Una plantación de pistachos en Valdetorres del Jarama pone en jaque 221 hectáreas de pura biodiversidad

Un grupo de vecinos apoyados por el Partido Animalista PACMA denuncia que el Ayuntamiento ha autorizado a una empresa privada a vallar una parte del terreno dejando a corzos y pequeños animales atrapados en el interior sin acceso al agua del río

Corzo atrapado

El pueblo de Valdetorres del Jarama, en la Comunidad de Madrid, teme por la vida de incontables animales y plantas ubicados en unos terrenos en los que el propio Ayuntamiento acaba de autorizar a la empresa privada Sancorganic SLU a establecer una enorme plantación de pistachos. Parte de las 221 hectáreas adquiridas desde la urbanización hasta el río ya han sido destruidas. Ahora la empresa ha vallado casi dos kilómetros más de terreno dejando atrapados animales en su interior. Los vecinos aseguran que ya han tenido que rescatar corzos deshidratados, y que hay familias enteras separadas.

Las aperturas de las vallas son insuficientes según los testigos. Tanto es así que los animales se golpean constantemente intentando pasar de un lado a otro, tal y como mostró PACMA en un vídeo colgado en sus redes sociales este fin de semana grabado por una vecina. Lo peor se lo llevan los que se han quedado en el interior, privados de acceso al agua del río Jarama, o las crías separadas de sus madres.

“Pero no solo hablamos de los corzos, sino de los animales que no se ven. La zona está repleta de pequeños mamíferos y aves que la utilizan como zona de paso”, explica una de las vecinas implicadas.

Y tiene sentido, ya que, al parecer, la empresa no ha respetado los 100 metros de distancia requeridos por la Delimitación del Dominio Público Hidráulico, más conocida como “zona de policía”, que comienza a contar desde la línea del cauce del río y que, además, está incluida en la Red Natura 2000. Toda la plantación es un área calificada como “de importancia para las aves y la biodiversidad” (IBA). Incorpora, además, dos caminos de uso tradicional oficialmente reconocidos en el catastro que han sido cerrados al paso.

Según la Comunidad de Madrid, “los espacios protegidos Red Natura 2000 forman parte de una red ecológica europea cuya protección y gestión tiene por objeto el mantenimiento o restablecimiento de la diversidad biológica, mediante la protección de los tipos de hábitats naturales y de las especies de flora y fauna silvestres de interés comunitario”. En particular, este área es una zona LIC (Lugar de Importancia Comunitaria) / y ZEC (Zona Especial de Conservación).

La Consejería de Medioambiente de la Comunidad de Madrid expone que no consta aportación de ningún informe de impacto ambiental preceptivo para el desarrollo de las obras, el cual sería obligatorio en este contexto, e insta a los vecinos a poner los hechos en conocimiento del Área de Disciplina Ambiental.

Destrozando el paisaje

“Se han arrancado árboles, arbustos como retamas y otra vegetación tanto en la zona de servidumbre como zona de policía del río Jarama, en la zona A de Conservación Prioritaria del mencionado LIC. También se ha utilizado vallado cinegético y una excavadora para modificar el terreno de la ZEC del cauce del río; se ha modificado el terreno de la Vía Pecuaria de Cañada de Maroto en el tramo que discurre junto a la Yeguada Anantara; se han fijado algunos mojones con cemento/hormigón junto al vallado y, otros, se encuentran tumbados”, expone uno de los vecinos que comenzó con la movilización, que lleva ya más de 1.000 firmas recogidas en una petición de la plataforma Change.org.

“Además, en la parcela hay dos vías de comunicación de dominio público que unen el Descansadero de la Quebrada y la Colada de Talamanca a Madrid con la ribera del río, y han sido cerradas al paso de personas y animales”.

Por su parte, el Ayuntamiento de Valdetorres del Jarama niega en un comunicado que la empresa haya cometido ilegalidad alguna o que existan los mencionados caminos en el interior del vallado. Afirma, por el contrario, que “la entrada y salida de corzos se produce por la altura de la valla, que permite que estos puedan entrar y salir”; algo que los vecinos y PACMA rechazan ya que, a simple vista, dicho vallado es demasiado alto como para ser sorteado incluso por animales de gran tamaño.

Los vecinos: en alerta para evitar las muertes por deshidratación

El Partido Animalista afirma que los vecinos se han visto en la situación de tener que llamar varias veces a la Guardia Civil para que abriesen los accesos de la finca y permitiesen el paso de animales perdidos y deshidratados. Aseguran que las pequeñas aperturas de apenas un metro colocadas en dos kilómetros de vallado son “insuficientes” y que los animales se encuentran “enclaustrados” en el terreno.

Reiteran que esto es solo “lo que se ve”, y que en al otro lado de la valla se desconoce exactamente “cuántos animales podrían estar pereciendo”.

Tanto PACMA como la asociación de vecinos seguirán insistiendo para obtener respuesta del Ayuntamiento de Valdetorres de Jarama que, por su parte, se ha negado a continuar con los diálogos tras ser preguntado en reiteradas ocasiones por la legalidad de la situación.



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