El cuidado de las personas mayores en su propio domicilio es una tendencia al alza en toda España. Las personas mayores cada vez más desean envejecer en su hogar, pero encontrar cuidadores a domicilio de calidad no siempre es tarea fácil. Para solucionar este problema nació Depencare. Una empresa nacida en la Comunidad de Madrid y que ofrece el servicio de cuidado de personas mayores en Madrid y toda España.
Su labor consiste en encontrar el cuidador ideal para cada caso, buscando siempre el encaje perfecto en base a las necesidades concretas de cada persona mayor y/o dependiente.
Facilitando el cuidado a domicilio para las personas mayores
Con esta vocación de gran impacto social buscan dar servicio a todas las necesidades que pueda tener una persona mayor: cuidado, acompañamiento, elaboración de comidas, aseo e higiene, apoyo en tareas domésticas, etc. pero también otras necesidades más específicas como sesiones de fisioterapia para personas mayores y alquiler y compra de productos de ortopedia.
El “secreto” para conseguir personas de gran profesionalidad y confianza, dedicadas al cuidado, está en un proceso de selección al que se le dedica mucho tiempo y cariño. “Todas las personas dedicadas al cuidado que trabajan a través de Depencare deben contar con experiencia previa validada y cumplir con unos requisitos de empatía, orientación al servicio y profesionalidad. Además, siempre verificamos las referencias y recomendaciones previas, antes de aceptar a cualquier cuidador” afirma David González, fundador de Depencare.
Otra particularidad de esta empresa es su vocación por el servicio y respeto a los mayores y sus familias que nace de la propia experiencia del fundador de la empresa. “Las primeras personas a las que cuidamos fueron mis propios abuelos”, comenta David González, que vivió en sus carnes las dificultades que existen para encontrar cuidadores profesionales y de confianza.
Un sector necesitado de ayudas y regulación
El cuidado de mayores no es algo nuevo, pero se trata de una actividad que lleva mucho tiempo oculta y que por tanto se ha estado desarrollando, en muchos casos, sin atender a la legislación correspondiente o “en b” como suele decirse. Esta forma de actuar provoca que la actividad se realice sin las garantías que debería para la familia, ni los derechos que merece el trabajador.
“Existe la concepción errónea de que el cuidado a domicilio es caro, pero no lo es más que una residencia”, afirma David González, que señala como es fácil que el coste de las residencias supere los 2.000 euros mensuales, mientras que la ayuda a domicilio puede no superar esa cifra ni aún contratando 2 personas para cubrir la semana completa.
El servicio de interna es uno de los que más se realiza fuera de la legalidad, en el que algunas familias tienen a una persona trabajando de lunes a domingo, disponibles 24 horas, sin contemplar las 36 horas continuadas de descanso semanal que contempla la ley. “Es importante que todo el mundo vaya siendo consciente de las reglas del juego, ya que la esclavitud se abolió hace 2 siglos” comenta González.
Hacia una población cada vez más envejecida
Con toda esta problemática, actualmente un tercio de la población española es mayor de los 65 años. Una situación problemática y que plantea muchos retos, entre ellos cómo mejorar la calidad de vida de las personas mayores.
Posiblemente la respuesta esté más cerca de lo que piensas: en tu propio hogar, sin salir de tu entorno y con la persona de apoyo adecuada.
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