Cerca de mil víctimas infantiles en la guerra de Yemen un año después del ataque contra un autobús escolar

Oxfam Intermón pide al próximo gobierno que cancele la venta de armas a Arabia Saudí. 335 niños y niñas han muerto en el último año por ataques

Más de 300 niños y niñas han muerto en combates en Yemen en el año transcurrido desde que un ataque aéreo contra un autobús en Saada mató a 41 escolares de entre 6 y 11 años. Casi 600 menores más han resultado heridos en este periodo, en el que las ventas internacionales de armas han seguido alimentando el conflicto, según informa Oxfam Intermón.

Desde el 9 de agosto de 2018, 335 niños y niñas han muerto a causa de ataques violentos, incluidos ataques aéreos, minas y bombardeos, lo que equivale a las víctimas de otros ocho autobuses. Muchos más han muerto de hambre y enfermedades, según la ONU, en una crisis humanitaria de proporciones masivas causada por el conflicto.

“El mundo se horrorizó por un ataque que se cobró la vida de tantos escolares inocentes y jóvenes”, dice Mushsin Siddiquey, director de Oxfam en Yemen. “Sin embargo, casi un niño o niña ha sido asesinado cada día en el tiempo transcurrido desde entonces y la violencia sigue siendo una amenaza diaria para las y los yemeníes, junto al hambre y las enfermedades.

“La población de Yemen necesita urgentemente un alto el fuego a nivel nacional antes de que se pierdan más vidas por esta horrible guerra y el desastre humanitario que está alimentando. Todas las partes en conflicto y quienes tienen influencia sobre ellas deberían hacer todo lo que esté en su poder para terminar con esta sangrienta guerra “.

La semana pasada, un ataque a un mercado en Saada provocó la muerte de al menos 10 personas civiles, incluidas niños y niñas, mientras que en Taiz, un bombardeo hirió a otros cinco menores. En mayo, los ataques en Al Dalee provocaron la muerte de diez niños y niñas. En Marzo, otros cinco perdieron la vida por enfrentamientos en Taiz, mientras que un ataque en el distrito de Kushar, de la provincia de Hajjah acabó con la vida de 14. A lo largo del último año, se han producido 30 incidentes que han afectado a escuelas y 18 que han afectado a hospitales.

El conflicto entre los hutíes y el Gobierno internacionalmente reconocido, que cuenta con el apoyo de una coalición internacional de la que forman parte Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos, lleva arrastrándose cinco años. Naciones Unidas calcula que, si la guerra continúa en 2022, más de medio millón de personas habrán perdido la vida como resultado de los combates, el hambre y las enfermedades.

El pasado diciembre, los hutíes y el Gobierno internacionalmente reconocido de Yemen llegaron a un acuerdo en Estocolmo que incluía un alto el fuego en el puerto de Hodeida, un enclave estratégico, pero las medidas para ponerlo en marcha se han retrasado.

El Gobierno y la coalición liderada por Arabia Saudí han acusado a las fuerzas hutíes de haber vulnerado el acuerdo de Estocolmo más de 5.000 veces, mientras que los hutíes han acusado a la coalición y al Gobierno de más de 27.000 vulneraciones.

La presión está creciendo sobre la comunidad internacional para que ponga fin a la venta de armas a Arabia Saudí y a otros miembros de la coalición. Oxfam Intermón le pide al nuevo Gobierno que se forme que una de sus primeras decisiones sea cancelar la venta de armas a la coalición saudí. Estas armas pueden utilizarse para violar el derecho internacional y atentar contra población civil, incluidos, como hoy se denuncia, niños y niñas.

Oxfam Intermón reclama que, en vez de vender o autorizar la venta de armas, el nuevo gobierno debe centrarse en incrementar el presupuesto de cooperación, en especial el de ayuda humanitaria, que debe de llegar hasta los 100 millones para atender, entre otras crisis, a la población afectada por el conflicto de Yemen. La política exterior de España también debe promover un rol prioritario de las mujeres, especialmente en conflictos y procesos de paz.

“Setenta años después de la adopción de la Cuarta Convención de Ginebra cuyo objetivo es proteger a la población civil en las zonas de conflicto y alrededor de ellas, los niños y las niñas en Yemen siguen estando en la primera línea de fuego”, lamenta Mushin Siddiquey. “La comunidad internacional debe centrar sus esfuerzos en proteger a la población civil yemení y en poner fin a esta guerra, en vez de lucrarse de ella a través de la venta de armas”.



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