Nogales, sin concejo y Ramón J. Sender

De las cosas raras que he leído de y sobre la historia ninguna como las que nos narra R. J. Sender sobre un pueblo, Nogales, de Extremadura, los concejales y ediles se marcharon.

Citemos a R. J. Sender, publicó un artículo en La Libertad, el 10 de febrero de 1933, titulado: Un pueblo en fuga. Según, dicha información inserta en el artículo, en este pueblo de Badajoz, los ediles, con permiso se ausentaban seis meses. De tal modo, que se llegó a la situación, que ni secretario del ayuntamiento existía. Cuando el gobernado civil intervino, y envió a la guardia civil, a preguntar a los ediles, estos informaron que la situación social era tan compleja, y que el pueblo podría estallar, y, que ellos no tenían medios para insertar las leyes en la realidad del pueblo. Por tanto huían, a temor o temores múltiples.

Siempre he indicado, que si de verdad, los historiadores quieren saber lo que ha ido sucediendo en nuestros paisajes y país y paisanos, es absolutamente, necesario, además de otras fuentes de documentación, recorrer, las páginas de los periódicos, las noticias y las informaciones pero también los artículos periodísticos… Y, de paso las cartas de los particulares y los diarios de estos, los que puedan aún perdurar, y, fotografías antiguas, etc. El valor a la microhistoria…

Debemos indicar, con juicio prudente y mesurado, que en la Península Ibérica, llevamos muchas generaciones, en las cuales, existen polos más desarrollados, a y en todos los sentidos, y, otros, con menos. Existe, diríamos esa diferencia, que en muchas variables o factores o ponderaciones es demasiado grande. Existen, cientos de pueblos de muchos territorios que hoy, tienen menos habitantes que hace un siglo…

Nadie puede negar, que durante décadas, han emigrado a decenas de miles, cientos de miles, de unas regiones y territorios a otros. Nadie puede negar, que con otros recursos ha sucedido lo mismo. Nadie puede negar, que salvando las distancias y las diferencias, el famoso problema de la España vaciada, es una consecuencia y causa más de este problema. Y, nadie puede negar, que las soluciones que se buscan son complejas y difíciles…

Ahora, en estos días, semanas, meses, años antes de ahora y los que vengan posteriormente, que existe una grave incertidumbre sobre la Piel de Toro. Pues se plantea las cuestiones, graves cuestiones, de la interrelación y conexión entre territorios y personas. Se plantean graves problemas, incertidumbres, vulnerabilidades… si se irá caminando hacia búsquedas, de que los territorios diversos, se vayan interrelacionando y conexionando y acercando en todos los vectores sociales y económicos y sanitarios y educativos, o, nos encontraremos con situaciones, más parecidas al pasado… en las cuales, las diferencias irán aumentando –sea por unas banderas o sea por otra, sea por unos motivos o sean por otros, sean por unas excusas o sean por otras…-.

El dedo meñique, es necesario en la mano, aunque sea el menos eficiente. El dedo meñique cumple también su parte. Una sociedad o nación o país o Estado, es un recorrido histórico de siglos. No es solo de varias generaciones. Se pueden olvidar muchas realidades del pasado, por ejemplo, quienes defendían las costas durante siglos, cuándo existían enormes peligros de invasiones, saqueos, piraterías, esclavitudes, razzias, si no era el centro con sus recursos humanos y sus trigos y con otras ponderaciones…

Las naciones y sociedades y países y Estados, son como los miembros de un cuerpo humano, cada uno y parte cumple su función. Incluso, aunque sea pequeña. Y, también, en unos tiempos, destacaron los trigos de Castilla y en otros el turismo de las costas. Pero pasado mañana, pueden cambiar y retornar los vaivenes de la historia. Todos debemos al pasado lo que somos, en lo bueno y en lo menos bueno. Todos debemos ser más agradecidos a todo y a todos.

En realidades históricas globales y mundiales, que ya existen Estados de mil millones de habitantes, de más de mil millones. Un Estado de cincuenta millones de habitantes, que no llega. Dividirlo en tres o cuatro de diez o quince, es una locura sociopolítica no transitoria, con consecuencias imprevisibles e impredecibles, a nivel interior y a nivel exterior.

Porque los jugadores del exterior, también juegan la partida, y, quién sabe, si aumenta la debilidad y debilidades, y, las consecuencias que tendrá. Por otro lado, los Estados Unidos de Europa, todavía falta bastante para ser una realidad práctica y eficiente y real y totalmente aceptada…

Sé, a día de hoy, -no sé cuándo, si es que lo hago, publicaré esta columna-, sé que a día de hoy, este modesto texto no servirá para nada. Pero también sé, que las decisiones teóricas y prácticas que se tomen –y, se están tomando y se han tomado-, en estas semanas y meses, serán y tendrán consecuencias, para muchas generaciones, para millones de personas, de ahora y del futuro, de este terruño, denominado, Península Ibérica.

Y, en la calle y en gran parte del pueblo, temen que la mayoría de las consecuencias, no serán ni buenas, ni positivas –ojala, me equivoque, ojala esté en el error, pero…-. ¡Paz y bien…!



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