Madrid se convirtió en fechas pasadas en la capital de la Microbioterapia, con un curso de formación sobre la microbiota intestinal y la aplicación de los probióticos en la práctica clínica.
La jornada, que tuvo lugar en el Hotel Holiday Inn Bernabéu, contó con la presencia del prestigioso médico italiano Marcello Romeo, cirujano y PhD en Biomedicina y Neurociencias, referente a nivel europeo en el campo de la microbiota. Junto a él, impartió varias charlas la farmacéutica María Luisa García, especialista en análisis clínicos y una de las pioneras en Madrid en la elaboración de analíticas de heces en su laboratorio, Estudios Analíticos Aplicados a la Clínica, ubicado en Boadilla del Monte.
Al curso acudieron profesionales sanitarios de todas las ramas, dado que la influencia de las bacterias que habitan en nuestro intestino, nuestra boca o nuestro aparato geritourinario han demostrado tener influencia en patologías de muy diversa índole.
Esta manera de entender al ser humano en su conjunto es la base de una nueva forma de tratar a los pacientes, en la que la Medicina preventiva juega un papel fundamental. En este contexto, los probióticos son una herramienta básica al conseguir modular los desequilibrios de nuestra microbiota, que son el origen de muchas de las enfermedades que afectan a las sociedades actuales.
La organizadora del curso es Nutribiótica SL, empresa que distribuye de manera exclusiva en toda España los productos del laboratorio italiano Bromatech, experto en la formulación de probióticos de IV Generación, es decir, de derivación humana y resistentes al ambiente gástrico.
Además de la relación del desequilibrio de las bacterias, conocido en el ámbito médico como disbiosis, con determinadas patologías, el Dr. Romeo expuso de qué manera se deben aplicar los probióticos a la práctica clínica, dada la multitud de cepas existentes y sus distintas funciones en el organismo. Por su parte, la Dra. García centró sus intervenciones en la secuenciación genómica de la microbiota y el diagnóstico de la disbiosis y la permeabilidad intestina a través de los análisis clínicos, que arrojan marcadores de inflamación que orientan a los profesionales para poder diseñar una terapia probiótica específica para cada paciente.
Be the first to comment