Expertos en distintas áreas de la ciencia relacionan la verdadera causa del Covid-19 con vacunas contra la gripe, mientras que otros científicos lo desmienten

Así lo pone de manifiesto, según aseguran los primeros, un estudio llevado a cabo por el Hospital de Barbastro (Huesca), si bien lo segundos afirman que no está demostrada científicamente dicha relación

Un equipo de investigación de expertos independientes en distintas áreas desde la medicina, inmunología, bioestadística, química, farmacología, biofísica, matemáticas, microbiología y otras ramas científico-técnicas, tras proceder al examen del estudio médico, fármacoepidemiológico y de fármacovigilancia llevado a cabo por el Hospital de Barbastro de la provincia de Huesca en cuanto a la posible causa de la pandemia por coronavirus, ha concluido que:

-Existe una alta correlación positiva estadística en un altísimo porcentaje de causa-efecto entre las variables:

–          Adyuvante polisorbato 80 de las convencionales vacunas antigripales (administradas en las previas campañas de vacunación estacionaria)

–          Y el sars-cov-2 responsable de la pandemia

De forma determinante se concluye que:

  • Prácticamente el 100% de las personas previamente vacunadas contra la gripe y concretamente, la vacuna chiromas (con adyuvante mf59c.1 con polisorbato 80) junto a los factores de concurrencia (colectivos inmunodeprimidos y exposición a agente sars-cov-2), han fallecido por covid-19. esta vacuna es la comunmente administrada a los residentes de centros geriátricos o centros de mayores.
  • No ocurriendo lo mismo con las personas vacunadas con chiroflu (para el personal sanitario).
  • De los que sobrevivieron (especialmente en residencias de ancianos), al menos el 93% de ellos no fueron vacunados.
  • La evolución de la pandemia en los distintos países coinciden con las series temporales de sus respectivas campañas de vacunación antigripal adelantándose o retrasándose en tiempo, en un claro indicativo de cuando se hicieron efectivas dichas campañas.

Esta información es de vital importancia dada la gravedad de la pandemia y que debería abrir la puerta a estudios más profundos sobre la hipótesis de interferencia inmunólogica que sirvan como base teórica para cambiar radicalmente la estrategia seguida hasta ahora por las distintas administraciones sanitarias

Existen estudios en distintos países con similares conclusiones como son Italia, Noruega y EE.UU. “de los que hemos tenemos conocimiento”.

Teniendo en consideración que la pandemia se ha cebado principalmente en las residencias de ancianos (que son aproximadamente el colectivo más castigado en una proporción de más del 70% de fallecidos o gravemente afectados) y debido a las masivas campañas de vacunación contra la influenza adelantadas por los distintos ministerios o delegaciones de sanidad de los distintos países, bajo la creencia de que servirá para distinguir la influenza del covid-19, entendemos que se podría cometer el mayor error y de proporciones catastróficas en cuanto a coste de vidas humanas y situación de caos sanitario se refiere, cuando precisamente, todo parece indicar que la verdadera causa de esa pandemia viene determinada por el contenido de esas vacunas contra la gripe.

El resto de personas fallecidas (aproximadamente el 30% restante) estaría dentro del margen de confianza de la tasa habitual estadística de fallecimientos de otras afecciones víricas como la gripe, neumonía o infección por neumococos, gripe A, etc.

“Esta información puede salvar incontables vidas humanas y cambiar drásticamente el devenir de todo y de todos”.

El estudio existe pero no dice que la vacuna de la gripe sea la causa de la COVID-19, subrayan otros expertos médicos, que indican que el estudio es un “texto científico de baja calidad”: la muestra es pequeña y aún no ha sido revisado ni publicado.

Para las mismas fuentes, en esta recogida de datos falta un análisis estadístico, los criterios de selección de los grupos analizados y una referencia al comité ético entre otras cosas, y los datos no sustentan las conclusiones.

Además, precisan que el Polysorbato 80 se utiliza como coadyuvante y es seguro en las dosis que se emplean en las vacunas.

“En ningún momento los autores del estudio señalan que la vacuna de la gripe sea la causa de la COVID-19”, afirman igualmente, para agregar: “Además, su calidad científica es dudosa, es muy pequeño como para sacar conclusiones sólidas y aún no ha sido revisado para su publicación. Este estudio sin revisar y no publicado afirma que ha encontrado una correlación entre ambos factores, haber recibido la vacuna con ese componente y una mayor mortalidad por COVID-19. Sin embargo, correlación no implica necesariamente causalidad (dos cosas pueden ocurrir juntas sin que una sea la causa de la otra).

“Esta falta de revisión previa no invalida necesariamente sus conclusiones, pero sí hace necesario tomarlas con mucha cautela”, advierten los mismos expertos.




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