«Almas durmientes», de Octavi Pina, una firme candidata a «thriller» de este verano

Eva Fraile
www.lareinalectora.com
El thriller es un género muy difícil, en eso estamos todos de acuerdo. Para el lector porque parece que ya está todo inventado y es complicado elegir; para el escritor porque se le exige atrapar al lector desde la primera página. Octavi Pina (Barcelona, 1990) parece haber dado con la fórmula para componer una novela trepidante y profunda, que enganche y que desafíe al mismo tiempo. Almas durmientes es su tercer thriller.

El hallazgo de un cuerpo desmembrado y la desaparición de una joven son el punto de partida de Almas durmientes, el último trabajo de Octavi Pina. El escritor barcelonés, que ya cuenta con tres títulos publicados dentro de un género tan complicado y demandado como es el thriller, sorprende a los lectores con giros de guion, diálogos directos que aportan dinamismo a la historia, o la figura del siempre carismático inspector Molins, pero hay un factor que ya de entrada nos impacta y estremece, y es que la trama de esta novela está basada en hechos reales, como el propio autor confiesa: «La idea parte de un caso real que ocurrió hace bastantes años en la ciudad de Barcelona. Apareció un cuerpo descuartizado en varios contenedores cerca de casa y allí nació la idea. El resto es pura imaginación».

Lógicamente, con esta premisa, ya entra uno un tanto asustado en Almas durmientes, y es una sensación que lo acompañará durante el resto de la lectura. Es un sello muy particular de Octavi Pina, acaso el que lo hace más reconocible: jugar continuamente con el lector, lanzarlo en una dirección y después sorprenderlo dando un volantazo inesperado a la trama. Y no es extraño que lo haga, porque siempre ha defendido la idea de escribir aquello que uno disfrutaría leyendo. «Escribo las novelas que me gustaría leer. No sería capaz de escribir una novela romántica, por ejemplo. Una vez dicho esto, después identifico los factores que me van a dar más éxito entre los lectores e intento introducirlos en la trama», asegura Pina.

Pero, aun así, escribir un thriller es tarea compleja, es bien sabido. Para empezar porque parece que es un género donde todo está ya inventado, pero, además, porque se trata del tipo de literatura por excelencia donde más se exige aquello de «mantenernos enganchados». Es un reto mayúsculo para cualquier autor, pero Octavi Pina, autor de otros dos thrillers: Huida hacia adelante y Turbulencias, tiene la clave para triunfar; cuenta que se trata de cuidar tres factores fundamentales: «Los giros y la velocidad en la trama: para mí es vital confundir al lector en un libro de misterio para que no adivine la siguiente acción del personaje. Para ello es importante construir pequeñas pistas falsas para crear dudas. Además, como he dicho, no me gusta el exceso de descripciones. Para mí son una distracción y aplico esta idea en mis libros. Siempre está ocurriendo algo, hay mucha acción y un ritmo frenético como en un verdadero thriller. En segundo lugar, personajes muy bien definidos y humanos: para construir a unos personajes creíbles me basé en una parte de la personalidad de dos de mis mejores amigos. De esta forma fue más fácil construir a unos personajes humanos con problemas reales como el que le sucede al inspector Molins en esta novela. Y, por último, los diferentes puntos de vista: narro la misma historia desde el punto de vista de distintos personajes. Y uno de ellos siempre es el del antagonista, como ocurre en esta novela».

Desde luego, Almas durmientes tiene todos los ingredientes para convertirse en una de las novelas de este verano, por ambientación, por personajes y por esa trama turbia que llena sus páginas. No obstante, Octavi no para ni en verano y ya prepara la que será su cuarta novela. Por el momento, no podemos conocer demasiados detalles de la misma, como es lógico, pero sí que parece claro que volverá a contar con el icónico inspector Molins como protagonista, esta vez en busca de un viejo conocido antagonista. Por el camino, el escritor barcelonés tiene tiempo para fantasear con algo que, por otra parte, no resultaría nada descabellado: ver Almas durmientes convertido en una película o una serie. «Yo siempre veo mis libros convertidos en películas. Es una novela con mucha acción y, trasladada a una pantalla, quedaría muy bien. Incluso hay algunas partes del libro que se parecen más a un guion que a una novela. Ver mi libro en la gran pantalla sería un sueño hecho realidad», comenta Octavi Pina.



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