturnos de Chopin, de los que Evgeny Kissin interpretará los op. 55/1, op. 37/2 y op. 62/2 representan uno de los grandes géneros del arte romántico. Las piezas de Chopin en las que aporta su propia genialidad altamente sensual y cromática hechizaron a innumerables compositores del siglo XIX. Chopin tuvo un éxito inmediato con muchos de ellos y siguen siendo obras centrales para los pianistas. El encanto de los nocturnos sigue siendo muy potente; pocos pianistas de primera línea han dejado de prodigar sus mejores esfuerzos en ellos. Chopin, en estas atmosféricas obras, deja fluir toda la potencia de su voluptuoso don melódico en una de las escrituras pianísticas más notables de la historia. Son poemas de amor con la más fina pasión y dentro de cada uno se explora un íntimo drama humano. Bien se puede decir que sus nocturnos inauguran una nueva era en la música, comparable en muchos aspectos a la época del impresionismo en la pintura.

También dentro del mes de febrero Ibermúsica trae a la London Philharmonic Orchestra con protagonismo español. Los días 19 y 20, bajo la dirección de Juanjo Mena y con el también español Javier Perianes al piano, se presenta la integral de conciertos para piano de Beethoven en dos sesiones extraordinarias. El día 19 serán los Concierto para piano núm. 2, 3 y 4, mientras que el días 20 se interpretarán el número 1 y el espectacular núm. 5 “Emperador”.

El Concierto núm. 2 en Si bemol op. 19 data de los años de Beethoven en Bonn y es un digno sucesor de los conciertos de Mozart. El Concierto núm. 3 en do menor op. 37 (1800) presenta un verdadero cambio de estilo y con él la música adquiere rasgos épicos y turbulentos, mostrando el sello de una segunda etapa en la vida de Beethoven perturbada por la sordera. El cuarto concierto fue compuesto hacia 1805, y es considerado por Emil Ludwig, el biógrafo de Beethoven más importante como “el concierto para instrumento solista más perfecto jamás compuesto”.

Los dos conciertos del día 20 protagonizados por dos de los mejores músicos españoles del momento, Juanjo Mena y Javier Perianes, permiten descubrir cómo del primer al último concierto que escribió para esta formación, Beethoven equilibra el diálogo entre el solista y la orquesta hasta fundirlos en un todo. El op. 15 (1797) no fue el primer concierto para piano compuesto por Beethoven pero si uno de los que más interpretó en vida. A caballo entre el clasicismo y el romanticismo temprano, el Concierto en Do mayor sirve tanto al lucimiento del solista como satisface las exigencias de la música. Por su parte, en el más conocido de la serie, el Emperador, Beethoven muestra cómo partiendo de un tema sencillo era capaz de generar piezas musicales de enorme envergadura.

Ibermúsica lleva 49 años trayendo lo mejor de la música a España y espera seguirlo haciendo, liderado por su fundador, Alfonso Aijón. Quienes estén interesados en adquirir localidades, aún hay disponibles en: www.entradasinaem.es; tel.: 902 22 49 49 o directamente en las taquillas del Auditorio Nacional de Música.



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