Ascética del espíritu o purificación de la racionalidad

0. ¿Se necesita hoy una ascética, una ascética moral y ética y espiritual, que enseñe al ser humano, a adecuarse de forma verdadera y racional y moral sus actos y pensamientos y deseos y sentimientos? ¿Y se necesita en distintos ámbitos del espíritu o del entendimiento o de la razón o de la voluntad o del carácter o de la libertad? ¿Necesita el ser humano hoy, como ayer, y suponemos que también mañana, una purificación adecuada y racional y moral y prudente de la mente-razón-entendimiento-voluntad…?

1. Comprendo que hay temas que son muy difíciles de acotar-abordar-estudiar-escribir, y uno de tantos es éste, además, pocos articulistas lo hacen o se atreven o incluso aceptan el reto, o creen que valga la pena, tratar estos asuntos. Pero en unos cientos de palabras, apenas se puede abordar esta cuestión, ni siquiera fijar sus límites, pero la cuestión es que durante siglos y milenios se ha aceptado en todas las éticas filosóficas y en todas las espiritualidades y morales religiosas del mundo, hay que “purificar-racionalizar de forma adecuada, verdadera y bondadosa, la actividad espiritual-racional del ser humano, es decir, la voluntad-inteligencia-libertad-carácter-sentimientos-palabras…”. Indicaremos algunas cuestiones:

– El mundo racional e irracional conforman nuestra realidad vivencial-existencial-substancial. Debido a las actuaciones de estos mundos interiores, por expresarlo de alguna manera, el ser humano actúa y es y siente y desea y habla y piensa. De alguna forma escribimos nuestra realidad según lo que nos dictan estos mundos interiores. Pero también, todos, desde distintas ideologías intentan e intentamos fijar-perfilar estos mundos-realidades-entidades. Es decir, conformar la mente-razón-espíritu, lo consciente-inconsciente.

Por lo cual, nos lleva a un problema-cuestión-pregunta enormemente compleja, “cómo discernir y pautar de la forma más correcta este campo-volcán-paisaje enorme de nuestra misma razón-espíritu”. Ya que en el “mercado de las ideologías, seculares y no seculares, existen muchas soluciones y diferencias, no todas ortodoxas, no todas verdaderas, no todas igual de morales, ni igual de eficaces, igual que existen muchas manipulaciones-engaños-mentiras”.

– En la filosofía del cristianismo, en general, se puede decir, que la ascética del sentido (deseos, pasiones, pulsiones, instintos, libidos) se intentan racionalizar y moderar y “prudenciar” a la luz de la razón-espíritu-voluntad ordenada y en verdad y en razón y en libertad y en bondad.

Pero a su vez la ascética del espíritu (es decir, voluntad, libertad, entendimiento, razón, carácter…) se intenta racionalizar-dirigir-gestionar a la luz, de un auténtico uso correcto de la racionalidad-razón humana, en verdad y bondad, el espíritu-razón intenta autocontrolarse y autoconocerse de forma adecuada-correcta-ordenada, y al mismo tiempo y en segundo lugar, el espíritu humano intenta adecuarse al Espíritu Divino (es decir, en palabras, más fáciles de entender-comprender al Ser Supremo, un ser Supremo entendido como racional-moral-prudente-etc., sin negar ser Dios, en lenguaje común.).

Comprendo que quizás, estos planteamientos sean difíciles de aceptar-asimilar por muchas personas, pero al menos, si pueden intentar hacerlo hasta la mitad de este desarrollo, es decir, un uso correcto de la dimensión irracional del ser humano y un uso correcto-adecuado-racional de la dimensión racional de la misma persona.

– ¿Admitimos hipotéticamente que existe Dios, admitimos hipotéticamente que tenemos alma-espiritual e inmortal, admitimos hipotéticamente que existe una doble relación-interrelación de Dios con lo más profundo del ser humano, una unidad-unión natural, que está en todo ser humano, y otra unión sobrenatural, que es diríamos por gracia-amor-amar, entre el ser humano y el Ser Supremo por don-gracia-virtudes sobrenaturales libérrimas del Ser Supremo…?

¿La ascética del espíritu, sería aquella que intenta unir-relacionar-conformar de forma adecuada, esa unión entre el ser humano, entre lo más profundo del ser humano con el Ser Supremo, por amor-amar, no solo esa unión natural, que existe en todo ser humano, en toda criatura, de diferente modo, sino esa unión sobrenatural, que se produce con amor-amar libre del ser humano hacia Dios, y de Dios hacia el ser humano a través de la gracia-dones-virtudes sobrenaturales…?

– ¿El cristianismo no es solo una filosofía, ni solo una ideología, ni solo un humanismo sino es un intento de elevar al ser humano de la animalidad a la humanidad-racionalidad, y de ésta a la divinidad-divinización del ser humano, para esta tercera fase el ser humano necesita disponerse y ordenarse a sí mismo, en la medida de sus fuerzas-entendimiento-voluntad-actos, y al mismo tiempo esperar la gracia-dones-virtudes sobrenaturales que Dios le done-otorgue-regale-ofrezca…?

¿El ser humano cuerpo-carne-psique-mente-alma humana, tiene que ir quitando todo lo que impide esa unión-purificación del ser humano con Dios, debe en la medida que pueda, con su racionalidad-voluntad quitar todo lo que impide esa unión, no la unión natural que por sí y en sí, tiene toda criatura con el Ser Supremo, y especialmente el ser humano, sino la unión sobrenatural, esa unión, por un lado con la libertad-voluntad humana que desea unirse, y por otro lado, por el amor-amar y las gracias y dones de Dios que quiere darse más plenamente a cada humano, de alguna manera quiere divinizar a cada ser humano…?

¿Aquí se plantea un enorme problema, que durante siglos ha estado implícito y explícito en multitud de planteamientos, el ser humano para ser verdaderamente humano, necesita, no solo su ser, es decir, su realidad racional e irracional, utilizarla-componerla de forma adecuada, pero para ser verdaderamente ser humano necesita también la gracia-dones-virtudes del Ser Supremo…? ¿O dicho de otro modo, el ser humano, no es totalmente ser humano, no es radicalmente humano, no es en sí verdadera y totalmente si abdica del Ser Supremo y de esa unión, no solo natural, sino sobrenatural con el Ser Divino o Dios?

2. Quizás de todos los caminos de purificación, éste, pocos lo saben, pocos los conocen, pocos los practican, porque como diría Juan de la Cruz, «Pocos hay que sepan y quieran entrar en esta desnudez y vacío de espíritu» (2 S 7,3). De todas formas como en otro texto, el mismo Juan de Yepes indica, parafraseándolo, “pocos están dispuestos a caminar por estos caminos”.

Es obvio y evidente que este tema supera mi entendimiento, mis conocimientos, mi saber, mi experiencia, pero es también obvio y evidente que un articulista tiene la obligación de tratar de temas, de multitud de temas, que superan su saber y su prudencia. Cualquiera que sepa más que este escribiente-escribidor, puede y debe perfeccionar este texto.

Cierto es, aviso para caminantes, que en los caminos de la espiritualidad, existen muchos engaños, mentiras, muchos embaucadores, muchos manipuladores, muchos que hablan y que no tienen experiencia, muchos que escriben, que ni saben, ni tienen experiencia del asunto, pero que tampoco lo indican.


Por Jesús Millán Muñoz – https://www.facebook.com/cuadernossoliloquiosjmm © jmm caminero (04 abril-09 junio 2017 cr).



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