Por Eva Fraile
La Reina Lectora
El mes de agosto se asocia con la playa, las vacaciones, las largas tardes de descanso, de lectura… y, cada vez más, con el Premio Literario de Amazon. Con los años, un número muy importante de escritores han confiado la ilusión de que su obra sea conocida a este certamen, y lo han convertido en un referente para la autopublicación. Uno de esos escritores es Eduardo Díez (Madrid, 1984), que compite este año con su último trabajo, Día de gracia, una novela negra ambientada en Cantabria y con unos personajes muy interesantes.
¿Cuándo empezaste a escribir? ¿Hubo algún momento que puedas señalar como desencadenante?
Recuerdo un día en que el profesor de Lengua nos mandó escribir un cuento corto y me puso un nueve. Por entonces yo era muy mal estudiante, y me advirtió que eso no salvaba ni de lejos mi evaluación, pero para mí fue todo un triunfo ver cómo algo que hice casi sin esfuerzo (las cosas han cambiado mucho desde entonces, por desgracia), no solo gustó a alguien que sabía, sino que prácticamente lo calificó con la máxima nota. Sí, yo creo que ahí empezó todo. Tenía doce años.
El humor siempre está presente en tus novelas, pase lo que pase. ¿Qué otros recursos te parecen irrenunciables?
No hay ninguno al que no se pueda renunciar. Todo depende del tipo de historia que vaya a contarse. Sin embargo, el humor nos mantiene anclados a la vida cuando las cosas se ponen negras. Es como un balón de oxígeno que ayuda a aflojar un poco. Yo creo que es precisamente ese recurso sin el cual no podría escribir. Ni vivir.
¿Cómo se te ocurrió la idea para Día de gracia?
En el segundo libro de la trilogía, La mala flor, hay una parte en la que Miguel habla de su cuadrilla. Tenía muy claro que la trama de Día de gracia iba a tocar de lleno al protagonista y su entorno en lugar de ser un mero testigo de los acontecimientos, así que utilicé a los personajes que aparecen en dicha parte y les creé una trama específica.
En cuanto a la historia de Álex Jon, llevaba tiempo preparando una novela solo para él, pero se me complicó mucho y decidí utilizar solo algunas cosas para hacer otra distinta y complementarla con la de Miguel.
Día de gracia forma parte, junto con Tal como eres y La mala flor, de una trilogía, si bien es posible leerlas en el orden que se prefiera. Pero háblanos un poco sobre aquello que tienen en común.
El nexo de las tres novelas es la necesidad que tiene Miguel de cerrar un círculo de su pasado y hacer justicia a un amigo que murió asesinado en circunstancias que nunca llegaron a esclarecerse. Pero, sobre todo, la trilogía entera es un canto a la amistad. A lo largo de las novelas, la vida pone en el camino de Miguel personajes que, de tanto formar parte de su día a día, terminan siendo como una familia. Sí, definitivamente la amistad es el tema troncal. También la soledad, aunque en menor medida.
Tu novela sucede en Santander, ¿qué te cautivó de esta tierra para elegirla como escenario?
¡Todo! Santander tiene algo que no soy capaz de describir. He estado muy pocas veces, pero el cariño que le tengo es enorme. En parte, porque mi familia materna ha pasado muchos veranos allí, y siempre me han hablado de esa tierra desde el corazón. Es una ciudad preciosa, el clima me gusta mucho, se come maravillosamente bien, tiene unos lugares maravillosos (toda Cantabria los tiene) y, sobre todo, la gente que hay es fantástica. Quien creó el eslogan de «Cantabria infinita» sabía muy bien de lo que hablaba.
Participas con Día de gracia en el Premio Literario de Amazon 2023, ¿cuál dirías que es la mejor estrategia a seguir para tener más posibilidades de ganar?
Si te soy sincero, no tengo ni la menor idea. Más allá de lo básico (calidad del texto, cubierta y sinopsis), no sé qué criterios utiliza el Premio para escoger a los finalistas y la novela ganadora, pero sí tengo muy claro que eso escapa a mi competencia. Pensemos en el número de reseñas, por ejemplo. Ha habido novelas seleccionadas con muy pocas y también algunas con una gran cantidad de valoraciones. Al final, por mucho que hagas, no depende de ti. Lo cual no significa quedarse de brazos cruzados, ni mucho menos, pero siempre sabiendo hasta dónde puedes llegar y, sobre todo, sin volverte loco. Me ha pasado otros años, por eso lo digo.
Álex Jon, Señorita, el propio Miguel Lifante… ¿De dónde sale la inspiración para crear a tus personajes? ¿Están basados en personas reales?
Señorita es el resultado de todas las mujeres con carácter que conozco, y no son pocas. Muchas de las frases que dice yo las he escuchado. A eso le sumé el recuerdo de una mujer mayor que se sentaba a dibujar en una plaza de Madrid cuando era niño. Lo hacía muy bien, pero era muy antipática. Sin embargo, el personaje en sí apareció solo. Cosas del subconsciente, supongo.
Álex Jon nació de emociones muy viscerales que yo tenía cuando me senté a escribir Gens en el año 2015. Me encontraba en pleno duelo familiar y pensé en un chico que quería escapar de su propio mundo. Sumado a que por entonces leía mucha novela de aventuras, se me ocurrió crear una ambientada en la actualidad. Es una novela que puede leerse de forma complementaria a la trilogía.
Lo más curioso es que Miguel nació mucho antes que Álex y protagonizó una novela malísima que más tarde reciclé y convertí en Tal como eres. Por entonces, el personaje era un triste, y quise hacer de él todo lo contrario. Le di toda la luz que pude. Y así nació alguien que, de existir, hoy sería mi mejor amigo.
¿Tienes en mente más personajes especiales que aún no hayas podido meter en ninguna de tus historias?
Alguno hay, pero no he podido introducirlo poque rompía el equilibrio de la trama. Lo cual me alegra, porque voy a poder sacarles partido en un futuro no muy lejano.
Dime algo que consideres positivo y algo negativo sobre la autopublicación.
Positivo: publicas lo que quieres, cuanto quieres y cuando quieres, cosa que no ocurre con las editoriales tradicionales. Además, el porcentaje de regalías es muy superior al que se obtiene con la publicación tradicional. Lo que, por otro lado, no merma mi ilusión de poder hacerlo algún día.
Negativo: te conviertes en alguien multitarea. Tienes que ser escritor, editor, publicista, CEO, community manager y llevar la contabilidad de lo que, al final, se ha convertido en tu propio negocio. Es el precio a pagar. Pero, si se sabe hacer bien, merece mucho la pena.
Cuéntanos algo de cara al futuro, por ejemplo, ¿está cerrada la saga de Miguel Lifante? ¿Por dónde irán futuras historias que tengas entre manos?
Me estoy planteando seriamente escribir una serie protagonizada por el inspector Maudes, que aparece brevemente en Tal como eres y tiene cierto peso en La mala flor. Es un personaje que me llama la atención y quiero saber más sobre él. Tengo notas tomadas para dos novelas. Serían de corte más policiaco, pero supongo que acabaré tirando al monte como las cabras y no todo será investigación.
Por otro lado, no cierro en absoluto la puerta a continuar con Miguel y Señorita. Todavía no han dicho su última palabra. De hecho, ya sé cuál será el título de su próxima historia.
Be the first to comment