Enrique Tomás, líder en compra y venta de jamón, afronta el verano con un total de 9 aperturas repartidas entre Madrid, Barcelona e Ibiza, lo que ha supuesto la contratación de 47 personas. Con un ambicioso plan de expansión se prevé que para finales de año la empresa alcance los 90 locales en todo el mundo.
El C. C. Isla Azul, C. C Príncipe Pío y el C. C. Dreams de Hielo son los lugares elegidos por la empresa jamonera para seguir apostando por la capital. Al igual que en el resto de establecimientos, se venden piezas y corte de jamones procedentes de Salamanca, Cáceres-Badajoz, Córdoba y Huelva en todos sus formatos seleccionados por el equipo de Enrique Tomás para su venta así como otros embutidos ibéricos, patés, vinos, etc. Y como novedad en el C. C. Dreams de Hielo, Enrique Tomás ha abierto un stand dentro del espacio gastronómico Ruta 77, donde además de jamón se ofertan estupendos cortes de carne ibérica a la plancha.
Según el empresario “Madrid por cuestiones geográficas y de territorio es una comunidad eminentemente consumidora de productos ibéricos y más en concreto del jamón- Lo detectamos en cada uno de nuestros locales y por tanto tenemos una previsión de aperturas bastante ambiciosa. Esperamos poder seguir creciendo y ofreciendo nuestro producto a los madrileños tal y como llevamos haciendo desde el primer día”.
Pero Madrid no es sólo la ciudad elegida por Enrique Tomás para ofrecer su excelente producto. Ibiza es otra de sus grandes apuestas con un local ubicado en Carrer d’Enmig, 6, una de las zonas más transitadas de la Isla, a solo unos pasos del puerto deportivo de Marina Botafoch.
Y Barcelona, ciudad que vio nacer a la empresa, sigue siendo un lugar por el que seguir apostando. Un total de 5 nuevas tiendas ubicadas en El Prat de Llobregat, CC Maremagnum, Sant Gregori Taumaturgo, Sitges y Carrefour de Viladecans consolidan su presencia en Cataluña.
Sobre Enrique Tomás
El empresario inició su actividad hace 34 años en un puesto de charcutería del mercado de la Salud de Badalona. Gracias a la experiencia acumulada y a una gran intuición empresarial, Tomás inició en 1982 la apertura de establecimientos propios y se expandió por toda la provincia de Barcelona. Paralelamente, creó y diseñó la estructura corporativa necesaria para que la gestión de los diferentes comercios fuera homogénea, sostenible y rentable.
El tratamiento y cuidado del producto, la constatación de que la mejor manera de atender a los clientes es garantizar la calidad, y la percepción clara de que “una venta no termina cuando el cliente paga, si no cuando el cliente vuelve”, son los pilares de la manera de trabajar de Enrique Tomás.
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