¿Estás interesado en vender o comprar diamantes? Déjate asesorar por profesionales formales y solventes

Imagen: Lars Plöger / Pixabay

¿La crisis e inestabilidad económica derivada de pandemia que estamos sufriendo te ha colocado en una situación difícil y necesitas liquidez de una manera rápida? ¿Deseas por ello vender un diamante o una joya con todas las garantías de seriedad o solvencia y a un precio justo, y no sabes por dónde empezar? ¿O tal vez lo que deseas es comprar porque te encuentras en una circunstancia inversa?

Si tu objetivo es vender, más allá de las subastas a las que puedes acudir a tal fin, arriesgándote a que quizá la puja más alta que recibas por tus artículos o piezas de joyería esté muy por debajo de su precio real o al menos del importe económico que mínimamente desees obtener o estés dispuesto a aceptar, la opción más segura y acertada es acudir a profesionales del sector que sean formales, íntegros y buenos conocedores de las piedras preciosas y las joyas.

Destacan entre ellos expertos como los de Moon Diamonds, que acumulan más de 20 años de experiencia y pueden asesorar óptimamente en los procesos de compra venta de diamantes no solo a los vendedores sino también a quienes deseen adquirirlos, ya que son productores, talladores y clasificadores de diamantes, una actividad que conocen en profundidad tanto en España como en el ámbito internacional. E igualmente pueden ayudarte a vender joyas en Madrid, pues cuentan con una influyente oficina en la capital, en la que trabajan a la vez con alta joyería, en la que caben incluso joyas de época y hasta los más prestigiosos relojes.

Una vez elegido el equipo de expertos en el que confiar para vender tu pequeño tesoro, la primera tarea es tasar o valorar adecuadamente el diamante, para lo cual hay que tener en cuenta su peso, expresado en quilates. Cada quilate equivale a 0,20 gramos y lo habitual en el mercado es poner a la venta cada pieza a partir de medio quilate de peso, que es igual a 0,50 quilates. Por debajo de ese peso, no suele ser apreciado pues se considera que tiene poco valor.

Otro elemento a valorar a la hora de poner a la venta un diamante es su color, esto es, su tinte e intensidad del mismo y, lo que más se tiene en consideración es su rareza. Es decir, diamantes de colores raros hay pocos, por lo que son los que más valor suelen tener. Así, los más apreciados son los incoloros, pero más aún los diamantes de color rojo y los diamantes rosas, que los expertos califican de excepcionales. Por el contrario, son más abundantes los de color negro y marrón u ocre, y los amarillos, por lo que esos últimos tienen un menor valor, ya sea de cara a venderlos o a comprarlos.

Otros aspectos que hacen que un diamante sea más o menos deseado y, por tanto, valga más o menos, son sus dimensiones (diámetro, altura, espesor, etc.), su mayor o menor fluorescencia y “su edad”, o sea, la fecha en la que fue extendido su certificado de autenticidad como gema. Este certificado, conocido como gemológico, es necesario para poder vender tu piedra preciosa, y es preciso que lo emita un laboratorio geológico de reputación internacional. De ello depende que puedas obtener un buen importe por la misma.

También hay que tener en consideración, al asignarle precio a un diamante, cuál su forma, ya que de cómo haya sido tallado, otorgándosele un buen acabado, simetría y pulido, tendrá más brillo y reflejará más luz y, por tanto, será más valioso.

Finalmente, los tasadores de piedras preciosas, entre las que el diamante es la gema más apreciada, se fijan en su pureza, es decir, en que no tenga defectos de cristalización o impurezas, que obviamente le restan valor.

Si no cuentas con diamantes y lo que necesitas es vender joyas en Madrid para salir de una situación de ahogo económico y hacerlo además obteniendo el mejor precio posible, no un precio de empeño, los mismos profesionales y expertos pueden ayudarte. El actual es un buen momento además para realizar este tipo de operaciones, dada la cercanía de las fiestas navideñas, en las que regalar colgantes, pendientes, pulseras, sortijas, collares, gargantillas o relojes es una de las costumbres más arraigadas en esta época del año, y las joyas de segunda mano, especialmente si son de gama alta, son asimismo muy valoradas y apreciadas.



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