Agualab nueva tienda online de sus productos

Foto: Rony Michaud

El clorito sódico es un producto químico que constituye un ingrediente activo de desinfectantes, por lo que es muy apreciado de manera general, y más en la actualidad, para su uso en procesos de limpieza y eliminación profunda de gérmenes. Se obtiene indirectamente del clorato sódico y es una sustancia muy reactiva, además de un fuerte oxidante.

Entre su amplia usabilidad, se utiliza en el ámbito industrial para generar dióxido de cloro destinado a blanquear fibras de textiles o papel. Pero es su potencial para la desinfección profunda y su acción biocida la que otorga el mayor protagonismo a este compuesto, coadyuvante en la producción de dióxido de cloro y varios de sus derivados.

Así, el clorito sódico, que puede adquirirse en Agualab a través de internet, distribuyéndose en soluciones al 25%, se usa principalmente para:

  1. Potabilizar agua en el ámbito doméstico para su consumo por seres humanos o animales.

Una dilución de 1 ml del compuesto (dióxido de cloro, clorito sódico al 25% y un agente activador) por cada litro de agua a tratar elimina todo tipo de organismos microscópicos presentes en la misma:  virus, bacterias y parásitos, erradicándose con ello todo riesgo para la salud.

En la tienda online de Agualab pueden encontrarse presentaciones con ambos componentes o el dióxido de cloro ya activo para su utilización.

  1. Tratamiento de aguas industriales y residuales.

    El fin, a través de procesos similares al anteriormente descrito, es eliminar los contaminantes presentes en aguas que se generan en residencias, instituciones y locales industriales y comerciales.

  1. Desinfección en procesos de la industria alimentaria.

En la producción de alimentos y bebidas el dióxido de cloro se puede utilizar en el agua como un agente antimicrobiano para el procesamiento, por ejemplo, de aves de corral y para el lavado de frutas y verduras.

  1. Esterilizar áreas sanitarias e instrumentos médicos.

En los hospitales y centros de salud o ámbitos sanitarios  (salas de consultas, quirófanos, etc.), el gas de dióxido de cloro es utilizado para esterilizar los instrumentales médicos y  equipos de laboratorio, así como todo tipo de superficies, pudiendo eliminar al 100% bacterias (inclusive la legionella o el ántrax) esporas, hongos y virus;

El clorito sódico, dióxido de carbono y sus derivados también sirven para:

  1. La fabricación de productos de aseo y cuidado personal.

Especialmente ambientadores (al eliminarse las bacterias causantes del mal olor) y los relacionados con la higiene bucal (cremas dentales y enjuagues bucales), ya que las propiedades antimicrobianas de los componentes químicos de referencia son apropiados para el tratamiento de infecciones orales y eliminar las bacterias responsables del mal aliento.

  1. La fabricación de repelentes de insectos y repelentes pesticiadas.

En el primer caso aseguran una protección eficaz de hasta 8 horas, con toxicidad prácticamente nula para la piel de humanos o mascotas.

En el segundo, tienen una acción letal sobre muchas clases de insectos, hongos y larvas.

Debe tenerse en cuenta finalmente que ni el clorito sódico ni el dióxido de cloro son curas para enfermedades o tratamiento de dolencias. Por tanto, la población debe informarse y ser informada sobre su correcto uso.



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