Intervención de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en la celebración del 2 de mayo

Isabel Díaz Ayuso / Foto: Comunidad de Madrid

Hay días en que los acontecimientos se precipitan como si la Historia tuviera más prisa. El 2 de mayo de 1808 fue uno de esos.

Los combates, que comenzaron frente al Palacio Real, se extendieron por la calle Mayor, Bailén y Sol. Luego, por Lavapiés, el Rastro, la Cebada y la Paloma. Todo Madrid fue un campo de batalla. A media mañana sólo resistía el Parque de Artillería de Monteleón. Allí acudieron los capitanes Daoiz y Velarde para armar a un pueblo que hasta ese momento oponía navajas frente a cañones. Había empezado la Guerra de la Independencia.

Esta Nación, ya entonces centenaria, luchaba en las calles de Madrid por su soberanía y por su libertad. Madrid cayó gloriosamente derrotada, pero la derrota y el sufrimiento dieron fruto: Madrid sorprendió al invasor y al mundo entero.

España vivió entonces su momento más bajo y más alto desde que en el año 711 la invadieran los que ponían en peligro su propia esencia europea y occidental. Esa primera Reconquista llevó ocho siglos en los que nació el español como lengua y como forma de estar en el mundo.

Aquel mayo de 1808, en Madrid, Manuela Malasaña, Clara del Rey y otros cientos de madrileños anónimos demostraron que el heroísmo puede brotar en personas en las que nadie hubiera reparado.

En las últimas décadas Madrid ha vivido otros dos de mayo, en los que el pueblo entero, sin distinguir de origen, edad, sexo ni profesión, ha dado lo mejor de sí y ha plantado cara por la libertad. Recordemos cómo Madrid entero se echó a las calles, tras el golpe de Estado de 1981, a reafirmar también la democracia y la Constitución; cómo salimos tantos con las palmas blancas a gritarle a los terroristas de ETA que no les teníamos miedo cuando asesinaron a Tomás y Valiente o a Miguel Ángel. O cómo todo el mundo se volcó en las primeras horas con las víctimas del salvaje atentado del 11M, o en los largos meses de la pandemia. Madrid es cuna de héroes.

Los héroes del pueblo lo son cuando llega el peligro y son puestos a prueba; mientras tanto, son madrileños normales; y eso ya es decir mucho.

Porque nuestra forma de vida en la Comunidad de Madrid ha conseguido un extraño equilibrio: es amable con todos, recién llegados o visitantes; y, al mismo tiempo, es capaz de satisfacer las ganas de triunfar, innovar, hacer arte, investigar o hacer negocios del más exigente.

De ahí que seamos tierra de buena gente, que admira a quien tiene algo bueno que hacer y contar, que quiere saber del mundo sin ensimismarse, que inspira a cada uno para ser mejor en lo suyo. Cuando vienen tiempos recios, sabemos ser héroes, pero cada día del año somos buenos vecinos, profesionales, amigos y familia.

¿Qué os voy a decir yo de esta región que ahora celebra los 40 años de su Estatuto de autonomía? Ahora somos motor de España, pero había quien no creía en nosotros como Comunidad autónoma. Se les olvidaba que llevábamos siglos siendo de todos para no ser de nadie.

Por eso tantos estamos enamorados de este lugar, y aquí damos lo mejor de nosotros mismos y somos tan exigentes con nosotros y con los demás; sean cuales sean nuestras ideas políticas, tengamos setenta o veinte años, naciéramos aquí o un día hiciéramos la maleta para venirnos.

En palabras de Andrés Trapiello: “No sé de nadie que no recuerde el primer día que conoció Madrid, ni a ningún madrileño que haya olvidado el barrio (o el pueblo) donde nació”. Y eso, a última hora, nos reúne en cada calle, museo, teatro, campo de deporte o parque de esta Comunidad.

Nada se entiende, decía Ortega, sin explicar «el porqué y el para qué». El por qué y el para qué de Madrid está en España. Desde que Madrid es capital de España, hemos sido el centro del mundo Hispano, de Europa y del Mediterráneo. Hoy somos una de las regiones clave de la Unión Europea, admirada en el mundo.

Ninguna nación pondría en peligro un patrimonio semejante: estos mil años de cultura en español, y estos cinco siglos de capitalidad, que está más viva que nunca.

Siempre hemos estado abiertos al mestizaje y por eso, en todos estos siglos, hemos crecido sin perder quiénes éramos. Un español sigue siendo reconocible en cualquier parte, como lo es el estilo de la vida madrileña.

Sin dejar de cambiar con los siglos, hemos mantenido algo común que sorprende, desconcierta y entusiasma al mundo: la alegría, el sentido de la familia, los amigos, la necesidad de que nuestra vida más personal tenga raíces, que es lo que nos permite ser verdaderamente libres e innovar.

Imaginamos perfectamente posible la escena de compartir una caña o un vino con cualquiera de nuestros antepasados, y recordando todo lo bueno y malo que hemos pasado, ayer como hoy.

Queridos amigos,

Los madrileños de 1808 se admirarían de todo lo que hemos conseguido juntos. Somos una nación próspera, puntera en infinidad de disciplinas, seguimos siendo una potencia cultural, y somos más acogedores que nunca.

Aquellos madrileños de 1808 estarían orgullosos de que su país produzca hombres, mujeres e instituciones tan extraordinarias como las que hace unos minutos han desfilado por aquí:

Juan Carlos Quer es un gran hombre, quien lleva años luchando para que el cruel asesinato de su hija no sea en balde, para que se modifiquen leyes injustas y se proteja a los más débiles. No cabe mayor generosidad.

La Fundación Francisco Luzón, unidos contra la ELA, hace una labor impagable para mejorar las vidas las personas que sufren esta terrible enfermedad y sus familias, para concienciarnos a todos, e impulsar la investigación.

La distinción a los Obreros de la Construcción, es un homenaje a tantas personas que trabajan cada día dejándose el espinazo en miles de obras, de manera anónima, con gusto por el trabajo propio, dedicado y bien hecho.

El Estudiantes es una leyenda viva del baloncesto desde su fundación en 1948, hace justo 75 años, que ha logrado los mayores éxitos deportivos y también como academia y cantera, donde cuentan con más de 400 jugadoras, que arrastran a la afición.

La Sociedad de Condueños de los edificios que fueron la Universidad de Alcalá, es una de las instituciones culturales privadas más originales e importantes que existen, pionera y generosa, desde 1850, en crear conciencia de la salvación del patrimonio artístico.

Y estamos muy orgullosos de los niños ucranianos, por su entereza, siendo un ejemplo para el resto de sus compañeros madrileños. A pesar de las dificultades, no han dejado de esforzarse y aprender como uno más, cada uno desde su colegio.

Dani Martín, pata negra madrileña, es un cantante muy querido por una afición alegre y brava. Lleva décadas ganándose como pocos a un público popular,  es decir, de toda edad y condición, unido por el deseo de celebrar la vida y hacerlo en libertad.

La Revista de Occidente cumple 100 años; es la publicación más influyente de la Edad de Plata de la cultura en español, y de la Escuela de Filosofía de Madrid, que funda José Ortega y Gasset, ayudado por un esforzado ovetense: Fernando Vela.

Sara García Alonso es la primera española candidata a astronauta, como miembro de la reserva de la Agencia Espacial Europea. Es, además, investigadora en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas.

Andrés Pajares no solo es uno de los actores de más éxito popular de nuestra historia, sino también uno de los mejores, en televisión, cine y en el teatro; decano de los cómicos españoles.

María Luisa Banzo es una mujer que se ha ganado el corazón de tantos en Madrid a través de los platos más ricos de su restaurante en Jorge Juan y tras toda una vida de intenso trabajo, haciendo las cosas siempre con la mayor calidad.

Jesús Carmona es, para el público, también para la crítica y sus propios compañeros, el mejor bailaor flamenco de nuestro tiempo, siempre dispuesto a innovar; cercano, familiar y generoso, en la misma constelación del flamenco que Antonio, Camarón o Paco de Lucía.

Jorge Resurrección, Koke, leyenda del Atléti, su capitán, el jugador que más partidos ha jugado en toda la historia del club, y al que la gente quiere a morir, algo espectacular.

Antonio Zapatero, responsable del Plan COVID de la Comunidad de Madrid, supo junto con otros médicos como Juan Carlos Izpisúa y el fallecido César Nombela, dar claves fundamentales para la estrategia regional de lucha contra la pandemia.

La Basílica y la Archicofradía de Jesús de Medinaceli, son de los lugares e instituciones más venerados de Madrid, visitado cada viernes por miles de devotos, especialmente el primer viernes de marzo, cuando se les une un miembro de la familia real.

El Centro de Educación especial María Soriano es el más antiguo de Madrid y el único con residencia-internado, donde se atiende a 82 alumnos con todo el cariño y la profesionalidad.

Y la Denominación de origen Aceites de Madrid demuestra que Madrid también es campo y que el campo es además vanguardia, industria, empleo, salud, cultura y proyección internacional. Los oliveros, los agricultores y el sector de la alimentación y la gastronomía madrileña, como ven, están llegando a lo más alto.

Queridos amigos:

Este Dos de Mayo está siendo especialmente alegre y popular. Desde hace varios días madrileños y visitantes están disfrutando de una programación histórica, artística y cultural en medio centenar de municipios de la región.

Gracias a la Asociación Histórico- Cultural “Voluntarios de Madrid 1808-1814” casi 400 figurantes nos han permitido viajar en el tiempo y conocer a aquellos bravos españoles que entregaron su vida en distintos puntos de nuestra geografía.

Conciertos, danza, exposiciones, pasacalles… Esta fiesta de todos crece sin parar. Y por primera vez este evento puede seguirse por pantallas en directo desde la Puerta del Sol, puesto que nació en las plazas y calles, del pueblo de Madrid, y a él se lo dedicamos.

Aquí también veremos al Coro de la Comunidad de Madrid- Fundación ORCAM, a quien agradecemos que siempre acompañen a la región en sus días más grandes, y a Las Niñas de Lola, que con tanto cariño han preparado el

espectáculo que verán después. Su alto nivel las llevó a ser nuestras mejores embajadoras en la final de Got Talent de Telecinco.

Gracias también a la ministra de Defensa y al Jefe del Estado Mayor de la Defensa por su colaboración para que pueda desarrollarse el desfile.

España y Madrid son un proyecto vivo, del que los premiados, a los que damos las gracias, son reflejo. Un proyecto de vida en común, que necesita quien lo piense, quien lo gobierne, quien lo trabaje, quien lo disfrute, quien lo cante y lo cuente, y quien lo herede, como lo recibimos nosotros de nuestros mayores.

¿Estaremos los madrileños de hoy a la altura del patrimonio que heredamos, de las generaciones que vendrán? Ilusión no nos falta. Ni trabajo.

Y quizá no lo estemos haciendo tan mal cuando, pasan los años, y en Madrid sigue sin haber charnegos, ni maquetos, ni forasteros. Este cielo en el que brillan como en ningún otro las siete estrellas de la constelación del carro, que componen la bandera regional, nos acoge, generoso, a todos.

Desde esta Puerta del Sol, “que todo lo sabe”, terminamos otro dos de mayo esta carta de amor a Madrid, pensando en alto qué suerte tenemos, y qué inmensa responsabilidad, porque lo que pase aquí resonará en toda España.

Somos el pueblo más igualitario y más dado a mezclarnos, lo hemos sido siempre. Si alguien lo duda, recuerde las palabras de don Quijote: “Sábete, Sancho, que no es un hombre más que otro si no hace más que otro”.

Si tomamos a cada uno por lo que hace y no por lo que es, ¿de qué no somos capaces juntos? ¿Y a qué horrores y a qué errores no nos ha llevado la desunión?

Decía Salvador de Madariaga que los dos males que atormentan a España eran “el separatismo y la dictadura”.

Y recomendaba: “Pensemos siempre todos los españoles en la importancia primordial de considerar las cosas nuestras con esa mirada de conjunto que incluya siempre a un lado y su contrario y que se proponga no la lucha sino el diagnóstico y la cura”. Y concluía: “Esta labor necesita paz, continuidad, libertad, y respeto por las instituciones”.

El impulso popular del 2 de mayo no fue el primero ni el último de nuestra Historia como Nación, aunque sí uno de los más gloriosos.

El 2 de mayo demostró, una vez más, que los españoles unidos lo podemos todo. Unidad es lo único que le hace falta a este pueblo español y madrileño: el más alegre, fraterno, humanitario y valiente del mundo.

Feliz Dos de Mayo.

Viva Madrid. Viva el Rey. Viva España.


Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid



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