Desguaces de la Comunidad de Madrid

Cuando utilizamos términos como desguaces Madrid probablemente una mayoría de nosotros simplificará su significado relacionándolo con un ‘cementerio de coches’, aunque puedan acoger también motos, furgonetas, “todoterrenos”, autobuses, tractores y… hasta barcos. En definitiva, todo tipo de vehículos que estén dados de baja definitiva en la Dirección General de Tráfico (DGT) o en el Registro Marítimo, si nos referimos en el último caso a embarcaciones.

Bien podríamos describir los desguaces como los lugares en los que se depositan, tras su retirada, vehículos viejos o en un estado irreparable o situación muy compleja, de modo que se llevará a cabo con cada uno de los mismos el correspondiente tratamiento. De éste se deriva en muchas ocasiones el reciclaje o aprovechamiento de piezas o recambios para vehículos en activo de todas las marcas, en cuyos talleres o concesionarios oficiales podría no haber ya en stock determinadas piezas de recambio (sobre todo de los coches que ya no se fabrican) o son muy caras.

Los propios establecimientos de desguace se pueden encargar de tasar los coches para que les sean entregados para su reciclaje y también pueden darles de baja. En realidad, el reciclaje de vehículos es la principal actividad de este tipo de negocios, que reciben la denominación de Centros Autorizados de Tratamiento (CAT), mientras que los vehículos que causan baja ante Tráfico reciben el nombre de Vehículos Fuera de Uso (VFU).

Una vez retirado cada vehículo, se procede a descontaminarlo, extrayéndoseles los líquidos peligrosos (aceites, líquidos de frenos, combustible) y, asimismo, las piezas que pueden ser reutilizadas como recambios. A continuación, se empaqueta con una prensa móvil y se transporta hasta plantas fragmentadoras, donde se tritura con diferentes técnicas mediante las que se obtiene el metal férrico (la chatarra) y otros metales homogéneos, inclusive aluminio para su reutilización.

Hay en la Comunidad de Madrid decenas y decenas de Centros Autorizados de Tratamiento, constituyendo los trabajos que se realizan en los mismos la principal actividad industrial en algunos municipios. Así, por ejemplo, los desguaces en San Martín de la Vega suman cerca de una cincuentena, siendo algunos de ellos los de mayor tamaño y más modernos (por sus instalaciones y maquinaria) entre los existentes en nuestra región.

Las piezas de segunda mano de los coches, furgonetas, motos y demás vehículos de todos los modelos y marcas que se desguazan, constituyen una de las fuentes fundamentales de ingresos de los CAT, una vez se venden a particulares y talleres tras verificarse la calidad de los repuestos, lo que contribuye a su vez a que los vehículos que no están fuera de la circulación tengan una vida útil más longeva.

Para garantizar despieces seguros, los propios CAT se dedican a comprar coches en buen estado a partir de que los vehículos tengan 8 o 10 años, llegando a obtener así los particulares mejores precios que si ponen sus vehículos a la venta en los mercados de ocasión y portales de internet.

Igualmente, para los ciudadanos comprar recambios de segunda mano en un desguace supone un buen modo de ahorrar dinero pues podrán obtener las piezas como si fueran nuevas a precios más económicos que los que encontrarán en los talleres especializados que trabajan con las marcas de sus vehículos, cuyos precios son superiores al ofrecer recambios nuevos a sustituir además con el empleo de mano de obra, lo cual conlleva costes adicionales.



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