Arenga del Secretario General de la ONU en busca del arraigo de las empresas

El Secretario General, António Guterres, secretario general de la ONU, en la Conferencia COP25 en Madrid.

En uno de los Segmentos de Alto Nivel al Uso en la CUP-25, Antonio Guterres, ha vuelto a destacar las actuaciones de Chile y España y sus claras evidencias de respaldo a los trabajos científicos desarrollados sobre el Cambio Climático.

Ha afirmado qué el mundo se vuelve cada vez más caluroso y peligroso, ante lo que jamás habíamos imaginado.

Se refirió igualmente a qué los gases invernaderos crecientes hasta ahora en la atmósfera, deberían reducir su incremento el próximo 2020, a través de la utilización de un carbono neutral, equivalente a un resultado de cero emisiones…

En fin, nada nuevo en cuanto a cifras, recomendaciones y actos de contrición y buenos propósitos de todos los intervinientes hasta que llegue el próximo CUP-26 en Glasgow.

Pero sí ha llamado mi atención, en la arenga de Guterres, la significación realizada al sector empresarial e inversores, frases y halagos, como que: necesitamos qué los negocios vayan detrás de la ciencia, aludiendo a 170 grandes empresas comprometida con los objetivos científicos actuales.

Tampoco nos ha pasado desapercibida en los Segmentos de Alto Nivel, la referencia de la ministra chilena, (en tándem oficial), dejando deslizar el Artículo 6, del Acuerdo de París, qué involucra directamente al sector privado, junto al complemento de determinadas contribuciones a nivel nacional, llegado el momento, sobre todo cuando no se vislumbran en la lejanía inversiones sin grandes beneficios.

¿Qué pueden significar, digamos estas señales de humo?

¿Nuevo portazo en las narices proveniente del “establishment” del petróleo?

¿Un acercamiento a la riqueza de dicho “establishment” a fin de compartir algunos de sus beneficios como si se tratara de un supuesto lucro cesante?

¿Quizás, un nuevo establishment a establecer procedente del semillero de empresas instaladas en la actual COP-25, con el beneplácito del sector petrolero?

La Sociedad y en su nombre los Estados, deberían comenzar a indagar y requerir a los qué causan daños y perjuicios en nuestro medio ambiente y ecosistemas, mostrando valoraciones económicas por rehabilitaciones exigidas, mientras conseguimos ponernos de acuerdo como en la famosa fábula de Tomás de Iriarte: “conejos corriendo y preguntándose entre sí, ¿si son galgos o son podencos tanto los qué nos acompañan como los qué nos persiguen?”


Jesús Antonio Rodríguez Morilla
Doctor en Derecho (Cum Laude)
Diplomado en Estudios Avanzados U.E.
Caballero de Mérito por Real Orden Noruega
www.modificadosobraspublicas.com



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