Aunque de forma moderada, el sector de la construcción en España va a continuar creciendo en 2019, al seguir aumentando los nuevos proyectos de edificación, según refleja un informe del Instituto de Tecnología de la Construcción de Cataluña (ITeC), que sitúa en un 4,5% el porcentaje de crecimiento del sector al cierre de este año.
El citado informe pone de manifiesto además que la construcción acumula en España cuatro años consecutivos en positivo, desde el punto de vista del crecimiento, y vaticina que puede estar tranquilo durante al menos dos años más debido a que sigue existiendo demanda general pero, sobre todo, de la edificación residencial de nueva planta, que creció un 11% en el año 2018 y crecerá en el actual 2019 hasta un 8,5%.
La construcción, por lo tanto, sigue creando riqueza y empleo y generando confianza por encima del resto de sectores económicos en nuestro país, siendo por lo tanto una de las actividades económicas más importantes, si bien es asimismo una de las de mayor riesgo de sufrir accidentes laborales, lo que puede lastrar su positiva evolución.
En Europa el sector terminará también en 2019 con crecimiento, aunque más moderado aún, en concreto del 2%, mientras que en 2020 el crecimiento será del 1,6 %, tal y como indican los mismos expertos.
En todo caso, ya sea en relación con la construcción de edificaciones de nueva planta o de rehabilitaciones y/o reformas, uno de los aspectos fundamentales a la hora de acometer estas obras y promover abiertamente el crecimiento del sector, es garantizar la seguridad laboral y reducir a mínimos los índices de siniestralidad en las obras, siendo preciso a tal fin implementar con eficacia en este ámbito actuaciones de prevención de riesgos y promoción de la salud laboral. No en vano de ello depende el éxito y/o que llegue a feliz término las edificaciones y construcciones.
Entre las medidas preventivas a adoptar en las obras de construcción destacan por ejemplo las relacionadas con el montaje de andamios y encofrados, así como su desmontaje y modificación, las cuales deben ser llevadas a cabo, según establece la normativa vigente, por personas formadas específicamente para desarrollar estas tareas. Además, debe comprobarse de manera regular su estado de seguridad, especialmente después de sobrevenir tormentas y fenómenos meteorológicos adversos, e instalar en los propios andamios homologados, barandillas, rodapiés y redes para erradicar los riesgos de caídas de las personas y los objetos.
En todo caso, la principal garantía al respecto es contar para el suministro de dichos materiales y estructuras con proveedores de andamios de calidad contrastada, cuya fabricación responda a las certificaciones establecidas por la normativa europea UNE EN-12810 y UNE EN-12811.
Más allá de medidas preventivas concretas, las empresas de construcción deben tener implantado y aplicar un plan de prevención de riesgos laborales de acuerdo con lo estipulado por ley. Además todos los trabajadores que realizan las actividades en las obras deben estar formados e informados al respecto, al igual que las personas que intervienen en la gestión del proyecto de construcción, rehabilitación o reforma, cuyas decisiones pueden condicionar la seguridad de los trabajadores. Es decir, todos en la empresa tienen la obligación de tener en cuenta la prevención como acción prioritaria en cualquier tarea que se lleve a cabo y en las decisiones que se tomen. En todo caso, la prevención de riesgos laborales y promoción de la salud laboral ha de estar integrada en el sistema general de gestión de cada empresa para poder garantizar con la mayor eficacia posible las condiciones de seguridad y salud en el trabajo.
Be the first to comment