Por Alberto Doncel, Concejal del Grupo Municipal Socialista de Boadilla del Monte
El actual equipo de Gobierno del Sr. González Terol del Ayuntamiento de Boadilla y anteriores del Partido Popular como el del Sr. González Panero y otros, han conseguido la casi total privatización de la Gestión Pública de este Ayuntamiento. Han convertido la oferta de servicios municipales que da a sus vecinos, en concesiones privadas a empresas que gestionan la mayoría del patrimonio y recursos de nuestra ciudad, haciendo de ellas auténticos negocios de pingues beneficios como siempre a costa de nuestros esforzados impuestos.
Los negocios más estratégicos e importantes para cualquier población como el contrato de Mantenimiento de parques y jardines, limpieza viaria, gestión de residuos, Escuela de Música, Gimnasio, Bares, Cafeterías, Asuntos Jurídicos, Consultores, Servicios Sociales, Mujer, Cultura, Festejos, etc… o la concesión de promoción pública de vivienda, construcción de edificios públicos etc…, prácticamente la totalidad de los servicios ofrecidos, salvo la seguridad, la gestión de tributos (estos por imperativo legal) y otros minoritarios (entendemos que por intereses políticos) han conseguido que seamos una ciudad casi absolutamente privatizada.
Que el diseño y contenido de la explotación de los servicios contratados y la posterior coincidencia de esa prestación sobre el diseño definido por el equipo de gobierno coincidan con la finalmente licitada y ejecutada por este Ayuntamiento, carecen en estos momentos, de garantías por parte de los verdaderos usuarios de esos servicios (los vecinos o la representación de estos) de que esos servicios diseñados y contratados, son adecuados y cubren las necesidades actuales de nuestra ciudad, y sobre todo, si llegan con eficacia a nuestros vecinos.
Para paliar esta situación, el Grupo Municipal Socialista propone en el próximo pleno un paso definitivo hacia la transparencia de nuestra Administración. Establecer bases de una Administración Pública con visibilidad permanente, sean quienes sean los colores que lo gobiernan. Para ello es imprescindible un control conjunto de todas las partes implicadas que verifique, que los servicios prestados han coincidido con las necesidades y con la consiguiente medición de niveles de eficacia para los cuales fueron contratados, y que sea un Comité o Consejo Económico y Social con representación y participación de todos los grupos municipales, además de las partes sociales implicadas, los que velen por esas garantías.
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