Por Armando Sáez
A veces la vida te regala la oportunidad de conocer a grandes personas, buenos artistas, que aparentemente no han destacado a pesar de la calidad de su trabajo, y pasan inadvertidos para galeristas y coleccionistas.
Yo he tenido la oportunidad de conocer a José Luis Antón (Madrid 1935), que con 88 años realiza su primera exposición en una sala de exposiciones. Viendo su obra y sobre todo al hablar con él, empieza a nacer el respeto.
José Luis fue piloto de pruebas en la Academia General del Aire, sabe bien lo que es vivir intensamente y con riesgo. Posteriormente trabajó como delineante en una empresa pionera, e hizo del lapicero una extensión de su mano que le acompañó siempre. En esa época su mente se abrió, perspectivas, línea de tierra, puntos de fuga… ya solo le quedaba empezar a hablar con los pinceles, y como todo buen artista, tras la jornada laboral empezaba otra donde podía expresar sus sensaciones con grafito y pinceles.
José Luis es un pintor serio, magnífico dibujante y artista atípico, que no le gusta presumir de su arte y le importa poco la opinión de terceros. Es realmente una persona sensible con una coraza mezcla de bondad y nobleza.
Está realizando una magnífica exposición de sus obras en Becerril de la Sierra, en la Sala de Exposiciones de Cristo del Buen Consejo, con obras de animales, perros, gatos y aves dibujados con grafito, y pinturas acrílicas con diversa temática, donde abundan paisajes y naturaleza.
La exposición de pequeño formato, temática agradable y bien presentada para cualquier salón, estará hasta el día 16 de julio, y es muy recomendable visitarla.
Estas son algunas de las obras de la muestra:
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