Deportes llamados “urbanos”

Skateboard

Las ciudades han sido equiparadas en poesías, canciones, telenovelas y el arte en general con selvas de cemento, la jungla de concreto, entre otros símiles que, por correspondencia, asocian al hombre postmoderno con un animal urbano. Ciertamente, los avances en el modo de vida y la cotidianidad cada vez más vinculada con la tecnología han redefinido el modo en que comemos, dormimos, estudiamos, trabajamos, y, por supuesto, el modo en que nos divertimos dentro de una ciudad, donde –a pesar de la planificación– escasean los espacios abiertos para el esparcimiento y las actividades donde el cuerpo y la mente puedan armonizar con el entorno, o incluso escapar de él. Los deportes también han cambiado desde que los antepasados simios bajaron de los árboles y los homo sapiens comenzamos a abordar el ascensor.

Para quienes gustan de ejercicios físicos calmados y relajados está el Barre, práctica grupal que combina el uso de la barra de ballet combinado con posiciones de yoga y pilates. Para quienes gustan de más intensidad para descargar las calorías está la capoeira, disciplina afro-brasilera que combina movimientos basados en las artes marciales más antiguas (preparación física secreta de los esclavos guerreros) y danzas de amplio despliegue físico, todo sincronizado al ritmo de la música. Para quienes buscan desafiar al ya desafiante contexto urbano, sus edificaciones, escaleras, aceras, banquillos, pasamanos, cornisas y pasarelas, está el deporte extremo a manos libres con más crecimiento: el parkour, práctica que combina escalada, salto y carreras con creativos movimientos estéticos en circuitos urbanos con puntos de salida y llegada en el menor tiempo posible.

Otra tendencia deportiva urbana la vemos crecer en los rocódromos, estructuras que con dispositivos de anclaje sirven de escenario para la escalada urbana (urban climbing), donde se cuenta con implementos de seguridad suficientes. No obstante, para quienes gustan de la adrenalina en situaciones extremas está el alpinismo de ciudad (buildering) que consiste en trepar por grúas, torres y estructuras de gran altitud en escalada libre, provistos con un arnés para prevenir caídas, por lo que mayormente tiene ejecuciones sin permiso ni gubernamental ni de los propietarios de las estructuras.

Para quienes prefieren deportes indoor, dos disciplinas de raqueta (derivadas del tenis) ganan cada vez más adeptos: el pádel y el squash, ganando ya tantos fanáticos que puedes dar seguimientos a sus campeonatos siguiendo este enlace, así como el de otros deportes. El pádel (paddle) es un deporte de origen vacacional mexicano, que se juega en parejas y consiste en pasarle a los oponentes la pelota, rebotando primero una vez en el campo contrario. Se juega en espacios lindados por paredes, sobre los que puede rebotar la pelota también, habiendo rebotado primero en el campo contrario. Otro derivado del “frontenis” es el squash, que requiere paredes completamente cerradas (una de ellas, de vidrio) y su ritmo es mucho más rápido. No es necesario que se juegue en parejas, la pelota puede golpear más de una vez los muros, pero sólo debe rebotar una vez en el suelo, sino se anota un punto para quien lanzó.

Los parques urbanos incorporan cada vez más practicantes cotidianos y torneos envueltos en festivales musicales, algunos de ellos de alcance multitudinario. Allí se dan cita los amantes del scooter, roller freestyle, breaking y skateboarding, todos ellos deportes sobre ruedas pequeñas que ofrecen en sus saltos y piruetas, un oasis dentro de una selva de concreto.



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