El pasado domingo, 17 de marzo, los vecinos y vecinas de Tribulete 7 (Madrid) sacaron sus muebles a la calle para seguir protestando ante la inminente compra y expulsión de las 54 familias que habitan el edificio por parte de la socimi Elix Rental Housing, según ha informado el Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid.
A las 13:30, los vecinos comenzaron a sacar los muebles a la calle, configurando un total de seis salones contiguos. En estos salones callejeros, los vecinos escenificaron su vida cotidiana vestidos con ropa típica de estar por casa. Un vecino leía el periódico mientras su compañero pelaba patatas, otra vecina estudiaba mientras su compañero ponía música en el tocadiscos, una madre daba el pecho a su hija de 7 meses mientras su otro hijo jugaba con su padre a construir castillos, una vecina hacía deporte, una pareja de jubilados jugaba con sus nietas en el salón, entre otras escenas que pudieron verse en los salones callejeros.
A las 14h, un grupo musical de cuerda, percusión y viento formado por niños de Lavapiés de entre 10 y 13 años interpretaron varios temas musicales para mostrar su apoyo y solidaridad a los vecinos de Tribulete. Dos de estos niños, de hecho, viven en otro edificio ubicado en la calle San Ildefonso de Lavapiés, también amenazado de desahucio por otro de los fondos buitre que se están haciendo con el barrio y la ciudad de Madrid.
Sobre las 15h aparecieron tres actores de improvisación, relacionados con el colectivo de impro Al Tran Tran, que escenificaron una situación ficticia en la que un miembro de un fondo buitre argumentaba la escasa importancia que tienen para ellos los vecinos que cumplen con sus obligaciones contractuales de una vivienda.
A las 15:15 más o menos, una vecina de Tribulete 7 leyó un comunicado de la situación actual del vecindario. En el comunicado se destacó que la socimi Elix Rental Housing cuenta con el apoyo financiero del fondo buitre AltamarCAM, pero que Tribulete 7 cuenta con el apoyo del barrio de Lavapiés, del Sindicato de Inquilinas de Madrid y de las asociaciones que dinamizan y crean vida en el barrio. También destacó que las SOCIMIs no pagan el 19% de impuesto de sociedades y que están exentas de tributar por su plusvalía, mientras que los vecinos y vecinas sí pagan impuestos a través de sus nóminas y negocios.
A esta vecina, le siguieron una vecina en representación del edificio Salvia 1, cuya compra por parte de Elix Rental Housing se formalizó a principios del mes de marzo, y un vecino de la calle Buenavista de Lavapiés, que se están enfrentando a una productora de cine que también quiere comprar el edificio y expulsar a todos los vecinos que lo habitan.
La jornada se cerró con Leo Bassi irrumpiendo en los salones seguido de una Brass Band tocando una marcha fúnebre al estilo de Nueva Orleans. Leo Bassi, vestido de papa de la iglesia Patólica, bendijo Tribulete 7 y expresó, con humor, el daño que los fondos buitre provocan en los barrios de Madrid. El fin de fiesta lo puso DJ Jessy, una vecina de Lavapiés, que pinchó música mientras los vecinos recogían los muebles para volver a meterlos en sus casas.
Esta acción teatral es una de las muchas que las vecinas de los Bloques en Lucha organizados en el Sindicato de Inquilinas tienen preparadas para poner freno al perverso efecto que tienen las prácticas especulativas de sus caseros, que solo pretenden hacer más dinero con sus casas mientras las instituciones siguen sin sacar la vivienda del mercado. Las vecinas lo tienen claro: solo estando organizadas van a ser capaz de protegerse unas a otras y pararle los pies a los buitres, ya sean grandes o pequeños.
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