La Superliga sería el final de una tradición futbolística de más de 100 años

La creación de una liga separatista y elitista significaría el final de las ligas nacionales europeas, terminaría con una tradición europea de más de 100 años y rompería el sueño de los millones de aficionados de las competiciones nacionales; así lo ha determinado LaLiga ayer por la mañana durante la presentación del estudio de KPMG sobre el perjuicio económico de la European Super League (Superliga Europea) y su impacto en LaLiga y los clubes del fútbol profesional en España.

Según LaLiga, la creación de una liga diseñada para enriquecer a los clubes más grandes y concentrar el poder en un pequeño número de equipos que ya dominan el fútbol europeo, también provocaría la pérdida de decenas de miles de puestos de trabajo y reduciría drásticamente los ingresos fiscales de las arcas públicas de todo el continente. Así lo entienden también las autoridades políticas de la Unión Europea: en este caso, el Consejo de Europa se ha posicionado en contra de la Superliga ,y el Parlamento Europeo ha defendido un modelo abierto, democrático y basado en la meritocracia, respaldado con el 87% de los votos.

Javier Tebas, presidente de LaLiga, en la sede de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) de Madrid, donde se ha presentado el informe de KPMG, ha asegurado: “El formato del que están hablando es muy perjudicial para las ligas nacionales, por eso saben que, si lo explican, la oposición al mismo seguiría siendo fuerte. Esperemos que la Superliga no prospere porque va a destruir las ligas locales y sus aficiones. No podemos permitir que el fútbol esté en manos de los clubes que más dinero tienen, tenemos que encontrar un equilibrio”.

El informe pericial de 2022 de KPMG estima una pérdida de ingresos global en LaLiga de hasta un -55%. Adicionalmente la pérdida de valor de los clubes no-Superliga será de hasta un -64%. Números que, según determinan desde LaLiga, son similares a otras Ligas en su proporción.

Las ligas domésticas representan más del 70% de los ingresos en el fútbol europeo y son pilares básicos en el ecosistema económico y deportivo del mismo. Las 40 ligas profesionales y asociaciones europeas generan un total de ingresos de 25.725M€ y 11.000M € en derechos audiovisuales.

Entre las principales conclusiones de LaLiga, a raíz de los datos del informe de KPMG, se destaca:

  • Las ligas domesticas en cada país son el motor de la industria, representando más del 70% del valor del fútbol en Europa.
  • La Superliga destruiría el ecosistema económico-deportivo de Europa, impactando en el reparto del dinero entre clubes y federaciones europeas.
  • A corto plazo habrá un vacío económico de las ligas domésticas en favor de la Superliga, un modelo que a medio plazo acarreará la reducción de ingresos para sus propios clubes.
  • Existe un modelo exitoso en Europa con un ecosistema equilibrado, lo que ha permitido crear una gran industria que la Superliga destruiría por completo. Se deben llevar a cabo reformas, pero la Superliga no es la solución.

“Nos importan las resoluciones judiciales y lo que digan, pero lo que más nos importa es la estabilidad de nuestra industria. Y si tenemos que pelear para que haya normativas que defiendan la estabilidad del modelo europeo así lo haremos. No queremos que nos gobiernen los que más activos tienen, el fútbol somos más que los 20 clubes más ricos. Nos gustan los modelos como los de España, LaLiga, donde hay un reparto y no se hace lo que los clubes con más activos tienen”, destacó Javier Tebas en la presentación.

La Superliga plantea el mismo modelo que en 2019

En 2019 el fútbol europeo ya rechazó frontalmente un modelo de Superliga con ascensos y descensos entre competiciones europeas. Este modelo es parecido al modelo semicerrado pretendido por la Superliga actualmente. El acceso a Europa se debe mantener por méritos deportivos en competiciones deportivas domésticas, si no supondría, entre otros, la desaparición de la clasificación por méritos deportivos y la dispersión de las opciones de todos los clubes de clasificarse para competiciones europeas. Es necesario llevar a cabo reformas en Europa, pero la Superliga, en la que los clubes grandes quieren decidir todo, no es la solución.

El Consejo de Europa se ha posicionado en contra de la Superliga y el Parlamento Europeo ha defendido un modelo abierto, democrático y basado en la meritocracia, respaldado con el 87% de los votos.

La Superliga provocaría la destrucción del balance competitivo de LaLiga y de la industria del fútbol

Según análisis de LaLiga, la Superliga aumentaría en 400M€ los ingresos tanto del Real Madrid como del FC Barcelona, que, además, mantienen su capacidad comercial. Esto supone también una pérdida de ingresos para el resto de los clubes de LaLiga del 55%, con una liga doméstica menos atractiva y que disminuye el interés para el aficionado español.

En definitiva, los grandes clubes se beneficiarán en detrimento de los clubes medianos y pequeños. Esto aumentará la brecha y los únicos beneficiados serán los jugadores de los clubes Top, que representan solo el 5% de los jugadores de LaLiga.

La Superliga además provocaría la destrucción de la industria: PIB, empleo e impuestos. El impacto económico global en derechos audiovisuales supondría una menor relevancia de las competiciones domésticas, pues diluye el talento de los equipos de la máxima categoría en las ligas locales, aumentando la congestión de partidos, con una posible traslación de los encuentros de las competiciones domésticas a entre semana.



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