Más de 250 vecinos participaron en la Pasión Viviente de Chinchón

Foto: Jrodelgo / Imagen de archivo año 2013

Un año más, el municipio madrileño de Chinchón volvió a llenar su plaza y sus calles en la noche del 26 de marzo para ser testigo de la pasión viviente de Cristo, una de las representaciones más famosas de toda la Comunidad de Madrid y la única que ha sido declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional. Este grandioso Via Crucis, el más antiguo de la región, recorrió las calles del municipio al anochecer y estuvo representado por más de 250 vecinos de todas las edades.

La Pasión de Cristo de Chinchón data de 1963 como iniciativa del entonces sacerdote del pueblo Luis Lezama. Cada Sábado Santo, más de doscientos vecinos protagonizan un Vía Crucis cargado de emotividad que recorre las calles y convierte por un día a la localidad madrileña en Jerusalén.

El acto comienza en el Ayuntamiento, donde en uno de sus balcones se representa la Última Cena. Al caer la noche, en la Plaza de San Roque se presenta la Oración de Jesucristo en el Huerto y posterior prendimiento por los romanos. Poncio Pilatos preside el balcón situado en la calle Molinos y, tras condenar a muerte a Cristo, empieza la subida por la calle de la Amargura. Tras las tres caídas de Cristo, se produce el encuentro con la Virgen María y la llegada al Calvario, donde una imponente escena representa la crucifixión, muerte y posterior resurrección.



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