Aversión a la televisión

Vicente Verdú, en su blog, en una entrada-artículo del 07/09/06 titula una columna de este modo, anteponiéndole el artículo: “La”, Las Aversión a la televisión.

Defiende, si he entendido bien, que llevamos ocho o nueve décadas de la invención de la televisión, y, todavía no se han realizado estudios suficientemente serios y académicos, que estudien y analicen la televisión en todos sus parámetros-dimensiones-perspectivas. Me atrevería indicar, que puedo reinterpretar que no se han realizado análisis suficientemente profundos y académicos y no académicos sobre la filosofía de la televisión y, el resto de aspectos, desde todos los saberes.

Este artículo lo voy a intentar organizar-sistematizar-estructurar, no como otros, que diríamos, siempre incluyo datos, lo más verídicos y verdaderos posibles, datos de distintas fuentes, nombres, autores, procedencias, ideologías. En este, si se me permite, voy a expresar, como la mayoría de las columnas que se redactan, con letras de bits en el mar de la electrónica, con pareceres y desaparecer, argumentos y razones, datos e intuiciones, posibilidades y temeridades a “vuela pluma o vuelo pato”, diríamos, que son reflexiones que nacen muy de dentro, de multitud de años, décadas de reflexión sobre la televisión, de consumo sobre y en la televisión.

Podríamos indicar que mi generación es el “homo televisivo”, posiblemente, haya consumido más información-entendimiento del mundo, a través de la televisión, que por otros medios. En general, masivamente, más que la media. Quizás, la anterior generación al medio siglo anterior, sería el “homo radio”, y, la actual generación y la que continúa de momento, podríamos titularla, como “homo Internet”, en todas sus formas móviles, ordenadores, videojuegos, y, lo que vaya pariendo-surgiendo-renaciendo de esos medios.

Si la civilización romana, toda ciudad, que pasaba de un número de habitantes, o tenía un poder político regional, construían si era posible, no solo un Acueducto, sino también un teatro, un anfiteatro, un circo. Y, esto conformaba estructuras de entretenimiento y ocío, pero también de educación de los pueblos. Decir “masas”, me resulta demasiado poco respetuoso con la dignidad humana. Porque a Ortega habría que indicarle, que quizás alguno de sus bisabuelos, también sería pueblo, hombre masa, para su tiempo… Ese complejo técnico-tecnológico que se ha desarrollado en estos últimos cien años, llamémoslo, prensa-radio-televisión-Internet, conforman el tapiz de la conformación de la conciencia humana.

Cierto es, que existen otras realidades que educar-endoculturar, hacen a los humanos, en parte animales y en parte, racionales, es decir, la diferencia escolástica, “hombre y humano”, actos del hombre y actos humanos. Los primeros, son diríamos actos de la naturaleza y sus necesidades, los segundo, son actos que la voluntad-libertad-inteligencia-moralidad-creatividad-ingenio intervienen, son esenciales.

Decíamos, que interviene también la familia, la escuela, la sociedad, las religiones, las filosofías-ideologías, etc. No cabe duda, que la mayoría de la población hoy, hoy y ayer, “han visto más horas de televisión que horas han dedicado a leer libros”, por ejemplo, y, los más jóvenes de hoy, ya casi adultos, “han visto más horas de móviles-Internet-ordenador”, que horas dedicadas a leer libros o a asistir a la enseñanza reglada. Por consecuencia, con todos los matices que ustedes quieran o deseen, la televisión ha sido la urdimbre que ha formado y conformado en parte y en gran parte, la mayoría de las conciencias-consciencias del ser humano de la segunda mitad del siglo veinte, en parte de lo que llevamos de este siglo –pero ahora, compartiéndolo, con los artilugios de Internet-.

No es solo, que la televisión, nos haya dado modos de analizar-pensar-concebir la realidad, en sus formas teóricas, sino que la televisión, en una parte importante, no sé en cuanta cantidad, dependerá de otros factores, ha conformado nuestras estructuras irracionales en gran parte o de formas muy concretas. No es que los anuncios nos desarrollen e incentiven determinados deseos y pasiones, no es solo que los datos y anuncios nos dirijan hacia ciertas direcciones, es que las películas emitidas por la televisión, y multitud de otros programas en otros formatos, nos conforman, en una parte importante, los niveles racionales e irracionales del ser humano. Jamás, la sociedad y los poderes reales de la sociedad han tenido un instrumento tan fuerte y grande, para dirigir a las mismas sociedades, hacia un lado y hacia otro. Y, esto es evidente, poner ejemplos, sería baladí. Solo hay que asomarse. Diríamos que los púlpitos del siglo veinte, han sido y son la prensa, radio, televisión, Internet. Por eso, los poderes reales, ya no necesitan las iglesias-templos y religiones, para conformar la sociedad, ya tienen la masiva cantidad de datos conscientes e inconscientes, de conceptos y de conductas que pueden inferir y condicionar con la televisión.

Terminemos, si existe imaginariamente, que el Estado tiene dos cadenas de televisión, porqué no dedica una, a la información y entretenimiento en general, y otra, a la enseñanza y educación y cultura, lo más profunda y esencial posible… Por qué existiendo diversas emisoras de radio por parte del Estado, no hace lo mismo, masivamente, alguna con programas de alta cultura y alta enseñanza y alta educación, y el resto dedicarla a las finalidades del Estado. Pregunto…


Jesús Millán Muñoz – http://soliloquios.blogia.com  © jmm caminero (09-13 octubre 2021 cr). 



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