De San Blas a París: tres vidas y varias vueltas alrededor del mundo

La historia de superación de este exitoso madrileño que ahora empieza un nuevo comienzo en la capital francesa

Alberto Holgueras

Alberto Holgueras nació en San Blas en enero de 1983. Con tan solo 3 años comenzó a bailar y se subió a su primer escenario. Lo que no sabía por aquel entonces es que sería el primero de muchos. A los 13 años entró en el Conservatorio de Danza Clásica de Madrid y con 17 años le ofrecieron su primera andadura profesional como bailarín en un crucero.

Alberto no se lo pensó dos veces y emprendió la que sería la primera de sus tres vidas, como él mismo reconoce. Durante 15 años, este madrileño recorrió los 7 mares y prácticamente todos los países costeros del mundo. Bailando en cruceros, casinos y parques temáticos de los 5 continentes desarrolló una importante carrera artística, aprendió a hablar 5 idiomas, conoció infinidad de personas -aunque reconoce que siempre se sentía muy solo- y desarrolló un gran olfato en el sector turístico.

Alberto Holgueras

Cuando estaba en la “cresta de la ola” decidió reinventarse y darle un giro a su vida. “Quería establecerme en un lugar, volver a estrechar lazos con mi familia y amigos. Tener una vida normal”, reconoce Alberto. En ese momento, con su destino en mente claro: regresar a Madrid, comenzó sus estudios de Gestión de Alojamientos Turísticos en MasterD. “Mi experiencia profesional y mi curiosidad me llevó a conocer muy de cerca lo que el turista busca, lo que necesita, lo que espera. Por eso, pensé que ese podría ser mi futuro”.

Desde cualquier lugar del globo que su compañía de cruceros atravesaba, Alberto estudiaba en su camarote el tiempo que los ensayos y espectáculos le dejaban, con la ilusión de quien sabe que luchar por sus sueños es posible.

Así, tras año y medio de formación logró su primera oportunidad en el sector del turismo de lujo. “Gracias a MasterD encontré una oportunidad en Axel Hotel Madrid, como recepcionista en prácticas”. La vocación de servicio de Alberto y su calidez y cercanía fueron su gran aliado y en tan solo unos meses, la mayoría de las opiniones de los clientes de este hotel madrileño en las páginas de opiniones mencionaban al de San Blas. Fue de esta forma tan sencilla y especial como el director del hotel le ofreció un contrato fijo y durante dos años y medio trabajó como recepcionista, mentor de las nuevas incorporaciones, jefe de recepción y llegó a convertirse en director del hotel los fines de semana.

“Cuando menos me lo esperaba, la vida me volvió a pedir que volviera a empezar”. Alberto conoció al que hoy es su pareja en su puesto de trabajo. Así que comenzó la que sería la tercera de sus vidas y se mudó a París con él.

Pero los inicios nunca fueron fáciles. “Cuando llegué a París me apunté a un curso intensivo de francés en una academia y comencé a buscar trabajo de nuevo”, explica Alberto. Su primer intento fue en la cadena hotelera Meliá, que cuenta con programas para ayudar a españoles a encontrar trabajo fuera de nuestras fronteras.

Tras la entrevista le comunicaron de inmediato que estaba contratado. De camarero, pensó él, con una mezcla de resignación, pero con alegría de haber logrado esa oportunidad que necesitaba para mostrar su valía. Su entrevistador rápidamente le aclaró que querían ofrecerle el puesto de Guest Experience en el Hotel Meliá La Defense de París. Alberto no daba crédito.

“Es la persona encargada de que tu estancia en el hotel sea excepcional. Se asegura de que el cliente se sienta especial, de hacer realidad cualquiera de sus sueños durante el viaje, desde las visitas a la ciudad, hasta las peticiones más excepcionales como celebrar un cumpleaños sorpresa”. Así define Alberto su nueva tarea con la que comienza la tercera de sus vidas. Esta vez en la ciudad del amor a la que ha llegado por amor.

“He empezado mi vida de nuevo 3 veces: una como bailarín, otra como recepcionista en Madrid y otra como Guest Experience en París”, dice con ilusión. Para Alberto, que nunca ha dejado de reinventarse y que a sus 35 años decidió dar un vuelco a su vida volviéndose a formar, nunca es tarde para reinventarse y soñar la vida que quieres. “La edad no importa, lo que importa es luchar por tus sueños e ir a por ellos”.



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