Alberto Lejárraga, licenciado en Ingeniería Informática, plena garantía en una portería

Alberto Lejárraga

Siempre tuvo claro que su vida no podía centrarse únicamente en el fútbol. Es su pasión, su profesión, pero Alberto Lejárraga Rubio (Madrid, 15 de abril de 1995) nunca se olvidó de los libros, de una formación que el día de mañana le ofrecerá muchas opciones laborales.

El guardameta madrileño, con 26 años de edad, se encuentra en un perfecto momento para ofrecer su mejor rendimiento. Tras dar sus primeros pasos en clubes de Madrid, en la A.D. Alcorcón y el C.D.A. Navalcarnero -en ambos clubes en dos etapas-, inició una nueva aventura en el filial del Granada, club con el que vivió un ascenso a Primera División como tercer portero de la primera plantilla. Tras dos temporadas en tierras andaluzas, dio el salto al Real Murcia, jugando cedido los últimos seis meses de la pasada temporada en el C.D. Las Rozas.

Estuvo seis o siete meses sin jugar antes de iniciar su segunda etapa en Navalcarnero. En su segundo período en la A.D. Alcorcón no se sentía muy a gusto y reconoce que “decidí centrarme en los estudios, entre otras cosas”. Gracias a su determinación y esfuerzo, “este año he terminado Ingeniería Informática y seguramente el curso que viene haga un máster”.

“Siempre he tratado de compaginar fútbol y estudios, porque en casa me han hecho ver que debía seguir con los libros y la verdad es que estoy orgulloso de haber acabado la carrera”, recalca Alberto. “Son mis dos pasiones, el fútbol y la ingeniería informática. Y sigo con las dos cosas…”, enfatiza.

En su mejor momento

Volviendo al fútbol, recuerda con mucho cariño su etapa en Granada, donde “viví el ascenso a Primera. Estaba en el equipo filial, pero también como tercer portero del primer equipo y la verdad es que fue un año increíble, viviendo momentos muy bonitos”. Además, para rematar una temporada para no olvidar, “con el filial nos salvamos en una campaña muy complicada…En fin, de aquella etapa tengo muy buenos recuerdos y muchos amigos”.

También tiene buen recuerdo de su periplo en el Real Murcia, “un club de máxima exigencia” por su historia. “En lo deportivo fue una etapa muy bonita, pues en el estadio siempre había un mínimo de 6.000 espectadores. Recuerdo los derbis, contra el Cartagena o la UCAM. Se sentía que era un fútbol de Primera”, apunta el portero.

En su última aventura, en el C.D. Las Rozas, no jugó lo que esperaba, pero deja claro que “es de las etapas en las que me he visto mejor, me integré muy bien en el grupo, con más ganas que nunca de poder demostrar mi valía. De todo se aprende y así ha sido, hay que quedarse con las cosas positivas”.

Una preparación de diez

“Seguía los últimos años las Sesiones AFE y dada mi situación, no me llegaba una oferta que me convenciera, decidí apuntarme. No sabía muy bien cómo se desarrollan, pero es una experiencia más que quería vivir”, relata al referirse a lo que está viviendo en Oliva Nova.

Ya ‘in situ’, subraya que “todo ha superado las expectativas que tenía. Estoy viviendo una pretemporada como la de cualquier equipo profesional, el nivel de Sesiones AFE es muy alto en todos los aspectos; servicios médicos, cuerpo técnico, auxiliares… Tenemos todo tipo de medios a nuestra disposición y estoy muy contento de estar aquí”.

El objetivo, como el de sus compañeros, “llegar al ciento por ciento a un equipo este verano. En nuestro caso concreto, para los porteros está siendo una preparación de diez… Emilio, nuestro técnico, tiene mucha experiencia, entiende muchas situaciones y nos está haciendo trabajar mucho, pero lo estamos disfrutando. Nos va a venir bien con vistas a incorporarnos a algún club”.



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