“Extorsión, estafas, violencia, miedo. ¡Es hora de decir basta! Basta ya de este clima prohibicionista, queremos ser libres para elegir, para vivir nuestra libertad garantizada por la constitución“, señalan desde el Movimiento de consumidores de sexo de pago, explicando: “hemos decidido hacer oír nuestra voz en las ciudades con mayor presencia de trabajadoras sexuales. Tomar algunas de las ciudades más importantes es la única manera de hacernos oír por unas instituciones sordas e hipócritas. Estamos cansados de que se nos restrinja bajo pretextos injustos e injustificados. ¡Hay que actuar!”.
Desde el 7 de septiembre y hasta este domingo día 10, a través de una campaña de comunicación masiva, clara y directa, que incluye folletos, carteles y publicidad aérea, el citado movimiento está informando a los habitantes de Madrid, Barcelona, Valencia, Alicante, Málaga y Palma de Mallorca al grito de No llamar 682 377 289, buscalo en Google y descubre por qué.
El símbolo de la campaña es un número de teléfono, 682377289, que representa un número típico que se encuentra en miles de anuncios de trabajadoras sexuales en España cada día, pero sin ninguna información adicional, ya que es imposible hacerlo por ley, con la invitación a no llamar, sino a buscar información en Google.
Esta acción es la única que previene de situaciones de peligro, debido a las restricciones impuestas por una ley “que ha afectado injustamente a más de 300.000 trabajadoras del sexo, impidiéndoles publicitar sus servicios y garantizando la veracidad del número al que llamar”, señalan desde la organización.
El Movimiento de consumidores de sexo de pago nació precisamente “para sensibilizar sobre la importancia de la seguridad a todos los aficionados como nosotros, instándoles a no llamar a números de teléfono encontrados en Internet sin verificar antes la información. Gracias al apoyo de algunos sitios de la industria, estaremos activos en los próximos días en las distintas ciudades”, añaden.
Manifiesto del Movimiento
Las noticias del último año hablan por sí solas: “extorsión, estafas, violencia, miedo… esto es a lo que nos tenemos que enfrentar los clientes de escorts cada vez que contactamos con ellas y no queremos perder el derecho a contactarlas, porque ser trabajadora sexual no está prohibido. Prohibir algo que no está prohibido es una grave restricción a la libertad de una persona”, precisan.
Con la entrada en vigor de la ley del “solo el sí es sí” se prohibió a las escorts anunciarse. La ley es una gran innovación en la lucha contra la violencia de género y tiene un fin muy noble, pero también se ha utilizado para prohibir la publicidad de los servicios sexuales de pago, un sector muy extendido, regulado y a veces tolerado en muchos países europeos, salvo en algunos países fuertemente integristas o con un gobierno prohibicionista: “una situación que afortunadamente no se da en España, ¡al menos eso creemos!”, observan desde el Movimiento, para agregar: “Esta regulación no ha contribuido a la seguridad de los consumidores de sexo de pago, sino sólo a extender la delincuencia en el sector y a crear temores infundados. Por no hablar de que prohibir a las trabajadoras del sexo anunciarse supone menoscabar sus derechos”.
España se ha convertido así en un país prohibicionista, y al reprimir la libertad de las chicas, se ayuda a los impostores a esconderse. De hecho, cada vez son más frecuentes los casos de extorsión, chantaje y violencia perpetrados por quienes se hacen pasar por trabajadoras sexuales.
“¿Cómo podemos defendernos de estos delitos? Uno de los métodos más eficaces es leer y escribir las propias experiencias en sitios web y foros de opinión en línea. Las experiencias de otros pueden ayudarnos a evitar estafas. Basta con buscar en Google el número de teléfono que aparece en cualquier anuncio y asociarlo a la palabra “opiniones”, y seremos redirigidos a los sitios pertinentes”, avisan.
“También hemos puesto en marcha el manifiesto del Movimiento de consumidores de sexo de pago -prosiguen-, que utiliza el mismo número de teléfono para que no nos llamen como símbolo: 682377289, nueve dígitos para decir todo lo que está mal en una ley que permite a las trabajadoras publicar anuncios anónimos con sólo un número de teléfono y muy poca información, poniéndonos en peligro y quitando la libertad a todas las mujeres que quieren ser libres para hacer este trabajo”.
Además, recientemente el Gobierno ha amenazado aún más duramente al sector de las trabajadoras del sexo, anunciando multas de hasta 100.000 euros y la censura de los sitios web de anuncios. “Se está aplicando una auténtica represión a todos los portales web que permiten a las prostitutas anunciar su trabajo de forma segura e independiente”, lamentan.
Y es que, “las chicas que optan libremente por este trabajo se ven obligadas a utilizar diferentes medios para encontrar clientes. Así, utilizan apps de citas o webs dedicadas a publicar su número de teléfono y algunas fotos para que los interesados se pongan en contacto con ellas, pero no pueden publicar sus anuncios, compartir reseñas, es decir, relatos de las experiencias de sus clientes y de los servicios que realizan, y otra información útil para su trabajo. Los sitios censuran toda la información porque se les acusa de no respetar una ley injusta”
“Nosotros, como Movimiento de consumidores de sexo de pago en nombre de todos los aficionados, queremos mostrar cómo España, a pesar de la entrada en vigor de la ley y del aumento de la delincuencia en el sector, sigue siendo el primer país europeo en consumo de sexo de pago“, concluyen los denunciantes.
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