David García-Manzanares presenta en Madrid ‘Fisac. Obra completa’

El libro, editado por la demarcación de Ciudad Real del Colegio Oficial de Arquitectos de Castilla-La Mancha, nació con la idea de ser un libro de Arquitectura, pero también de no quedarse ahí y ser también un libro de relatos, de historias entrelazadas que presentan a Fisac de un modo no sólo técnico, sino, esencialmente, desde un punto de vista humano

De izq. a dcha.: Conchi Ponce, Alberto Campo, Federico Pérez Parada y Elena Guijarro

El arquitecto daimieleño David García-Manzanares ha presentado en la sede del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM) su libro ‘Fisac. Obra completa’, como ya había hecho anteriormente en la Biblioteca Pública del Estado en Ciudad Real.

El libro lo ha editado la demarcación de Ciudad Real del COACM en mayo de 2023, que es, a su vez, patrona de la Fundación Miguel Fisac, y también depositaria de su legado arquitectónico.

A pesar de ser un libro de arquitectura, el libro “pretende ser algo más para llegar al público general”, señaló el autor en la presentación. Cuenta con 21 relatos sobre 20 obras de Miguel Fisac pero también sobre su reciente exposición en Oporto, abordados desde una perspectiva no puramente arquitectónica, sino con un enfoque diferente, que busca relacionar la figura de Fisac con otros personajes, como punto de partida para explicar cada una de las obras que aparece en el libro. “Es una forma de vincular la arquitectura con otras formas artísticas”, explicó García-Manzanares.

El libro surge de dos impulsos iniciales, muy diferentes entre sí, pero que acaban confluyendo para darle forma al texto. Por un lado, una conferencia de Diego Peris -presidente de la Fundación Fisac-, en Oporto, en la Casa Das Artes, en la que consiguió mantener obnubilados a los alumnos de la Facultad de Arquitectura durante casi 2 horas. “Y  eso que eran portugueses siguiendo una charla en español”, afirmó el autor.

Y, por otro lado, su mujer e hijas. “Cuando viajamos, para hablarles de arquitectura y explicarles lo que visitamos, siempre les cuento historias relacionadas con los edificios”, expuso. Así, por ejemplo, para contarles el porqué de la forma y materiales del Museo Guggenheim, García-Manzanares les habló de la visita de Frank Gehry y cómo después de enseñarle el solar sobre el que pretendían construir, las autoridades de Bilbao se lo llevaron a comer sardinas a Santurce, porque no hay mejor manera de homenajear a un personaje ilustre. Fue allí, mientras comía y hacía tiempo para coger el avión de vuelta, Gehry visualizó su proyecto: un pez varado en la orilla de la ría, con sus escamas de titanio que cambian la tonalidad del edificio según se va pasando del amanecer al atardecer, como los propios reflejos de los peces bajo el agua. “Lo ‘único’ que hace Gehry es evidenciar lo que estaba a la vista de todos pero nadie veía: junto a la ría de Bilbao, su edificio debía ser una sardina”, contó García-Manzanares.

El autor expuso cómo,  de la conjunción de esos dos impulsos, Fisac y el relato, surgió el libro, “con la idea de ser un libro de Arquitectura, pero con el deseo de no quedarse ahí y ser también un libro de relatos, de historias entrelazadas que van presentando a Fisac de un modo no puramente técnico, sino incluso y esencialmente desde un punto de vista humano”, añadió.

En el libro se relaciona a Fisac con anécdotas de distintos personajes, estableciendo unas direcciones paralelas que llevan a entender mejor sus motivaciones. Por ejemplo, las confluencias entre la película final de Stanley Kubrick, ‘Eyes Wide Shut’ que necesitó de casi 40 años de maduración antes de poder ser grabada, y la última obra construida de Fisac –el pabellón de la Alhóndiga, en Getafe-, que se convierte en un compendio de todas las innovaciones y estilos de Fisac a lo largo de toda su trayectoria profesional de más de 40 años. O la relación entre la Iglesia de Santa Ana de Moratalaz con ‘Mortal y rosa’, la obra de Paco Umbral, porque siendo amigos -Fisac y Umbral-, ambos pasaron por el mismo episodio vital: la muerte de un hijo de apenas 6 años. Y ese entrelazado entre los versos de Umbral a la muerte del hijo, con la luz celeste y etérea de la iglesia de Santa Ana de Moratalaz, derramándose sobre la escultura de Anaik, ayuda no sólo a comprender la obra arquitectónica, sino sobre todo y más importante aún, permite intuir levemente el dolor de Fisac al proyectar esta iglesia, que dedica a su hija fallecida.

“El libro no pretende cerrar y clausurar el conocimiento sobre Fisac, sino, antes al contrario, abrir el apetito sobre su obra.  Es un libro de arquitectura en el que la Arquitectura se subordina a la Literatura”, terminó el autor.

En la presentación, García-Manzanares estuvo acompañado por Federico Pérez Parada, presidente de la Demarcación de Ciudad Real del COACM, quien dio las gracias al autor “por  divulgar la obra de Fisac”, recordando que es la Demarcación de Ciudad Real la que atesora el legado del arquitecto universal y que, desde la Fundación Fisac, está a disposición de arquitectos e investigadores. El presidente de la Demarcación afirmó también que “estamos en contacto con el Ayuntamiento de Ciudad Real para, en la futura Casa de la Cultura, establecer allí su legado”.

David García-Asenjo doctor arquitecto, finalista del premio de Arquitectura CSCAE 2023, calificó el libro como “una mirada fresca a la obra de Fisac”, cuya  lectura amena ofrece, además, al lector “momentos poéticos para paladear”.

Elena Guijarro decana del COACM, agradeció al COAM la oportunidad de presentar el libro y su labor de difusión de la arquitectura, en esta ocasión la de Miguel Fisac, contribuyendo a poner en valor su trayectoria y la gran figura que fue, y por supuesto, la gran sensibilidad mostrada por el autor para darle a la Arquitectura otra perspectiva.

En su calidad de anfitrión, Sigfrido Herráez presidente del COAM, agradeció el trabajo del autor, y puso en valor otras facetas de la obra de Fisac menos conocidas, como las de  urbanista y pintor; destacó también su faceta de artesano y constructor, y recordó el hecho de que Fisac ganó su primer concurso de arquitectura con una vivienda de 21 m², de 20.000 pesetas de coste, antes de revolucionar, por ejemplo, en los años 50 el aspecto de las iglesias españolas.

Uno de los asistentes al acto fue el arquitecto Alberto Campo Baeza, Medalla de Oro de la Arquitectura Española del Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España (CSCAE) en 2019 y Premio Nacional de Arquitectura en 2020, entre otras muchas distinciones. Respondiendo a la invitación del COACM, el maestro Campo Baeza estuvo presente, y siguió con atención la presentación. Y si Fisac fue calificado en varias ocasiones como el referente de la Arquitectura en el siglo XX a lo largo de la conferencia, Alberto Campo Baeza, en palabras de Federico Pérez Parada que resumieron el sentir de la sala, “lo es de la Arquitectura del siglo XXI”.



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