Esta mañana se celebraba el debate sobre el estado del municipio en Pozuelo de Alarcón. Tras la intervención de la alcaldesa, Pablo Perpinyà ha tomado la palabra como primer ponente de la oposición en representación de su grupo. La primera reflexión que ha hecho acerca de la situación en Pozuelo ha sido sobre el modelo de ciudad que el PP pretende implantar, una idea que según Somos Pozuelo “se fraguó hace años a espaldas de los vecinos en despachos y salas de reuniones”, de la que no se esperan iniciativas participativas ni revitalización de las redes vecinales como ellos defienden.
Perpinyà también ha denunciado “la sordera del gobierno en nuestro pueblo, que Pleno tras Pleno bloquea las propuestas de la oposición”. El portavoz de la agrupación morada ha recordado que Somos Pozuelo presentó 11 mociones este año, todas las que podía según el reglamento, poniendo sobre la mesa situaciones que forman parte de nuestra realidad local. El 91% de ellas fueron rechazadas por el PP en solitario.
Desde el punto de vista de Somos Pozuelo, el debate se ha visto fuertemente marcado por las alusiones constantes a Perpinyà, tanto en la intervención de la alcaldesa como en la del portavoz de su Grupo Municipal, Félix Alba, que ha dedicado casi doce de sus treinta minutos a increparle, según Perpinyà. “Es un orgullo ser el portavoz del principal adversario político en el Pleno”, comentaba al respecto en Twitter el portavoz de la formación de izquierdas.
Al final de la sesión, Perpinyà ha declarado que “es urgente convocar una comisión de investigación que aclare las informaciones que están circulando respecto al ex concejal Pablo Rivas y la contratación de una empresa propiedad de un imputado por la Púnica en la gestión del Innpar”. Su declaración se alinea con la última frase de su intervención esta mañana, dirigida a la alcaldesa, con la que ha cerrado su discurso: “Nuestro deseo, Sra. Quislant, es que en este segundo año de legislatura todos los corruptos se vayan de Pozuelo”.
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