Las inquilinas de Blackstone irrumpen en su sede de Madrid para exigir una negociación colectiva

Decenas de vecinas de distintos puntos de la Comunidad de Madrid se han presentado este pasado jueves 4 de mayo en las oficinas de Fidere y Testa para exigir una negociación colectiva y el cese de los abusos inmobiliarios del fondo buitre.

La acción se ha llevado a cabo por un grupo de representantes de las inquilinas de diferentes municipios de la Comunidad que llevan meses organizadas junto al Sindicato de Inquilinas. El mes pasado, un pequeño grupo de representantes acudía a la sede para realizar entrega de una carta firmada por 750 inquilinas a la atención de Juan Pablo Vera – director general de Testa Home- en la que exigían una negociación colectiva, sin recibir respuesta alguna por parte de la entidad ni aceptación de las mismas. A pesar de que las vecinas han mostrado en múltiples ocasiones su voluntad de negociación desde que finalizaron sus contratos hace ya un año, el fondo sigue sin ofrecer alternativa alguna mientras mantiene los procesos judiciales.

Ayer medio centenar de vecinas han vuelto a irrumpir en la sede de Testa versionando la ranchera “Rata de dos patas” para dejar claro al fondo que la lucha contra Blackstone se mantiene más viva que nunca y que esta no cesará hasta que haya una negociación colectiva para todas las vecinas. Sobre todo después de la aprobación de una Ley de Vivienda totalmente deficitaria y que continúa dejando desprotegidas a las inquilinas contra los abusos de los grandes fondos.

Entre las decenas de vecinas que han acudido a la acción, hay diferentes perfiles de inquilinos, desde octogenarios que entraron en sus viviendas hace más de 20 años gracias a un sorteo de viviendas de protección oficial hasta parejas jóvenes que llevan meses pagando precios desorbitados por su alquiler en zonas claramente tensionadas. Lo que tienen en común todas ellas es que son meros números que Blackstone necesita para cumplir sus expectativas de negocio e inversión, mientras continúa ahogando a los inquilinos con cláusulas abusivas, falta de mantenimiento en las viviendas y subidas desorbitadas en las renovaciones de los contratos que en algunos casos alcanzan el 70%.

Blackstone es el fondo buitre estadounidense responsable de más de un millón de desahucios desde su llegada a España hace ya una década, cuando la Comunidad de Madrid facilitó la compra-venta de más de mil viviendas públicas a precios muy inferiores a su valor de mercado. Su modelo de mercado a día de hoy está más centrado que nunca en sacar la máxima rentabilidad a sus activos, aunque eso suponga imponer subidas abusivas o cobrar una renta superior a la establecida por ley para viviendas con protección oficial



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