La auditoría de empresa, indispensable para generar valor en las compañías y confianza en los inversores

Por ley las empresas están obligadas a presentar sus cuentas anuales en un plazo máximo de 30 días, a contar desde que son aprobadas en la correspondiente Junta General. Para una inmensa mayoría de compañías, esta presentación de cuentas coincide con el año natural que esté en curso, finalizando el 30 de julio el plazo último para depositar dichas cuentas. Éstas deben incluir un balance, una cuenta de pérdidas y ganancias, el estado del patrimonio neto y una Memoria.

En todo caso, para que el citado trámite contable a llevar a cabo sea correcto, resulta conveniente realizar una comprobación de los protocolos y procedimientos con el objetivo de garantizar el cumplimiento de los requisitos legales y reglamentarios, detectar fraudes e identificar errores, si los hubiera, y corregirlos o implementar las modificaciones que se precisen.

A tal fin cabe recurrir a una auditoría para empresas que ayude a mejorar y crecer cada negocio. Gracias a ella, se podrá establecer, entre otras actuaciones, una gestión de riesgos, aunque resulta conveniente acudir para que la realicen a profesionales solventes, que tengan experiencia y la debida cualificación, así como un buen conocimiento de los sectores de actividad en los que las empresas se desempeñen. De este modo, se podrá asegurar la estabilidad y el futuro de cada actividad empresarial.

Entre los equipos profesionales expertos en hacer estas auditorías, destaca el de Legalnet, una firma especializada en ofrecer estos servicios, así como los de assurance y los de asesoría en el ámbito de la contabilidad, servicios que aportan un considerable valor, credibilidad y fiabilidad a las empresas auditadas y que generan a la vez una gran confianza entre los inversores.

Dentro del abanico de servicios que los auditores y consultores de Legalnet prestan, sobresalen también, además de los correspondientes a la auditoría tradicional, los relacionados con el reporting financiero (PGC, NIIF, US GAAP), la gestión de procesos de salida a Bolsa, la emisión de valores en ámbitos nacionales e internacionales y una asesoría financiera con continuidad en el tiempo.

Una vez efectuada una auditoría interna, cuya realización puede durar desde varias semanas a unos cuantos meses, en función del alcance de la misma y de la complejidad de los procesos y áreas empresariales a auditar, se elabora un detallado informe de auditoría, en el que se recogen los hallazgos detectados y una serie de recomendaciones destinadas a mejorar los procesos. A la par, se realiza un plan de acción para asegurar que se ejecutan las recomendaciones y además correctamente, el cual debe comprender plazos, responsabilidades y recursos requeridos para que las recomendaciones puedan llevarse a cabo eficazmente.

Las recomendaciones, en todo caso, deben ser realistas y, por lo tanto, factibles, siendo fundamental que estén alineadas con los objetivos estratégicos de cada organización empresarial.

Es conveniente que dichos objetivos estén contemplados en la Memoria de las cuentas anuales a presentar, constituyendo la misma un documento de referencia para la toma de decisiones empresariales futuras, junto con las conclusiones del Informe de auditoría, a completar con un seguimiento que garantice que se implementan las recomendaciones, se mejoran los procesos auditados y se cumplen los objetivos.



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