Desde que el PP impusiera de manera unilateral la reforma del Reglamento Orgánico del Pleno, el Gobierno de Quislant ha recibido un sinnúmero de críticas por parte de la oposición. El recorte de las funciones de control de la oposición sobre la acción de Gobierno ha sido considerado en diversas ocasiones, según la misma, como “un riesgo, teniendo en cuenta los precedentes de este Ayuntamiento”.
Tras votar en contra de la iniciativa y ésta prosperar exclusivamente con los votos a favor del PP, la oposición anunció la convocatoria de un Pleno Extraordinario, que desde este martes tiene fecha: se celebrará el próximo viernes 31 de marzo a las 8:30 de la mañana. Una hora especialmente temprana, sin ningún anuncio por parte del Ayuntamiento y pese a la solicitud por parte de Somos Pozuelo de que se realizara en horario de tarde para facilitar su seguimiento por parte de los vecinos: “Utilizar este tipo de tretas para secuestrar el debate es antidemocrático y demuestra cuál es el carácter político de la Alcaldesa. Es surrealista que en el S. XXI un Alcalde pretenda boicotear un Pleno”, afirma Pablo G. Perpinyà, portavoz de Somos Pozuelo.
“El PP decidirá con su voto cuál es el camino que desea escoger, si el del consenso o el de la imposición. Los tres grupos de la oposición hemos llegado a un acuerdo y nuestra mano está tendida para incorporar a quienes faltan siempre que el objetivo siga siendo aumentar el control democrático, la transparencia y la participación. Para otro tipo de negocios el PP volverá a quedarse solo”, añade.
Perpinyà ha querido destacar el valor del Pleno más allá del resultado de la votación: “Este Pleno Extraordinario es la constatación de que puede existir una alternativa al mal gobierno del PP. La elaboración de la propuesta y los debates que hemos tenido entre la oposición han sido muy satisfactorios y marcan el camino para el futuro”.
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