Cuántos tacos existen en el Diccionario de la RAE

Cuántas palabras malsonantes, tacos y semejantes en significado existen en el actual Diccionario de la Real Academia Española.

Los tacos y los tacos con insulto y los insultos en forma de taco, supongo que existen en todos los idiomas y lenguas del mundo, en esas siete mil, que se dice son en estos momentos. Porque una palabra equis, sea normal o rutinaria, puede terminar en ser insidiosa e insultante y menospreciadora de otra y otras personas… Una palabra tener varios significados…

Se puede estudiar el taco como necesidad retórica o como necesidad psicológica de equilibrio interior, o, simplemente una manera o forma de insultar a otra persona y de ofenderla. Una manera de reñir y discutir con otra. De expresar heridas y traumas profundos que uno siente, ante un tema, una ideología, una persona, una idea, un tiempo, un ente… En definitiva, es una proyección de un sujeto, personal o colectivo.

No sé, tendrán que decirlos los filólogos si en español existen más tacos que en otros idiomas, no sé, si existen aprobados oficialmente, la RAE, más que en otras lenguas. Aproximadamente, ahora se toma que están en el Diccionario oficial, unas noventa y tres mil lemas o palabras –no entremos en las diferencias existentes en esta cuestión-, y, se indica que al menos, existe un treinta por ciento más, que se habla o se utilizan en la calle, al menos, por parte de algunos sectores.

Si mi memoria no me falla, se expresa y se indica, que El Quijote, el caballero de la Triste Figura, en dicho libro, Cervantes utilizó veintitrés mil palabras diferentes. Se dice, también, que el español medio, actualmente, utiliza y habla entre cinco y diez mil palabras de media. Algunos indican que no muchas más las que entienden o entendemos…

Hoy, también se produce el problema, que se puede plantear de este modo, siempre aceptando, que es bueno conocer y hablar dos o tres idiomas, ¿pero qué es mejor para una persona, saber dos o tres idiomas, con diez mil palabras cada uno, o, al menos, uno de los tres, que entienda al menos cincuenta mil palabras…? ¿Qué es mejor para ese sujeto, para entender y conocer y comprender el mundo, que en todos conozca diez mil palabras, o, en alguno de esos tres que debe conocer, comprenda cincuenta mil…? ¿Al final, las palabras son el reflejo del interior de un sujeto, y, de la comprensión del exterior en muchos mundos y maneras y formas…?

Hace unos cuarenta años, empezó en el diccionario oficial de la lengua, a plantearse el problema de la entrada de tacos en tal Entidad Institucional y Cultural esencial para nosotros. Y, por tanto, en la prensa empezó a reflejarse, hay un artículo de Jaime Campmany, titulado: Gilipollas, publicado en Época, el 30 de mayo de 1992, que nos habla de estos temas, y, como todo autor-a escritor y todo autor o autora periodista o autor/a columnista, pues pone su impronta, su sello, su grabado, su personalidad y sus ideas.

Ciertamente, todo lector de columnas, debe saber, que en ochocientas palabras, más cien o menos cien, pues el coto de caza es limitado, en ideas y en argumentos. Diríamos que el columnismo es como la nueva cocina actual, todo está muy floreado pero en un plato con poco condumio.

Supongo, que quizás, este artículo el año que viene, si el Buen Dios, me permite seguir respirando y tengo salud suficiente, y conocimientos del Premio irá y marchará hacia Valladolid, para presentarse al concurso de periodismo y articulismo Miguel Delibes, sobre la lengua española. Y, supongo, que como todos los años, que ya son algunos, que me he presentado, volverá con el silencio de la espera del año siguiente.

Lo anterior es un tema, que pocos articulistas se atreven a tocar. Se plantean en su fuero interno: si se presentan a concursos del articulismo o no, o dejan que sus editores y cabeceras los presenten, o, solo lo hacen, cuándo tienen garantías que se los van a conceder, o, acaso, tienen que aceptar y recibir los grandes premios que sobre esta temática existen, porque todos los grandes que han existido a lo largo de estas últimas décadas los han recibido: el Cavía, Ruano ya finiquitado, el Camba, ahora el Gistau, etc.

Pero los que no podemos aspirar a esos grandes premios, nos debemos presentar a intentar laureles en el ramo más modestos… Pues, dicen que existen en este país, en sus diversas lenguas, y en los mil medios existentes en prensa escrita, papel o digital, entre tres mil y cinco mil columnistas –sin contar, lo mismo en radio y televisión y blogs-.

¿Cuántos de ellos se presentan a premios de columnismo, esperando, quizás, no solo el premio dinerario en sí, sino que una entidad, les reconozca, el año o diez o treinta años de trabajo en esta materia llevan aportando…, muchos encerrados en provincias…? Porque hay tasados y aprobados, yo he contado ciento cincuenta y dos, hace dos años, al periodismo en nuestro lagar, ciertamente, de distinta temática, género, medio, etc.

Cada palabra es un misterio y un enigma y un signo y varios significados. Cuando dos palabras se juntan se forma un revuelo de posibilidades. Cuando lo hacen tres, ya son multitud, ya se puede interpretar el mundo de varias maneras. Al final, hasta ahora, las palabras conducen y nos conducen al y en el mundo. Las palabras de la lengua junto con las ecuaciones fisicomatemáticas…

¿Este artículo me obliga a utilizar tacos, que saben ustedes, no hago… la pregunta es necesario, es bueno escribir en un artículo: gilipollas, cabrón, hijop…, mentecato, y, otros cientos que la lengua ha ido decantando…?

¡Yo, opino y pienso y estimo y creo y juzgo que no hay que insultar a nadie, con ningún taco o insulto, por el bien del que lo dice, por el bien del que lo recibe, porque se cazan más avispas con miel que con vinagre…! ¡La piedad y la misericordia y la mesura y la racionalidad y la prudencia se demuestran y muestran también con esto y en esto…! ¡Pero ya sabemos que las personas se desesperan, el pecado/mal/sentimiento de la desesperación y de la angustia y de los traumas…!

Jesús Millán Muñoz – http://twitter.com/jmmcaminero  © jmm caminero (23 octubre 2023-12 febrero 2024 cr).