El límite planetario de la biodiversidad está mucho más degradado y exige una actuación aún más urgente que el del cambio climático

Así se recoge en el Informe País GBCe 2023: Naturaleza y biodiversidad, presentado en el evento Sostenibilidad XL, en el que se recuerda que siete de cada 10 especies de animales silvestres han desaparecido desde 1970 —según los datos de WWF—.

El límite planetario de la biodiversidad, tanto en términos de desaparición de especies —pérdida genética— como de funcionalidad, presenta un nivel de urgencia y de degradación mucho mayor que el cambio climático. Así se recoge en el Informe País GBCe 2023: Naturaleza y biodiversidad, presentado en el marco del evento Sostenibilidad XL —celebrado en Caixa Forum Madrid—, en el que se especifica que siete de cada 10 especies de animales silvestres han desaparecido desde 1970 —según los datos de WWF— y que de los ocho millones de especies que existen, un millón está en peligro de extinción y podrían terminar por extinguirse en pocas décadas —según la ONU—.

“Los cambios en el uso del suelo, la sobreexplotación, la contaminación, las especies exóticas invasoras y el cambio climático son los cinco impulsores directos de la pérdida de biodiversidad”, destaca Bruno Sauer, codirector general de Green Building Council España (GBCe). Estos impulsores directos, junto con una serie de causas subyacentes —impulsores indirectos— en las que se incluyen los hábitos de producción y consumo, las dinámicas y tendencias de la población humana, el comercio, las innovaciones tecnológicas y los sistemas de gobernanza, son los responsables de la pérdida de biodiversidad —tal y como especifica la Plataforma Intergubernamental Científico-normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES)—.

Cambio climático y pérdida de biodiversidad

La interconexión entre el cambio climático y la pérdida de biodiversidad es muy profunda, tal y como se desprende del informe promovido en 2021 por el IPBES y el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). En este documento, firmado por medio centenar de especialistas, se plantea la necesidad de abordar ambos sucesos como parte de un mismo problema: “Hay que proteger entre el 30% y el 50% de la superficie de la tierra y el mar de la actividad humana, algo que ya contemplan las políticas europeas”, explica Paula Rivas, directora técnica de GBCe.

De este modo, si se aborda el cambio climático desde soluciones basadas en la biodiversidad, el proceso será mucho más rápido, eficiente y el cambio climático se va a ver mucho más ralentizado. “No basta con llenar todo de árboles ni podemos desvincular el cambio climático del suelo, ya que, si seguimos perjudicándolos, estaremos dañando uno de los mayores sumideros de carbono que hay”, especifica Rivas.

Asimismo, es necesaria una nueva forma de relacionarnos con la naturaleza que tenga en cuenta las funciones que nos ofrece como soporte de vida y que se aleje de la concepción del progreso económico basada en el PIB.

La edificación ante el reto de la biodiversidad

En materia de edificación, es necesario diferenciar la biodiversidad dentro y fuera de las ciudades. “Acabamos de llegar de Dubái, donde hemos querido mandar una señal muy clara sobre el final de la era de los combustibles fósiles. Esto implicará una mayor actuación, un compromiso mayor por parte de nuestras ciudades, de quienes diseñan nuestros edificios y de quienes están llamados a desempeñar un papel clave en la rehabilitación urbana. En el plan de recuperación hay una cantidad de recursos enormemente cuantiosa precisamente destinada a la agenda urbana, a la renaturalización de las ciudades y también a la rehabilitación de nuestros edificios”, asegura Teresa Ribera, vicepresidenta Tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a su llegada de la COP28. “Necesitamos que todos los profesionales del sector se pongan manos a la obra, como lo vienen haciendo desde hace mucho, pero ahora con más energía, con más ganas, con más motivo y con más entendimiento por parte de todos”, ha concluido.

Teresa Ribera

En referencia a la biodiversidad dentro de las ciudades, hay impactos que generan los edificios, como la impermeabilización de los suelos. “Podemos aumentar las superficies permeables del suelo, introducir vegetación como regulador térmico, crear corredores naturales y aplicar infraestructuras verdes y azules basadas en la naturaleza como mitigadoras del cambio climático, pero todo esto no va a frenar la pérdida de biodiversidad o lo va a hacer a escala muy pequeña”, afirma Beatriz de Diego, experta del Área Técnica de GBCe.

En este sentido, la edificación está causando impacto en lo que no se ve, en lo que está fuera de las ciudades, cambiando el uso del suelo a gran escala por la extracción de materias primas, la deforestación de grandes zonas por el uso de madera sin una cadena de custodia y, sobre todo, contaminando ecosistemas por las emisiones de fábricas, edificios, etc. Asimismo, se están consumiendo grandes cantidades de agua fuera de las ciudades para fabricar materiales requeridos dentro de ellas, por lo que es necesario que la prescripción de estos materiales tenga en cuenta el impacto que tienen en la biodiversidad. “No estamos preocupando de cerrar el grifo para no malgastar agua, pero resulta que ese grifo requiere mucha agua para su fabricación”, resalta Rivas.

“El mayor problema no es construir un edificio en un solar, es la extracción de materiales en el territorio, la contaminación del aire por culpa de los materiales y la fabricación y sellado del suelo, ya que no dejamos filtrar el agua, no hay vida bajo tierra y las zonas verdes no pueden crecer”, explica el codirector general de GBCe, quien insta al sector a que entienda que la edificación tiene impacto mucho más allá del solar.

Para abordar este tema, la socióloga y politóloga Cristina Monge ha moderado un diálogo, en el marco del evento Sostenibilidad XL, en el que han participado Elena Pita, directora de la Fundación Biodiversidad, David Álvarez, director ejecutivo de ECOACSA, entre otros expertos.

Vinculación entre biodiversidad, salud y economía

“Es imperativo integrar el concepto de salud en el de salud planetaria, entendiendo que los seres humanos somos organismos dentro de un ecosistema y, si ese ecosistema está enfermo, los seres humanos no podemos estar sanos”, expone Rivas. De este modo, el ser humano necesita a la naturaleza, por lo que, si nos desconectamos de ella, padeceremos más estrés, más depresiones, etc. “El oxígeno que tenemos en el aire para respirar, por ejemplo, depende de que la biodiversidad esté sana”, recalca Rivas.

De la misma manera, la economía también depende de la naturaleza para funcionar. Pero, al mismo tiempo, esta economía también genera impactos en la naturaleza que ponen en riesgo esta interdependencia. Estamos hablando de la deforestación, de los cambios en el uso de los suelos o de la contaminación. “Estos impactos hay que medirlos para asegurarnos de que cuando dependamos de la naturaleza, vamos a poder disponer de ella”, argumenta De Diego.

COP15 de biodiversidad

El pasado 19 de diciembre de 2022, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica (COP15) finalizó en Montreal (Canadá) con un acuerdo histórico que tiene como objetivo detener la pérdida de biodiversidad en 2030 y lograr la plena recuperación de la naturaleza para mediados de siglo. La importancia de esta COP fue muy alta, equiparándose a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2015 (COP21), clave como palanca para acelerar la lucha contra el calentamiento global.

De este modo, la COP15 sirvió para que casi 200 países adoptaran el Marco mundial Kunming-Montreal de la diversidad biológica o MGB, que reemplaza el anterior Plan Estratégico para la Biodiversidad 2011-2020 y sus Metas de Aichi. Esta hoja de ruta pretende detener la pérdida de naturaleza y salvaguardar y utilizar la biodiversidad de forma sostenible. Este acuerdo, que se ha llamado el momento de París para la biodiversidad, ha involucrado tanto a gobiernos de países como al sector privado y a las empresas, reconociendo de forma explícita el papel de las empresas y de las instituciones financieras en la consecución de sus compromisos.

El objetivo del Marco mundial Kunming-Montreal de la diversidad biológica, que persigue detener la pérdida de naturaleza y salvaguardar y utilizar la biodiversidad de forma sostenible, es un objetivo equivalente en términos de naturaleza al del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global a muy por debajo de 2º C (preferiblemente, a 1,5 º C) para final de siglo, lo que otorga a la naturaleza el mismo protagonismo que al clima en la agenda política global.

Marco estratégico y reglamentario para la descarbonización

El evento Sostenibilidad XL 2023 de GBCe, celebrado pocos días después del trílogo final sobre la Directiva de Eficiencia Energética de los Edificios (EPBD, por sus siglas en inglés), ha servido también de escenario para abordar la transformación del marco estratégico y reglamentario para la descarbonización de la edificación.

En este contexto, Dolores Huerta, codirectora general de GBCe, ha analizado el reto que supone para España esta EPBD, la mayor oportunidad y el instrumento clave para alcanzar los objetivos de descarbonización del sector de la edificación a 2030 y 2050.  Para ello, la norma incorpora importantes novedades, como la definición del edificio de cero emisiones, la descarbonización en todo el ciclo de vida mediante la introducción del indicador de calentamiento global y el objetivo de neutralidad de toda la edificación nueva y existente para 2050.

Asimismo, implementa los Estándares Mínimos de Rendimiento Energético de los Edificios (MEPS, por sus siglas en inglés), instrumento que afecta de lleno a los ciudadanos al establecer el plazo en el que obligatoriamente se tendrán que rehabilitar los edificios peores en términos de eficiencia energética. De este modo, se pasa de las políticas que incentivan la rehabilitación a las que obligan a la misma, asegurando así el cumplimiento a tiempo de los objetivos y compromisos de descarbonización.

Tras la exposición de la codirectora general de GBCe, Monge ha moderado un diálogo sobre esta temática en el que han participado Nuria Matarredona, directora general de Agenda Urbana y Arquitectura del MITMA, Cecilia Foronda, directora del área de Ciudades Sostenibles de ECODES, y Eduardo Brunet, director en España de Green Finance Institute (GFI).

Premio GBCe al liderazgo en Edificación Sostenible

Finalmente, el evento Sostenibilidad XL ha servido también para hacer entrega del Primer Premio Anual GBCe al Liderazgo en la Edificación. Este galardón tiene por objeto premiar a personas que han tenido —y que aún tienen— años de empuje a la sostenibilidad en el sector. “Este premio es, por encima de todo, un reconocimiento al trabajo bien hecho”, resalta Huerta.

Así, el primer ganador del Premio Anual de GBCe es Albert Cuchí, arquitecto experto en rehabilitación sostenible.  “Cuchí tiene una visión muy clara y un largo recorrido en materia de sostenibilidad, trayecto en el que ha desempeñado un importante papel en materia de innovación, formación, medición —de la huella de carbono— y regulación, tanto en el marco de GBCe como en el mundo académico”, ha argumentado Sauer.



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