Con el impulso a la digitalización en las empresas tras la pandemia, el sector bancario ha entrado en una nueva fase de madurez para no dejar atrás la transformación digital y la sostenibilidad, dos de las ideas que más se han escuchado en Revolution Banking, evento celebrado el pasado mes de junio para dar a conocer las principales tendencias en este sector para su aplicación en un futuro inmediato.
La banca tradicional ha evolucionado para dar respuesta a las necesidades de los clientes de la generación Z, comprometidos con la sostenibilidad. Esta filosofía, cada vez más determinante en la toma de decisiones por parte de los consumidores, ha llevado a las empresas, incluida la banca, a incorporarla en sus procesos, convirtiendo este compromiso en un elemento transformador de su negocio. La transición definitiva hacia una economía sostenible es el gran reto en el escenario global, donde la banca desempeña un papel relevante.
La regulación está condicionada por esta nueva realidad medioambiental. El sector va al compás de una normativa comunitaria que va marcando las directrices. El mercado se encuentra a la espera de que entren en vigor los acuerdos establecidos en Basilea IV, que tiene presente analizar los riesgos financieros relacionados con el cambio climático en el Consejo de Normas Internacionales de Sostenibilidad. La volatilidad y la incertidumbre de la pandemia han condicionado una hoja de ruta que tiene en cuenta la transformación digital y la innovación tecnológica en los modelos de negocio bancarios, con la particularidad de que se trata de uno de los sectores con más sistemas tradicionales (y obsoletos) heredados. El desafío de la banca es, a día de hoy, encontrar fórmulas para reinventarse y alcanzar el objetivo de huella de carbono 0.
Con una trayectoria de más de 85 años acompañando a las empresas en diferentes etapas de su digitalización, RICOH se ha convertido en un partner sólido y confiable en este camino hacia una economía más verde y sostenible. Así, la compañía continúa creciendo en la implantación y posicionamiento de aspectos como la modernización de aplicaciones, la optimización de la nube y la automatización de tareas. Con todas estas medidas, necesarias pero no suficientes, hay que pensar en afrontar nuevos retos vinculados a un uso extensivo de la inteligencia artificial y una adecuada gestión del Big Data.
En este camino, Ricoh está inmersa en diferentes iniciativas green como B4IG (Business for Inclusive Growth), que ha obtenido la calificación “A” por el Programa Cambio Climático 2020 y ha sido incluida en la tabla de clasificación de compromiso de proveedores CDP 2020, que hace referencia a aquellos que trabajan para conseguir el cambio climático. Con la sostenibilidad en su ADN, Ricoh apuesta por apoyar y acompañar a las compañías que deben hacer frente al reto de perseguir una huella de carbono 0 y seducir a una nueva generación que demanda productos y servicios sostenibles en banca.
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