Napoleón: vibrante de principio a fin

Joaquin Phoenix (Napoleón Bonaparte) y Vanessa Kirby (Emperatriz Josefina), protagonistas de Napoleón / Foto: Aidan Monaghan
Napoleón dirigida por Ridley Scott se estrena en cines españoles este viernes día 24 de noviembre de 2023. La superproducción guionizada por David Scarpa y protagonizada por el ganador del Oscar® Joaquin Phoenix se presenta como uno de los eventos cinematográficos más importantes del año.

Sinopsis: Biografía que detalla el ascenso y la caída del icónico Emperador Napoleón Bonaparte. La película muestra la incesante carrera de Bonaparte hasta el poder, a través del prisma de la adictiva y volátil relación con Josefina, la que fue su único amor verdadero. Se presentan también sus visionarias tácticas políticas y militares a través de las batallas que marcaron su carrera (Sony Pictures)

Crítica: Con un inicio explosivo, un desarrollo vibrante y un final redondo, Ridley Scott se corona Emperador del Cine. Quizás sea la mejor película del año 2023 y una de la más potentes de su carrera. En lo personal denominaría como su triangulo de oro los filmes “Alien”, “Blade Runner” y “Thelma & Louise”. En ellas, y en otras de su carrera, muestra audacia, capacidad, y olfato para apasionar al público.

Napoleón fue uno de los líderes militares más importantes de la historia. Su vida despierta críticas y admiración por parte de historiadores, políticos y de los que fueron sus súbditos. Su ascenso al poder y sus duras campañas militares han influido en las generaciones venideras, desde Churchill a Nietzsche. Tal fue su brillantez táctica y su reputación despiadada que se necesitaron siete coaliciones diferentes entre países europeos para derrotarle. Pero fuera del campo de batalla, su obsesión con Josefina –su amante, esposa y emperatriz– definiría su vida tanto como cualquier batalla. La película mantiene un equilibrio perfecto entre la vida personal y militar de Bonaparte. No hablamos de un biopic completo ya que no se narra ni la niñez ni la juventud del líder galo lo cual parece acertado para completar un perfecto metraje de 157 minutos. Suficiente para mantener la tensión narrativa y por tanto en vilo al espectador.

Joaquin Phoenix  y Vanessa Kirby – Foto: Aidan Monaghan

Napoleón es un personaje de película fascinante, ya que, al igual que muchas personas, fue esclavo de su propio corazón y emociones. La cinta también le muestra como un narcisista, a veces un loco, otras un brillante táctico, un tirano en la batalla, pero también en sus placeres carnales. Se muestra a un tipo que va de camino a invadir Moscú, y a su vez obsesionado con lo que su mujer estaba haciendo en París. Los celos también le hacen volverse de la guerra en Egipto para intentar contener las infidelidades de su esposa. Es incluso acusado de deserción aunque consigue dar la vuelta a la acusación.

El aspecto psicológico del personaje y las espectaculares batallas han sido dos puntos que Scott ha encontrado igual de atractivos a la hora de hacer la película. En lo personal jamás había visto en el cine unas batallas tan bien rodadas, explicadas y montadas. Se recrean entre otras las de Austerlitz, Waterloo, Marengo y Borodino. Aunque la parte romántica, la de Napoleon y Josefina, es igualmente impecable en lo emocional. Ella tenía una sensualidad natural ya que creció en los trópicos, con el calor, la música, la cultura y ese entorno tan especial. En sus primeros años está más centrada en los sentidos que en el intelecto. Pero cuando se casa con Napoleón se tiene que adaptar, tiene que cambiar radicalmente para poder sobrevivir. Tiene que convertirse en una mujer distinta, en la mujer que él quiere. Se entrega, pero no puede evitar ser infiel lo que va volviendo cada vez más irascible a Bonaparte.

Vanessa Kirby / Foto: Aidan Monaghan

Joaquin Phoenix realiza y nos regala una interpretación colosal que le coloca como favorito para obtener su segundo Oscar. Quizás no sea un papel tan potente como en Joker, pero su contención en Napoleón explora otra vertiente más sutil que es la otra cara de la moneda de un actor descomunal. Asimismo, Vanessa Kirby en el papel de Josefina demuestra una capacidad arrolladora. Hablamos de una interpretación delicada, sólida y que la coloca como una de las mejores actrices del momento. El resto del muy extenso reparto coral cumple a la perfección estando al servicio de la pareja protagonista, pero no destacaría a nadie en concreto.

Joaquin Phoenix como Napoleón Bonaparte. Foto: Courtesy of Sony Pictures/Apple Original Films

La parte técnica de rodaje, diseño de producción, fotografía y música es fascinante, pero tengo dos pegas que me impiden dar a la película la máxima puntuación. La primera sería que el cineasta se apoya en los créditos tanto iniciales, como finales en textos sobre-impresionados en pantalla para ofrecer datos que deberían haber sido narrados por los personajes. Y la segunda es algo que me resulta incomodo y puede sacarme de la película: escuchar a Napoleón, a Josefina y a las tropas francesas hablando en inglés es cuanto menos muy extraño. Quizás la película hubiera tenido que haberse rodado en francés y haber optado por intérpretes galos o actores que dominaran esa lengua. Por supuesto que hablo de la versión original del filme y no de la versión doblada en la que ya se pierde la esencia completa de los actores.

No obstante, quisiera destacar la utilización visual y narrativa de la luz. En una película de época, siempre se intenta usar luz natural, como Rembrandt o Caravaggio. Siempre usaban una única fuente de luz, ya sea una gran ventana, una chimenea o velas. El efecto es precioso, así que se ha empleado mucha luz frontal como la de los cuadros de David. La iluminación siempre hace que destaquen Napoleón y los personajes principales, dejando al resto de personajes en la sombra. Cada una de las localizaciones han influido en la luminosidad de la escena. La luz de Egipto es muy dura y brillante, formando siluetas. La de Rusia es más difusa y tenue, como de eterno anochecer, con tanta nieve que la hace casi monocromática. La opulencia de los palacios se muestra con la riqueza de colores y los dorados. En definitiva hablamos de una obra maestra en lo visual que pasará a la historia de la cinematografía.

Napoleón me ha parecido un filme rotundo, muy sólido y brillante en la narración. No entraré en comentar los posibles errores históricos, si los hubiere, pues esa es la labor de los historiadores aunque no deben olvidar que no estamos ante un documental, sino ante una película de ficción. Con unas interpretaciones señoriales, un desarrollo trepidante y un final bien explicado nos hallamos ante una obra magna que nos reconcilia con el Cine. El año ha sido bueno para la taquilla, pero mediocre en lo artístico. Ridley Scott, realiza en definitiva una obra compleja en la que hay explosiones, cañones disparando, caballos al galope, extras, localizaciones, secuencias de guillotina y sin embargo es la parte sentimental la que añade un gran valor añadido a un filme grandioso.


Nota: 9/10.

Nacionalidad: Estados Unidos

Género: Histórico, Biografía

Dirección: Ridley Scott

Guión: David Scarpa

Fotografía: Dariusz Wolski

Música: Martin Phipps

Duración: 157 minutos

Reparto: Joaquin Phoenix, Vanessa Kirby, Ludivine Sagnier, Ben Miles, Tahar Rahim, Ian McNeice,  Matthew Needham, Paul Rhys, John Hollingworth, Youssef Kerkour.


Textos: Miguel Pina


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