Solitarios: Juan Goytisolo

Juan Goytisolo en el Instituto Cervantes de Berlín / Foto: De Peter Groth - Creative Commons

0. Quizás, todo ser humano se mueva en el espejo de si mismo, soñándose en su madre-padre, quizás, eso sea toda la vida humana. Y después todo lo que acontezca, de dentro y de fuera, de dentro que se proyecta en lo de fuera, en lo de fuera, que se proyecta en lo de dentro, sea simplemente, reflejos de mil vicisitudes. Quizás, aquí con Goytisolo, sea el sueño-dolor-trauma-herida de un huérfano, en el que su madre falleció, cuándo iba buscando comprar un regalo para sus hijos.

Quizás, el escritor sufra, los mismos traumas-heridas que el resto de los mortales, lo único que la inmensa mayoría de seres humanos, no los pasan a música-escritura-colores-pensamientos, y los intelectuales, intentan reflejarlos.

Ahora que tantas voces, apagadas o semiapagadas surgirán en los próximos meses sobre esta figura, mi pequeño homenaje a este ser humano y escritor, aunque sin obviar-olvidar que también tuvo enormes luces, enormes sombras, enormes claridades, enormes negruras.
Pero no soy yo quién tiene que juzgar, ni quizás usted, pero si usted y yo tenemos que aprender de su escritura y de su vida, para aprehender-aprender lo bueno y rechazar lo menos bueno.

Pero supongo que dentro de tres-cinco siglos se seguirá leyendo-pensando a Goytisolo, y algunas de sus obras, igual, que hoy seguimos recordando a toda la picaresca y a Quevedo y a Cervantes y a Calderón…

1. Toda persona es un enigma-misterio, un escritor es alguien que intenta descifrar ese enigma. Es imposible en unas cientos de palabras describir-definir un enigma, sea de un ser humano, sea de un escritor, sea de Juan Goytisolo, pero sin negar las sombras y las luces de todo ser humano, de todo escritor, de Juan de Goytisolo, intentaré aquí, más bien como homenaje describir algunas puntadas-pinceladas-vertientes-afluentes, intentando fijarme más en la claridad, que no en la no claridad, porque al final, nunca sabemos bien lo que es la naturaleza de cada ser, la historia-circunstancias de cada persona, y ya está para juzgar el Infinito y no nosotros, los limitados ojos-oídos-neuronas-manos-lenguas.

– Juan Goytisolo Gay, 1931, Barcelona, Marrakech, 2017.

Es demasiado pronto para analizar-percibir-ver-ponderar la figura-personaje-sombra-proyección que un ser humano-escritor-pensador-intelectual dejará para generaciones-siglos futuros. A mi corto y modesto entender, Juan Goytisolo quedará como uno de los mayores escritores-artistas de la palabra de la segunda mitad de Europa y de la Península Ibérica. Creo que dentro de cinco siglos, si el ser humano sigue siendo de la misma pasta que el actual, quedará y se recordará con otros cuatro o cinco o diez nombres de este último medio siglo de y en Europa.

Dicho lo anterior, creo que “dedicó demasiado tiempo al vivir la vida”, pongamos ese adjetivo-sustantivo, y quizás, su talento-genialidad, de alguna manera, lo dejó muchas veces, digamos aparcado, creo que este Cervantes-Quevedo actual, que ha pasado por los soles de la Península Ibérica y otros lugares, podría haber construido-realizado una obra más profunda-esencial, si hubiese controlado más su tiempo-existencia en más pensar-observar-escribir-preguntarse-rellenar folios. Ya sé que escribió-publicó bastante, pero creo que podría haber construido una obra más profunda-esencial y más extensa. No es crítica, sino es un aviso para actuales y futuros autores, sean del arte que sean.

– Todo ser humano, de alguna manera está perdido en sí mismo, perdido en sus recuerdos, perdido en su memoria, perdido en sus circunstancias, perdido en el seno familiar, perdido en su época y en su historia y en la Historia que le ha tocado zambullirse, perdido en sus pensamientos, y todas esas perdidas, además tiene que luchar con el volcán-maremagnum-laberinto de sus pasiones-deseos-pulsiones-libidos-recuerdos-memoria, incluso de sus heridas-traumas, unos causados por las circunstancias, los demás, por si mismo, por las ideas, por las palabras, por los actos, por las situaciones.

También por si mismo, que para salir de una herida se produce, a veces, otra u otras.

Goytisolo, a mi modo de ver, intentó organizar-equilibrar-existir en si mismo, enfrentándose al desierto físico de África, pero al desierto diríamos, real-social, de los estratos sociales, más vulnerables, sea en París, sea en Almería, sea en el Norte de África. De alguna manera, quizás, de esa revuelta-rebelión-revolución interior, que no fue capaz de armonizar-equilibrar-entender-comprender del todo. Quizás, surgen sus obras, en gran parte, da lo mismo el género, sea el resultado, en parte o gran parte, de esa óptica-perspectiva.

– Juan Goytisolo, es de los pocos escritores, de todas las lenguas, que se equivoquen o no, tienen el valor de expresar, lo más posible de la realidad, ofenda o no, esté acertado o desacertado, exprese verdad o menos verdad, tanto de su vida personal, de su vida familiar, de su vida social, de su concepciones socioeconómicas o políticas, con todos los matices que se quiera.

Pocos escritores, son capaces de enfrentarse al muro de cristal de uno mismo, y reflejar algo, algo más profundo de lo que se suele decir, quede bien o mal, él mismo, queden bien o mal los que le han rodeado en ese yo mismo.

Goytisolo es como un combinado de todas las literaturas posibles, especialmente las que denominaríamos del silencio-marginalidad-vulnerabilidad, es decir, pasar por todos los lazarillos de la historia, hasta arribar a Genet, el gran lazarillo del siglo veinte.

– Como toda persona, lleno de contradicciones-contrariedades, que emergen de su interior-exterior o de su exterior-interior. Que nacen de que al final, por muy intelectual que se sea, no se tienen las armas conceptuales suficientes para entender el mundo, entender la época, entenderse a sí mismo. Y entonces, la proyección de la vitalidad, supera al marco conceptual-teórico del ser humano de carne y hueso que conforman un individuo-vida-persona-existencia.

No olvidemos que el siglo veinte ha sido enormemente complejo, en multitud de variables-factores-ponderaciones-fractuas-guerras-revoluciones-ideologías-demografías-ciencias-técnicas-conocimientos-posibilidades. No hay nadie, me temo, en el mundo, ni que gobierne el mundo, ni que sufra el gobierno del mundo, que entienda el caleidoscopio-sudoku-mapa-jeroglífico del mundo-realidad interna-externa, del todo o de la parte, de un individuo o de cientos de millones.

2. Me temo que Juan Goytisolo, vivió y existió en un mar-tormenta-huracán-seísmo de contradicciones-contrariedades, unas dadas, no buscadas, otras como consecuencias de las primeras. Nacer en un estrato social, pero no terminar de adaptarse a él, vivir en una situación existencial y no acabar de perfilar dicha realidad histórica. Nacer con una vocación y buscarla-desearla y, quizás, de algún modo, si llevarla a término, la de ser escritor, pero quizás, a un precio muy alto, el de buscarse a si mismo, en distintos ambientes, y perderse a sí mismo, en distintos espacios.

Creo que para terminar, en forma de homenaje, deberíamos recordar aquella idea, que indicó en una entrevista, que venía a decir algo así, parafraseando, “sé que hoy, algunos de mis libros, los editores no me los habrían publicado”. Creo que esta frase resume en muchos sentidos, su vida, su obra, su época, y quizás, mucho de la situación actual, no ya solo del siglo veinte.


Autor: Jesús Millán Muñoz – https://www.facebook.com/cuadernossoliloquiosjmm © jmm caminero (12 junio-14 julio 2017 cr).



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