La Guardia Civil, en el marco de la operación MOLECULAR, ha incautado 210 kilos de pasta base de cocaína que, tras ser sometida a diferentes procesos químicos, se hubieran convertido en aproximadamente 1.000 kilos de cocaína apropiada para su venta y consumo. Además, se ha descubierto un novedoso sistema de ocultación e introducción de la droga en España, utilizando mobiliario y simulando la realización de mudanzas
Los agentes han detenido a los 13 miembros de la organización criminal, 8 hombres y 5 mujeres de nacionalidades colombiana, española, peruana, guineana, marroquí y cubana, de edades comprendidas entre los 25 y los 71 años en Barcelona, l’Hospitalet de Llobregat, Cornellá de Llobregat, El Prat de Llobregat y Cunit de Calafell (Tarragona).
La investigación, desarrollada en colaboración de la D.E.A. (Drug Enforcement Administration) de los EEUU de América, se inició tras localizar a un grupo criminal organizado, compuesto mayoritariamente por narcotraficantes colombianos, que pretendía introducir importantes cantidades de droga en Europa usando como puerta de entrada el puerto de Barcelona.
Tras establecer un dispositivo de seguimiento entorno a esta organización, el pasado martes día 12 los agentes desplegaron un operativo en diferentes puntos de la ciudad de Barcelona, poblaciones del extrarradio y en Cunit de Calafell (Tarragona), que culminó con la detención de los 13 narcotraficantes. Asimismo, llevaron a cabo 10 registros (seis en Barcelona, dos en l’Hospitalet de Llobregat, una en El Prat de Llobregat y otra en Cunit), en los que además de la pasta base de cocaína intervinieron 5 vehículos de diferente gama, 27.190 euros en metálico, 6 armas largas, 3 armas cortas (una de ellas, que fue adquirida inutilizada la modificaron para poder usarla), 400 cartuchos de diferentes calibres, diverso material tecnológico (móviles, tabletas, ordenadores, etc.), así como balanzas de precisión, precursores para el procesamiento y cocinado de la droga.
La red estaba perfectamente organizada y jerarquizada
La red estaba perfectamente organizada y jerarquizada, ya que cada miembro desempeñaba diferentes roles de responsabilidad y misiones definidas en la estructura delictiva.
Enviaban personas con escasos recursos económicos a Perú bajo la apariencia de que iban a ejercer algún tipo de actividad laboral. Durante su estancia en el país Sudamericano, que duraba varios meses para que fuera creíble, estas personas vivían con todos los gastos pagados a la espera del viaje de retorno.
Cuando la organización planeaba el retorno de estas personas a España iniciaban los preparativos de ocultación de la droga en el interior de los muebles que, supuestamente, eran los que habían formado parte del mobiliario de su domicilio durante su estancia esos meses en Perú.
La persona volvía a España en avión y los muebles vía marítima en contenedores que, tras ser despachados como tales, eran remitidos a diferentes guardamuebles de Barcelona y su extrarradio donde, finalmente, se hacían cargo de ellos diferentes integrantes del grupo criminal para culminar el proceso de extracción de la droga que traían oculta.
La operación ha sido desarrollada por agentes pertenecientes a la Unidad de Policía Judicial de la 7ª Zona de la Guardia Civil de Cataluña con la colaboración de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y la Agencia D.E.A. de los EE.UU.
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