La candidata de Ciudadanos a la Generalitat, Inés Arrimadas, asegura en una entrevista con Marie Claire que “me preocupa la frustración social porque yo también tengo amigos y familiares que quieren la independencia. ¿Qué hay que hacer? En primer lugar, respetarles. En segundo lugar, hablar claro y no vender promesas irrealizables. Hemos visto estas semanas cómo los propios líderes independentistas reconocen que todo esto era una quimera y que no estaban preparados. Por tanto, respeto, no mentir y ofrecer reformas. A esas personas no se les puede ofrecer inmovilismo, no se le puede decir ‘quédate en España porque no hay otra opción’. No. Hay que ofrecerles un proyecto ilusionante de España, y eso pasa por reformar este país y sacar del cajón muchas reformas que ni el PP ni el PSOE han querido hacer en 30 años; entre ellas, por supuesto la reforma de la Constitución“.
Arrimadas califica de “despropósito” todo lo ocurrido en las últimas semanas en Cataluña y confía en que los independentistas no alcancen la mayoría el 21D. Apuesta por celebrar un referéndum “para ir a mejor, no a peor” para validar una reforma de la Constitución. La candidata de Cs niega que su proyecto sea recentralizador y defiende que las competencias de Educación las siga gestionando la Generalitat, aunque acusa al gobierno catalán de haber utilizado la educación como instrumento de apoyo al independentismo.
Asegura que tiene una relación cordial con el expresident Puigdemont, a quien considera tímido como ella. Reconoce que antes de entrar en Ciudadanos votó a diferentes partidos y dice que Cs le sedujo, entre otras cosas, porque “cogía lo mejor de los rojos y lo mejor de los azules”.
Se declara una “friki” del Barça, aunque se muestra decepcionada por el posicionamiento político del club y prefiere a Guardiola en el campo que hablando de política.
Por último, reconoce que a sus 36 años ha ido retrasando la maternidad, pero admite que ahora tiene muchas ganas de ser madre.
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