Territorio ONU en Madrid o la sensación de Nueva York

Presencia por primera vez en España de Cuerpos Seguridad ONU en Cumbre del Clima

No piense el lector qué se encuentra ante una crónica política o militar. No.

Simplemente el Autor pretende reflejar algunas sensaciones qué se experimentan al traspasar los umbrales de la CONFERENCIA MUNDIAL DEL CLIMA.

Para empezar, creemos firmemente qué a España le ha salido a su encuentro media corte celestial al disponer la oportunidad, no sin mediar una situación complicada de por medio, para la hermana Chile, en la difícil organización de la Cumbre.

También, dispone de suficiente “know-how” para sacar adelante estas situaciones.

UN FRAGMENTO DE NACIONES UNIDAS

Solemos acudir diariamente a la COP-25, única manera de tomar el pulso a lo que realmente sucede puertas adentro, pudiendo informar de esta forma a nuestros lectores, no sin haber sufrido previamente los rigores de otras de sus responsabilidades directas, como son las de acreditarnos para cumplir con la tarea de observar cómo se desarrollan los acontecimientos.

Para empezar, el idioma dominante es el inglés, como si se realmente nos encontráramos entre las calles 39 y 48, y primera y segunda Avenida de Nueva York.

La única posibilidad de “practicar” el español, reside, cuando entre nacionales, se trata, recabamos alguna información complementaria procedente del “staff cervantino”, por cierto, siempre atentos sus componentes.

Al acceder propiamente a las instalaciones de COP-25, perfectamente reflejadas sus ubicaciones, nos encontramos como si estuviésemos en la propia Naciones Unidas de N.Y, con su mismísimo Cuerpo de Seguridad ONU, y sus uniformes azulados qué cubren a distintas nacionalidades.

No existe zona o lugar desde el umbral de acceso, donde no haya agentes u oficiales vigilando con abundantes equipos de seguridad cualquier movimiento de los miles de personas qué transitan por las distintas zonas de trabajo de la llamada “Zona Azul”, con esa impronta tan característica de los estadounidenses.

Tienen siempre como misión, al igual que en esta ocasión, el orden, la guarda y custodia del personal e instalaciones a su cargo en ocasiones como la actual, al celebrarse eventos responsabilidad directa de Naciones Unidas.

Vigilan igualmente los accesos a las propias salas donde se imparten las conferencias, lugar, una vez transcurrido un tiempo desde su inicio, no permiten la entrada.

Discreción, cortesía, distanciamiento, y profesionalidad a lo largo y ancho de los muchos cientos de m2 qué tienen bajo su responsabilidad, son cualidades observadas en su comportamiento en las ocasiones en qué el Autor se ha dirigido a ellos en solicitud de ayuda para localización de su propio “staff”, en solicitud de datos para la elaboración de este reportaje.

Suponemos qué razones de seguridad, habrán influido en dicho “staff”, no disponer de su inestimable ayuda.

Qué el Autor recuerde, en este último medio siglo, se trata de la primera vez qué España acoge al Cuerpo de Seguridad de la ONU, dentro de la práctica habitual de dicha Institución de asunción de responsabilidades “intramuros”, y probablemente, con las reservas del caso, desde 1945.

Eso sí, contamos con la tranquilidad de disponer “extra muros”, a nuestras fuerzas de seguridad del Estado y sus desvelos, qué nos protegen de otros eventuales peligros.


Jesús Antonio Rodríguez Morilla
Doctor en Derecho (Cum Laude)
Diplomado en Estudios Avanzados U.E.
Caballero de Mérito por Real Orden Noruega
www.modificadosobraspublicas.com



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