Carta desde el corazón de un médico jubilado: ¿homenajes? no, gracias… mejor, trato humano para el profesional

Carta de Alfonso López de Viezma a Rosario Azcutia, gerente de Atención Primaria de la Comunidad de Madrid

Alfonso López García de Viedma

Estimada Rosario, he recibido una carta tuya invitándome a un acto de homenaje por mi jubilación, el 22 de mayo.

Ya escribí en su momento que no pensaba acudir y ahora te escribo para que sepas los motivos de esta decisión

Los motivos son varios.

1/ Esta carta llega tarde, muy tarde, a destiempo, yo me jubilé en agosto de 2021 y la pandemia podía justificar no realizar un acto público como el que queréis hacer ahora, pero lo que no tiene justificación es que la Gerencia de Atención Primaria no tuviese el detalle de ponerse en contacto conmigo a lo largo de los años 2021…2022… 2023… mediante llamada personal, mensaje o carta, felicitándome  por mis 46 años en activo y agradeciendo mis servicios como médico… eso no ocupaba tiempo ni lugar… ni dependía de la pandemia, dependía solo de la voluntad  de hacer las cosas, voluntad que evidentemente no existió.

Yo no necesitaba, ni necesito, homenajes públicos, multitudinarios, reconocimientos en salones de actos pero si hubiese agradecido recibir lo que no recibí, un simple gracias, un adiós y un hasta siempre, vamos lo que haría cualquier “jefe” con cualquier trabajador en mis condiciones y más si el “jefe” o los “jefes” son compañeros, colegas, médicos  en definitiva, pues tanto en la Gerencia como en mi DAE trabajan muchos médicos y todos o casi todos me han conocido personalmente a lo largo de tantísimos años de contacto habiendo tenido con varios un trato personal y profesional.

Ni un sólo médico directivo tuvo el detalle de ponerse en contacto conmigo después de 46 años de trabajo y decirme “suerte compañero”….y esto duele, a mi me dolió, sabiendo como sabíais en la Gerencia que día me jubilaba pues ya os encargasteis de decirme que después de haber prorrogado mi jubilación  durante 5 años ya me tocaba al cumplir los 70, la jubilación forzosa, y esto Rosario no fue culpa de la pandemia, fue culpa de la deshumanización tan brutal que existe en la Gerencia de AP y Direcciones Asistenciales

Yo he vivido, en otros tiempos, jubilaciones de compañeros, con muchísimos años menos de servicio que yo, que fueron homenajeados por la gerencia, acudiendo al centro de trabajo y entregándoseles un regalo, un detalle por su jubilación.

Yo he vivido, en otros tiempos, el cariño y el pésame de la gerencia por el fallecimiento de mi padre, acudiendo al tanatorio el gerente, el director médico y la directora  de enfermería y recibiendo una corona de flores de parte de la Gerencia.

Pero también he vivido hace pocos años el silencio más absoluto por parte de la Gerencia cuando falleció mi madre, ni tanatorio, ni corona y, lo peor, ni una simple llamada dándome el pésame, vamos, lo que hacemos normalmente cuando se muere algún familiar directo de un compañero/a.

Estos detalles, te repito, Rosario, no tienen nada que ver con la pandemia, tienen que ver como he dicho antes con la deshumanización tan brutal que existe desde hace unos cuantos años en  la Gerencia de  AP y las Direcciones Asistenciales y que en lugar de ser tratados como personas, como seres humanos,  somos tratados como simples peones de una gran empresa de Salud.

Y si esto por si solo es un motivo para no acudir al homenaje publico si añadimos que unos cuantos meses después de mi jubilación me escribe mi DAE para disculparse por el retraso en ponerse  en contacto conmigo por mi jubilación , pues apaga y vámonos, como vulgarmente se dice.

No fueron capaces de escribirme unos días antes de mi jubilación , no sabían ni cuando me jubilaba a pesar de estar informados pues tuve que solicitar y fueron concedidos los días no disfrutados (vacaciones, moscosos y canosos) y comunicaron a mi directora del centro que mi plaza no se amortizaba por lo que pudo ser cubierta provisionalmente mediante la movilidad intra-centro.

No sabían… no se enteraron… no se quisieron enterar… les daba igual que me jubilase… en fin, ya da igual.

Afortunadamente para mi, mi centro de salud (Benita de  Ávila), al que me incorporé cuando se inauguró ( 1993), me hizo una fiesta de jubilación inolvidable, acudieron muchísimos compañeros de todas las categorías, de mi centro y de otros centros de salud, en activo e incluso ya jubilados, incluyendo al gerente de la antigua Area 4, el doctor Francisco González.

Estuve rodeado de mi mujer, de mis hijos y de mis compañeros, en definitiva, de la gente que me quería y quería estar a mi lado en ese día tan importante para mí.

2/ Otro motivo  que me hace no acudir al homenaje y que se suma al anterior es la sensación que tengo de que este homenaje es un poco para la galeria, para quedar bien  para hacerme ver que os acordáis y preocupáis de mi  después de tantísimos años de trabajo y  me vaya a mi casa con buen sabor de boca, pero no, eso no es posible, debo decirte que no os he importado nada, nunca me he sentido atendido por mi empresa en cuanto a mi salud fisica y psiquica, nunca os habéis preocupado por si tenía alguna enfermedad infecto contagiosa y mas en mi caso que por mi especialidad como cirujano infantil desarrollé un programa de Cirugia Menor como creo no se ha hecho en ningún equipo de Atención Primaria en Madrid y quizás  en España, habiendo realizado unas 6000 intervenciones quirúrgicas a lo largo de  los años,  desde mi llegada en el 1993 hasta mi jubilación en el año 2021.

Jamás se me hizo una analítica ni una exploración de mi capacidad cognitiva, jamás  el servicio de Prevención de Riesgos Laborales hizo su trabajo, como era su obligación, jamás Salud Laboral se preocupó de mi salud física y mental, como era su obligación y justo al cumplir 65 años, al solicitar  la prórroga de jubilación por 1 año…1 simple año,  me dicen que tengo que pasar por un reconocimiento de salud, acudir a Salud Laboral y someterme a una serie de pruebas.

Historia clínica con enfermedades posibles, analítica completa de  sangre y orina con  serologías hepáticas, HIV… electrocardiograma, exploración de la vista, del equilibrio y estado cognitivo mediante un Minimental… que por cierto me creó cierta ansiedad pues de siempre he sido muy malo en los juegos familiares para ser capaz de recordar al cabo de un tiempo el decir palabras en el orden que se me dijeron… ya sabes, lo de plátano… coche… árbol…

Por un momento pensé “como falle aquí no me prorrogan 1 año…”

Y esto lo tuve que hacer durante 5 años, cada vez que pedía una nueva prórroga y era obligatorio e imprescindible antes de hacer la memoria y ser evaluado por mi directora y por la Gerencia.

Es decir, que en 46 años nadie se ha preocupado de mi, daba igual mi estado físico y mental para ejercer como médico, pero para prorrogar 1 año necesitabais saber cómo estaba de salud no fuera a ser que tuviese una hepatitis o un sida o mi capacidad mental fuese mala y crease contagios y problemas a los pacientes, importando más las consecuencias que podrían ocurrir que yo como persona y trabajador del sistema público… y claro, los culpables  seríais vosotros ante una posible denuncia, pues me habíais prorrogado.

Tampoco sé si lo que os preocupaba era saber si iba a trabajar todo el año o bien al poco tiempo darme  de baja laboral  y pasarme todo el año cobrando y sin trabajar.

Me llamarás mal pensado pero ya conoces el dicho… piensa mal y acertarás.

Esta experiencia también me dolió, darme cuenta que no pintaba nada en la empresa a pesar de mis 46 años de trabajo, darme cuenta que nadie se preocupaba de mi desde el punto de  vista de la salud y confirmar que la ley de Prevención  de Riesgos Laborales no se ha cumplido jamás

3/ Otro motivo por el que tampoco puedo acudir al homenaje es el siguiente:

Supongo que sabrás que me he caracterizado toda mi vida y especialmente los últimos 25 años por la defensa de los derechos laborales y económicos de los médicos y desde mi condición de delegado sindical de Amyts no he parado de hacerlo, he acudido a todas las manifestaciones y concentraciones que se han convocado, he secundado todas las huelgas que se han convocado y he estado enfrentado (en el buen sentido de la palabra) a las Gerencias, Direcciones Asistenciales y Consejeros de Sanidad intentando conseguir una Atención Primaria universal, cercana y de calidad y desgraciadamente me he jubilado y no lo he conseguido.

La administración nos ha maltratado, engañado, mentido, faltado al respeto y a nuestra dignidad, ha incumplido acuerdos firmados en desconvocatoria de huelgas

Está desmantelando y abandonando  la AP y  ha destrozado las urgencias extrahospitalarias permitiendo y normalizando que haya equipos con falta de médicos hasta de un 50 por ciento de la plantilla, que no haya médicos en turnos de tarde, que no haya pediatras, que no haya médicos en los centros  de urgencias extrahospitalarias (como se puede  abrir un centro de urgencias y no contar con los médicos… no os importa el sufrimiento  de la gente?… el que sin un  médico en un caso de urgencia se puede perder la vida?… y sobre todo en las zonas rurales… pueblos de la sierra… sin trasporte, sin ambulancias, lejos de hospitales… de verdad podéis dormir con la conciencia  tranquila?).

No os importa  que haya 800.000 pacientes sin médico de familia asignado y 300.000 niños sin pediatra asignado?… que haya pacientes que consiguen la cita médica con 10… 15… 30 días de demora?… que sigue habiendo médicos que atienden todos los días más de 30+4 y 20+4 y aquí no pasa nada?

A la administración le ha dado igual que hubiese una presión asistencial inasumible , daba igual tener citados a 30… 50… 70… 90  pacientes al día, tener pacientes citados cada 2… 3… 5 minutos, lo que importaba era ver a todos, y digo bien, ver, no atender correctamente  porque eso es imposible, daba igual como se les ve, pero había que verlos,  lo que ha provocado cuadros de estrés, de ansiedad, de depresiones, de  toma de medicación, de  bajas laborales, de abandono de la AP, de huida a otras Comunidades, a las urgencias hospitalarias, a la medicina privada o al extranjero.

Esta situación hizo que se convocase una huelga en AP, histórica, 4 meses de  duración y un encierro de 24 h , 3 meses, en la Sociedad de Manoteras, manifestaciones multitudinarias en Madrid y apoyo masivo por los vecinos y vecinas de Madrid como jamás había ocurrido.

La huelga trajo medidas económicas necesarias (se han cumplido) y laborales (imposibles  de cumplir) pues si no hay plantillas completas no hay nada que hacer y en donde se están cumpliendo es gracias al esfuerzo de los médicos que doblan para atender las agendas de absorción, trabajando 11 h al día y así hasta cuando…

Hasta que no haya un presupuesto adecuado para la AP, planificación, cobertura de vacantes, equipos completos, presiones  asistenciales controladas, conciliación efectiva, oposiciones, contratos duraderos y dignos, retribuciones adecuadas y un trato respetuoso a los profesionales, sin amenazas, sin cambios de centros de trabajo de un día para otro, sin anulación de suplencias, sin decisiones dictatoriales, sin diálogo, etc., etc. no mejorará la AP.

La respuesta de la administración es que no hay médicos, pero no, sí que hay médicos, lo que no hay son médicos que quieran trabajar en estas condiciones, quieren ser tratados con respeto, con dignidad y con condiciones laborales adecuadas, poder conciliar y poder desarrollar su trabajo con la calidad asistencial que saben, poder tener docencia y hacer investigación, poder realizar medicina preventiva y promoción  de la salud, en definitiva, dar sentido a su especialidad de Medicina de Familia y Comunitaria, para mí la especialidad más bonita e importante de todas.

Quieren recuperar la ilusión de ser  médicos, la alegría que sintieron cuando se licenciaron y comenzaba su ejercicio profesional, hoy la vocación no lo es todo…

Te he comentado los motivos por los que no voy a acudir el 22 de mayo al homenaje programado, si acudiese, no sería yo, traicionaría mis principios y defraudaría a tantos y tantos médicos para los que he sido un ejemplo de lucha, de ética y de dignidad, pero sobre todo defraudaría a mis hijos, que han vivido y  viven viendo a su padre luchar y defender los derechos humanos en general, los derechos de los trabajadores sea cual sea su trabajo y que en la vida merece la pena luchar para conseguir los objetivos que uno persigue.

Siento tener que enviarte esta carta a ti puesto que te tengo un especial cariño desde hace muchos años cuando trataste y atendiste a mis padres como su médico  de familia de manera ejemplar, con cariño y humanidad, pero ahora estás en este puesto gerencial y una de las cosas que conlleva este puesto son daños colaterales y esta carta es un daño colateral.

Un saludo.

Alfonso López García de Viedma*
Médico jubilado y luchador en defensa de la Sanidad Pública madrileña


*Ha trabajado durante 15 años como médico de Urgencias Extrahospitalarias, 33 años como médico de familia en Atención Primaria y 20 años en Atención Hospitalaria como cirujano infantil.



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